Promos y fracasos de los Pabellones en la Bienal de Venecia 2022. El marcador


Una novedad de nuestra redacción para la Bienal de Venecia 2022: el boletín de notas de los Pabellones Nacionales. Al estilo de los periódicos deportivos, bromeando y dando algunas pistas, ¡he aquí los ganadores y perdedores según Finestre sull'Arte!

Con motivo de la edición de 2022 de la Bienal de Venecia, hemos elaborado un boletín de calificaciones de los pabellones nacionales para comunicar nuestras impresiones. Al estilo de los boletines de notas de los periódicos deportivos, con la pretensión de no ser completos pero sí de dar algunas pistas y ser lúdicos, he aquí pues los promocionados y reprobados (por ahora hemos limitado la selección a algunos pabellones de los Giardini y del Arsenale, por lo que no encontrará ninguno de los pabellones fuera de las dos sedes principales), según la redacción con votos y comentarios. Por orden alfabético.

Albania

Miniexposición monográfica dedicada a un artista, Lumturi Blloshmi (1944-2020), uno de los orgullos del arte contemporáneo en el país balcánico. Comisariado serio, selección interesante, una figura a explorar en profundidad. Lástima de la cohabitación con el pabellón de Nueva Zelanda con el que comparte espacio. Pequeño descubrimiento. Valoración: 7 y medio

Albania
Albania

Arabia Saudí

Un megabiscuit cubierto de pelo que quiere ser un árbol que consume espacio pero que, como un amigo sabio, quiere exhortarnos a aprender de la naturaleza. Consumirá espacio, pero dentro del pabellón uno se desenvuelve bien, incluso sin mirar su enorme presencia, y el sabio más que enviar mensajes, según la descripción oficial, respira (intenten sentir). Los árabes están entre los mejor vestidos de la Bienal, pero la obra de Muhannad Shono no es nada especialmente nuevo ni emocionante. Amigo peludo. Puntuación: 4

Arabia Saudí
Arabia Saudí

Argentina

De la obra de Mónica Heller uno recuerda sobre todo la paloma parlante (o es una voz hablando de la paloma, no se sabe bien porque el pico no está sincronizado con el audio). Luego hay vídeos con diversos personajes. La inspiración, dice el artista, está tomada de los “diseños arquitectónicos multisensoriales” de las salas de bingo que, al parecer, están por todas partes en Argentina. Pero también en Italia. Un poco confuso. Soy el Rey del Bingo Bong. Voto: 5

Argentina
Argentina

Australia

Nada más entrar hay un ruido furioso, el que produce la guitarra eléctrica de Marco Fusinato amplificada para producir ruido. Detrás de una megapantalla por la que pasan imágenes aleatorias (en la foto oficial hay una bella Ligozzi, no se entiende la conexión). En la entrada, unos carteles advierten de lo que está por venir. Desastres más que el nombre del proyecto nos parece el resultado. Aridatece Russolo y sus intonarumori, y díganselo a los australianos que vienen cien años después y sin el mismo encanto. Ruidosos ya vistos. Votei: 2

Australia
Australia

Austria

Estamos en los 60 hasta el cuello, el proyecto de Jakob Lena Knebl y Ashley Hans Scheirl (merece la pena visitar el pabellón sólo por esperar encontrarlos a los dos concediendo alguna entrevista, os lo aseguramos), entre revolución sexual, estatuas rascándose las nalgas y atmósferas de Korova Milk Bar es un viaje lisérgico que podemos situar fácilmente entre lo más bonito de esta Bienal. Paz, amor y ácido. Voto: 8 y medio

Austria
Austria

Bélgica

Francis Alÿs es uno de los mejores artistas del panorama mundial y lo confirma arrastrándonos a un mundo de niños con su The Nature of Game, todo dedicado a la naturalidad del juego. Las imágenes de pandemias, de niños en escenarios de guerra, de emigrantes cruzando el desierto nos hacen reflexionar. Para los que conocen a Alÿs, nada nuevo, pero las imágenes de las dos salas laterales sorprendieron a muchos. Niños (?) felices. Voto: 8

Bélgica
Bélgica

Brasil

Tome a Oldenburg, Dalí y Lichtenstein (pero también a todos esos artistas que hacen esculturas reproduciendo partes del cuerpo en dimensiones exageradas), mézclelos y trocéelos: la receta le dará como resultado la obra de Jonathas de Andrade para el pabellón brasileño. Toda una serie de proverbios brasileños sobre el cuerpo (para quien le apetezca) sirve de comentario. Las partes del cuerpo que se encuentran esparcidas por todas partes también aluden a dichos. La idea es dar vida, según la descripción oficial, a las “sensaciones sentidas por un cuerpo brasileño imaginario” que sea “capaz de captar y transmitir el momento histórico que vivimos en toda su complejidad”. Quizás no se eche tanto de menos, pero al menos la obra es entretenida. Con las orejas, con las orejas, adiós. Voto: 5

Brasil
Brasil

Canadá

Stan Douglas aporta cuatro fotos de diversos líos que han estallado en todo el mundo (Primavera Árabe, enfrentamientos tras un partido en Canadá, etc.), con una videoinstalación sobre una colaboración entre músicos británicos y egipcios. Un proyecto pobre que no deja huella. Humor inconsciente. Voto: 3

