En el extremo oriental de Roma, en medio de los campos cercanos a laUniversidad Tor Vergata (en la explanada donde en agosto de 2000 el Papa Juan Pablo II se reunió con 2 millones de jóvenes con motivo de la edición jubilar de la Jornada Mundial de la Juventud), destaca con su característica forma de aleta de tiburón una gran obra inacabada de la arquitectura moderna, que ahora podría ver por fin iniciados los trámites para su finalización. Hablamos de lo que se suponía que iba a ser la “Ciudad del Deporte”, pero que en Roma todo el mundo llama simplemente las Velas de Calatrava. De hecho, el archivero español Santiago Calatrava firmó el proyecto con el que la universidad romana de Tor Vergata empezó a trabajar en 2005 en la construcción de una instalación deportiva que pudiera albergar los Mundiales de Natación de 2009. Las obras se detuvieron en 2007 y la estructura ha permanecido tal y como la vemos ahora desde ese año. Sin embargo, este gran proyecto inacabado podría encontrar por fin su conclusión gracias a los trabajos financiados dentro de las obras que se llevarán a cabo con vistas al Jubileo de la Iglesia Católica en 2025 con la asignación de 37 millones de euros para completar la estructura antes de diciembre de 2024.
La instalación deportiva diseñada por el arquitecto español consta de dos estados especulares uno al lado del otro, ambos cubiertos por una estructura reticulada de vigas metálicas, unidas por paneles blancos opacos (y un 18% del total de cristal transparente) para permitir la entrada de luz, y de forma ondulada para que parezca tanto una vela hinchada por el viento como la aleta puntiaguda de un tiburón. Todo, por supuesto, de blanco, el color favorito del diseñador valenciano.
Uno de los dos estadios debía contener una piscina, mientras que el adyacente debía contener un campo de juego polivalente para baloncesto, voleibol u otros juegos. Alrededor debía haber un gran parque verde equipado. En lugar de ello, las obras se detuvieron con el levantamiento de sólo uno de los tejados de los dos estadios, pero sin la inserción de los paneles para cerrar la cubierta, mientras que en la estructura gemela contigua queda por terminar y cerrar la estructura básica del recinto deportivo. Alrededor, la campiña romana. La arena para albergar deportes acuáticos tendría una capacidad de 8 mil asientos en las gradas, mientras que la de voleibol y baloncesto 15 mil.
Como es bien sabido, los Campeonatos Mundiales de Natación de 2009 se celebraron en las piscinas del Foro Itálico (construidas en cinco años, entre 1927 y 1932) y con el paso de los años se han ido reanudando las obras ante las distintas candidaturas a eventos internacionales como laExpo o los Juegos Olímpicos, hasta que el año pasado la obra fue incluida por el Gobierno (la propiedad del edificio ha pasado desde entonces a la Oficina de Bienes del Estado) entre las inaplazables para el Jubileo de 2025.
El proyecto tendrá un cambio respecto al original: no se construirá la segunda cubierta que faltaba y al dejarla abierta se creará un estadio para eventos, espectáculos, reuniones y conciertos. Para el mantenimiento del estadio techado y la construcción del parque de 50 hectáreas se han destinado 13 y 20 millones de euros.
Realizar la cubierta con el característico entramado de vigas habría sido más complicado y costoso, alargando demasiado el plazo más allá de 2025. Baste decir que el coste inicial sobre el papel previsto en 2005 era de 60 millones de euros, pero en 2007 el presupuesto ya había aumentado a 240 millones y la estimación final preveía un gasto de 660 millones, incluida la construcción de los dos lagos artificiales que debían flanquear el par de estadios para formar los pétalos de un trébol de cuatro hojas en el otro. Los dos estadios tienen una planta elíptica con una estructura de hormigón armado con deflectores, dispuestos radialmente en torno a un único centro, la cubierta de vigas de acero con sus 203 arcos (de geometrías y tamaños diferentes, desde unos 37,0 m para el más pequeño hasta unos 147,0 m para el más grande) tiene 75 metros de altura y para construirla se necesitaron 6,8 millones de kg de hierro (tanto como el utilizado para la Torre Eiffel). Completan la zona una torre de 90 metros de altura para la universidad y alojamiento para 1.500 estudiantes, así como otras instalaciones deportivas al aire libre, como pistas de atletismo, piscinas exteriores y pabellones para exposiciones y muestras.
Ahora, dentro de 12 meses, la estructura, aunque modificada en su diseño, podrá volver a la vida gracias al Jubileo, evitando dejarla abandonada como la clásica catedral en el desierto.
Roma, Velas de Calatrava terminadas para el Jubileo de 2025 |
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