La protesta de los trabajadores precarios de las bibli otecas que salieron a la calle hace un par de semanas para exigir la reapertura de las bibliotecas de Florencia ha dado en el blanco. De hecho, en la capital toscana sólo estaban abiertas cinco bibliotecas de un total de trece, con horarios limitados y servicios reducidos únicamente al préstamo con reserva.
La situación por fin ha cambiado, y a partir del 13 de julio se reactivarán todos los servicios: préstamo, servicio de sala de lectura, servicio de consulta, para once bibliotecas. Y con horario completo. Por tanto, se vuelve a estudiar y leer en las salas de lectura de las bibliotecas municipales, y a consultar libros en estanterías abiertas, aunque con medidas de seguridad para contener el contagio del coronavirus (mascarilla obligatoria, higiene de manos obligatoria, distancia física obligatoria). Además, los contratos de los trabajadores contratados (algo menos de un centenar, incluidos los trabajadores a tiempo parcial) no se ven afectados. Así, a partir del 13 de julio se reabrirán seis bibliotecas que estaban cerradas: Palagio di Parte Guelfa, Thouar, De André, Pieraccioni, Galluzzo y Orticoltura). Para el acceso a las salas, se mantendrá el sistema de reservas y se organizará un servicio de vigilancia para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad. Los libros que se devuelvan del préstamo se pondrán en “cuarentena” durante un periodo de siete días, con el fin de garantizar la salubridad frente a posibles contagios. En cambio, los libros que se entreguen para consulta no estarán sujetos a este periodo de aislamiento, ya que sólo podrán tocarse con equipos de protección individual.
“Por fin”, ha declarado el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Florencia, Tommaso Sacchi, “podemos anunciar la reactivación de un servicio fundamental para los ciudadanos, con las medidas de seguridad necesarias para proteger a usuarios y trabajadores. Hemos atravesado semanas difíciles y la noticia de la reapertura ha sido un resultado inesperado y, además, proporciona una gran tranquilidad a los trabajadores que el Ayuntamiento tiene en gran estima”.
“Los bibliotecarios”, añadió Sacchi sobre los trabajadores, “siguen teniendo un valor incalculable para que las bibliotecas cívicas funcionen. Hay un contrato que verá su reactivación con la recuperación del tiempo de suspensión, debido al cierre, que va del 7 de abril al 13 de julio. Durará hasta principios de octubre y luego habrá una prórroga técnica, prevista por el código de contratación, hasta la próxima primavera, hasta marzo de 2021. Entonces se hará una selección, mediante concurso público, para una nueva asignación de servicios”.
“Como Comisión, hemos seguido de cerca la historia de las bibliotecas florentinas. Hemos promovido numerosos encuentros, también porque las bibliotecas no son sólo un lugar de cultura sino que son, sobre todo, una guarnición pública gratuita y accesible en el territorio para la cultura pero también para la educación y la socialidad. Las bibliotecas son un ejemplo de la amplia sociedad interconectada, multicultural y multigeneracional que pretendemos apoyar en este municipio. Siempre que conseguimos reabrir y activar un servicio, después de la fase de pandemia que sufrimos, es positivo”, ha declarado Laura Sparavigna, Presidenta de la Comisión de Educación, Trabajo y Formación del Ayuntamiento de Florencia. “Estamos esperando al concejal en la Comisión pero, de momento, estoy satisfecha de que se hayan garantizado y protegido los derechos, las actividades y la calidad del trabajo de nuestros trabajadores”. El servicio de biblioteca sigue siendo uno de los pocos servicios verdaderamente accesibles y totalmente gratuitos que consigue llegar a todos y cada uno de los segmentos de la sociedad".
“Estamos muy contentos de volver a nuestros lugares de trabajo y de que por fin haya una fecha cierta para la reapertura”, declaran los trabajadores precarios de las bibliotecas florentinas. “Sin embargo, nos gustaría recordarle al alcalde Dario Nardella que en Florencia las puertas de la cultura estuvieron cerradas durante más de tres meses para un centenar de trabajadores y se abrieron después de unos dos meses golpeando en vano. Además, muchas puertas de locales culturales siguen cerradas. Sin duda es una buena noticia, pero esperamos que sea una promesa de un nuevo comienzo y no una vuelta a una ”fea normalidad".
En la foto, una sala de lectura de la Biblioteca Oblata de Florencia. Foto Crédito.
Reapertura de las bibliotecas en Florencia: victoria de la protesta obrera y ciudadana |
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