Polémica en el Vaticano por la posibilidad de que el magnate estadounidense Bill Gates abra un hotel a poca distancia de la basílica de San Pedro. El trasfondo de la historia lo desveló hace unos días el Corriere della Sera: Según el diario milanés, el grupo Four Seasons, la famosa cadena de hoteles de lujo propiedad en un 75% del fundador de Microsoft, se habría adjudicado (aunque por ahora la noticia es extraoficial) la gestión, sacada a concurso por la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, del renacentista Palazzo della Rovere (o Palazzo dei Penitenzieri), un austero edificio renacentista situado en Via della Conciliazione, a unos 300 metros de San Pedro, y hoy sede de la Orden del Santo Sepulcro, que es su propietaria.
Hay que precisar que un hotel en el Palazzo della Rovere (que, además, está catalogado y conserva sus frescos renacentistas) no sería una novedad: hasta 2018, de hecho, parte del edificio estaba ocupado por el histórico Hotel Columbus, que cerró ese año por no renovación del contrato de arrendamiento. El local, por tanto, quedó vacío y la Orden decidió convocar un concurso para encomendar su gestión. Así, a finales de 2020, informa el Corriere, la Orden “había lanzado una licitación pública para dar la gestión de la propiedad a una importante cadena hotelera, una marca internacional capaz de garantizar ingresos robustos, útiles para apoyar las misiones a favor de los cristianos en Tierra Santa, sin contravenir las líneas de moralidad en el cuidado de los bienes terrenales que el Papa Bergoglio no se cansa de repetir”. De hecho, la licitación especificaba que el hotel podía ser, como máximo, un “4 estrellas superior”: por tanto, nada de lujo ni ostentación, para evitar “las imágenes chocantes de multimillonarios paseando un poco más allá, de regreso de una cena suntuosa o de una sauna tonificante, bajo los pórticos atestados de guardarropa en el tramo final de la Via della Conciliazione o a la salida del comedor social, detrás de la columnata de Bernini”.
La Orden recibió no menos de 60 manifestaciones de interés, que luego redujo a 10, por lo que en el verano de 2021 los aspirantes seguían siendo tres (Four Seasons, Blastness/Ripetta y Omnia/Lazzarini), excluyendo a famosas cadenas como Hilton y Marriott. Bill Gates resultó ganador por la oferta considerada más ventajosa. Surgió la polémica sobre el perfil que tendrá el hotel: el Four Seasons del Palazzo dei Penitenzieri, según el proyecto, tendrá 64 habitaciones, más 11 suites y 2 supersuites. Y además habrá dos restaurantes con estrellas, un centro de bienestar, un gimnasio y un aparcamiento subterráneo. ¿Y los precios? A partir de 490 euros por noche, no es precisamente un hotel asequible. Y ahora hay quien promete batalla, como la cadena hotelera Centurion, que anuncia llamamientos: “El Vaticano necesita de todo menos nuevos escándalos”, dijo al Corriere Giovanni Gomiero, responsable de desarrollo para la zona de Italia y el Mediterráneo. “Pero en este caso es difícil ignorar lo ocurrido. Tampoco fueron muy listos. Podrían no haber convocado el concurso y haber optado por una adjudicación directa, pero una vez que se convoca el concurso no se puede hacer caso omiso de las normas: Four Seasons, como es bien sabido, opera en el sector de lujo de cinco estrellas, no por debajo, como se preveía en el concurso. Además, no participó formalmente en la licitación, ya que fue incluida en una fase posterior. Y, por último, parece que no aceptó el pliego de condiciones que todos firmamos”. Centurion, además de recurrir, también estudiará una demanda colectiva y una denuncia ante la Gendarmería Vaticana, que también tiene funciones similares a las de la Guardia di Finanza.
Four Seasons, por su parte, se ha limitado a decir: “Continuamos las negociaciones preliminares para el alquiler y la gestión de una parte del Palazzo della Rovere para uso hotelero. En caso de que estos acuerdos lleguen a buen puerto, Four Seasons actuará como gestor del hotel en nombre de Fort Partners y de la Orden del Santo Sepulcro con el objetivo de crear una experiencia basada en la calidad, el servicio y la atención”. Sin embargo, en la carta que la cadena hotelera, decepcionada por la noticia filtrada por el Corriere, envió al mismo periódico, no hay referencias a cómo será el hotel.
La propia Orden del Santo Sepulcro, sin embargo, no parece haberse tomado bien los planes de Bill Gates. El Corriere informa de un fuerte descontento entre los prelados más cercanos al Papa Francisco, y sobre todo informa de que el asesor jurídico de la Orden, el abogado Giovanni Merla, envió al gobernador de la Orden, Leonardo Visconti di Modrone, y al diputado Jean-Pierre Marie de Glutz-Ruchti, una carta con las conclusiones de la reunión entre la propia Orden y Four Seasons celebrada el pasado 21 de abril. Entre los elementos impugnados por el abogado figuraba la “falta de toda documentación” de los participantes (y, por tanto, la falta de par condicio, ya que las demás empresas que participaron en el concurso habían aportado documentación pública: se había fijado, por tanto, un plazo de 25 días para una due diligence sobre el grupo) y, en consecuencia, el hecho de que era “vergonzoso [.... que la Orden siga tratando con personas que no se han cualificado”, y de nuevo el hecho de que Four Seasons decidiera que el contrato lo firmara una tercera empresa porque “en caso de traspaso” u otros problemas “la Orden no podría reclamar”. También se impugna la “no sostenibilidad económica de la operación”, ya que los costes del proyecto de Four Seasons “exigen que sea un hotel de lujo de cinco estrellas, con habitaciones que oscilan entre un mínimo de 1.000 y 2-3.000 euros por noche”. La prioridad, sin embargo, sigue siendo evitar enredos legales.
En la foto, Via della Conciliazione: el Palazzo della Rovere es el primero a la izquierda. Foto Wikimedia/Trolvag
Roma, polémica por el hotel de lujo que Bill Gates proyecta a tiro de piedra de San Pedro |
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