El enfrentamiento político en Francia en torno a la reconstrucción de Notre-Dame se ha recrudecido: el tema de discordia es el proyecto de ley que concedería al Gobierno la posibilidad de saltarse las normas de protección para acelerar el proceso que llevará a la catedral de París a tener un nuevo tejado. En concreto, elproceso se detuvo bruscamente el pasado 4 de junio tras un enfrentamiento entre la Cámara de Representantes y el Senado.
El choque se centró en el artículo 9 del proyecto de ley, el que permitiría al Gobierno saltarse las normas de protección y urbanismo. Fuertes desacuerdos entre los miembros de las dos asambleas, con “una parte de los diputados que se niega”, reza una nota de la Comisión de Cultura del Senado, “a aceptar la supresión por el Senado de un artículo inútil y peligroso que ha suscitado la preocupación de los especialistas del patrimonio”, han provocado el estancamiento del proceso legislativo. La presidenta de la Comisión de Cultura del Senado, Catherine Morin-Desailly, lamenta que “se haya suprimido de un plumazo la totalidad de las disposiciones adoptadas por el Senado para enriquecer, clarificar y asegurar jurídicamente el articulado de un proyecto de ley redactado a toda prisa”. Y el senador Alain Schmitz, encargado por el Senado del seguimiento delproceso, se comprometió a “comprobar la naturaleza y el alcance de las medidas adoptadas por el Gobierno en el marco de la obra de construcción de este monumento simbólico de nuestro patrimonio nacional” y a “verificar que ningún euro gastado por el Estado en la restauración de Notre-Dame penaliza otras obras y otros monumentos”. Por último, Schmitz lamentó que “el respeto de las normas de protección del patrimonio no sea objeto de un consenso unánime entre los parlamentos”.
De hecho, el Senado había transformado el primer proyecto de ley para hacerlo más conforme a la normativa, pero el desacuerdo de los diputados detuvo todas las operaciones. Se trataba, al fin y al cabo, de un proyecto legislativo (señalaron varios senadores) hecho con prisas y a raíz de un anuncio del presidente de la República, Emmanuel Macron, que desearía ver cerradas las obras en un plazo de cinco años. Un plazo demasiado corto, según todos los expertos.
En la foto: la catedral de Notre-Dame tras el incendio. Foto Crédito
Reconstrucción de Notre-Dame, un choque por la ley que eludiría las normas de protección |
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