Roma, una activista animalista se desnuda en protesta en los Museos Capitolinos bajo la Loba

Una mañana diferente a lo habitual la de hoy jueves 8 de febrero en los Museos Capitolinos, donde tres activistas de Rebelión Animal llevaron a cabo una acción: uno de ellos, en concreto, se desnudó delante de la estatua de la Loba Capitolina, mientras que otros dos, tras lanzar falsas telarañas moradas a la estatua de Marco Aurelio a caballo, se pegaron al suelo delante de la obra, llevando camisetas con los lemas “No más animales en los circos” y “Rebelión Animal Futuro Vegetal”.

La acción, explicó Animal Rebellion en un comunicado, forma parte de la Campaña Kimba, que comenzó el 1 de febrero con una acción de desobediencia en la Piazza del Popolo, en pleno centro de la capital. La campaña de desobediencia civil nació y se inspiró en el episodio de Kimba, el león que se escapó del circo el pasado 11 de noviembre en Ladispoli. “Obligado a actuar casi todos los días sólo para volver a una jaula estrecha”, dicen los animalistas, “Kimba elige escapar del régimen de agonía y explotación al que está sometido. La huida de Kimba es, por tanto, un acto de rebelión, resistencia y autodeterminación del que, como seres humanos, tenemos todo que aprender. A través de las acciones directas no violentas de la Campaña, el movimiento Rebelión Animal quiere conseguir la abolición del uso de animales no humanos en los circos y su ”Liberación".

La petición de Ribellione Animale al gobierno italiano, como movimiento de resistencia civil no violento, es poner fin a la explotación de animales en los circos de todo el país mediante la emisión inmediata de un decreto legislativo que implemente el Artículo 2, Párrafo 1 de la Ley Nº 106/2022. La Ley nº 106 de 2022 ya ha sido aprobada por el Parlamento y, por tanto, está en vigor, pero el gobierno no la hace efectiva, sino que sigue financiando estos abusos. Ribellione Animale también exige que todos los animales que actualmente se ven obligados a actuar en los circos italianos sean liberados y devueltos a su hábitat natural cuando sea posible, o que sean trasladados a santuarios para animales exóticos, con espacios que se ajusten a su etología y sean capaces de satisfacer sus necesidades.

“Incluso estas estatuas -afirma María Sofía, activista de Rebelión Animal- dan testimonio de la explotación animal. Es absurdo indignarse porque protestamos sin estropearlas y, al mismo tiempo, no enfadarse por la crueldad que se obliga a soportar a los animales no humanos en circos y granjas de cría. La tomamos con los monumentos no para dañarlos, sino para mostrar cómo la celebración antropocéntrica inscrita en ellos sigue siendo aceptada en el presente: ahora como en el pasado se considera normal utilizar a los individuos no humanos para los intereses de nuestra especie, convirtiéndolos en productos de entretenimiento y matándolos para un consumo alimentario violento, injusto e insostenible. La ganadería está entre los principales culpables de la crisis ecoclimática; si seguimos así, ni siquiera tendremos futuro en nuestro planeta. Pedimos al Gobierno que ponga fin a las subvenciones públicas a las explotaciones ganaderas, y que aplique la ya existente ley nº 106 de 2022 que ilegaliza los circos con animales, para así eliminar una violencia que debería quedar empolvada y llena de telarañas en la historia”.

Al final de la acción, los tres activistas y el fotógrafo que los acompañaba fueron llevados a comisaría e identificados, pero de momento no se ha tomado ninguna medida contra ellos.

Roma, una activista animalista se desnuda en protesta en los Museos Capitolinos bajo la Loba

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