Canadá
Canadá

China

El proyecto chino se llama Meta-Scape. La obra, leemos, “relaciona la imagen ecológica o de sistema presentada por ’scape’ con el contexto humano actual representado por ’hombre-tecnología-naturaleza’ [...]. ’Scape’ es un término en evolución en la narrativa de la cultura tradicional china. Meta-Scape pretende retratar la ”estructura de comprensión“ creada por la nación china en un proceso de inclusión y transformación del mundo, y explorar los hitos de la civilización indicados por la humanidad para la coexistencia del mundo futuro utilizando el concepto de ”Scape“ de la cultura tradicional china como concepto clave y manteniendo al mismo tiempo la actitud de trascender el tiempo indicada por la palabra ”Meta". Signifique lo que signifique. Al final son dos árboles, tres arbustos y dos zarzas en miniatura. Metabolismo. Puntuación: 3

China
China

Corea del Sur

Largas colas a todas horas (todos habrán visto Squid Game) para entrar a ver las inquietantes máquinas de Yunchul Kim, que con su proyecto Gyre razona sobre lo no humano y lo material a través de sus “instalaciones patafísicas” (así se describen). En efecto, el proyecto tiene cierto atractivo, pero su impacto es escaso, quizá porque ya hay decenas de artistas que crean máquinas similares. Gira la pelota. Puntuación: 6

Corea del Sur
Corea del Sur

Dinamarca

Uffe Isolotto imita a Cattelan con su centauro colgante, un poco Novecento y un poco la última obra que el artista paduano presentó en Milán, y lo sitúa en montones de tierra y objetos esparcidos aquí y allá (al parecer los de una hipotética familia cuyo destino desconocemos) que pretenden evocar la vida rural danesa, mezclando recuerdos e hiperrealismo, humano y transhumano, ciencia ficción y tradición. Pero, ¿por qué? Nervios tensos que cuelgan de los caballos. Puntuación: 3 y medio

Dinamarca
Dinamarca

Egipto

En la Bienal de 2019 premiamos a Egipto con la palma del pabellón más feo y esta vez, también, los egipcios se esfuerzan por confirmarse al nivel de hace tres años. “La tierra prometida donde la leche y la miel fluyen en ríos” en una “guerra eterna” del ser humano “entre su naturaleza instintiva e intencional”, dicen. Colgados del techo, sin embargo, prácticamente vemos pechos gigantes (lo que evidentemente justifica que la leche fluya a raudales) donde se proyectan simultáneamente vídeos. Videoettes. Calificación: 3

Egipto
Egipto

Estonia

El país báltico alquila el antiguo pabellón de Holanda y se presenta muy bien en la primera edición de Giardini: Orchidelirium es una forma muy interesante de hablar del colonialismo, desde el lado de la explotación ecológica. Dentro del pabellón también hay historias olvidadas. En el centro se puede ver el huecograbado chorreando cintas. Botánica mecánica. Voto: 7

Estonia
Estonia

Finlandia

Close Watch es la videoinstalación de Pilvi Takala, que lleva a Venecia su experiencia como guardia de seguridad para hablar de seguridad y control. Sin embargo, es prácticamente una película, con un contenido bastante aburrido y algo flojo. Verla en un banco, en un entorno estrecho y con gente entrando y saliendo a todas horas no es precisamente lo ideal (y ya desconfiamos bastante de las obras de vídeo). Juramos que volveremos a verla alguna vez. Puntuación: 5

Finlandia
Finlandia

Francia

¿Conoce el Museo Nacional del Cine de Turín? ¿Las salas donde hay reconstrucciones de los ambientes de los distintos géneros cinematográficos? Zineb Sedira ha hecho lo mismo, sólo que con el cine franco-argelino de los años sesenta. El resultado es una inmersión total (también hay mucho cine real en la última sala), con un gran efecto. Y frente al bar, al entrar, puede que incluso vea bailar un tango. Biennale Cinema. Votación: 7 y medio

Francia
Francia

Alemania

Maria Eichhorn friega las paredes del pabellón alemán y pega algunas frases suyas aquí y allá para “centrarse en la historia del pabellón alemán”, dice la presentación. En Italia hay miles de edificios que sacan a relucir su historia; son los llamados “no agrupados”, como se suele decir. Mínimo sindical. Votación: 3

Alemania
Alemania

Ghana

Black Star, además de ser el último disco de David Bowie, es también el nombre del proyecto del país africano, que pretende hacer referencia a la estrella que aparece en el centro de la bandera ghanesa. En el interior, instalaciones y pinturas de tres artistas, Na Chainkua Reindorf, Diego Araúja y Afroscope. Escénico, pero nada del otro mundo: hace que uno se arrepienta del pabellón de Ghana en la última Bienal, era de lo mejorcito. Estrellas fugaces. Voto: 5

Ghana
Ghana

Japón

Aquí también hay una cola larguísima para entrar a ver cuatro espejos en los que se proyectan frases con láser dentro de una sala oscura. Las frases, explica el colectivo Dumb Type que diseñó todo el conjunto (uno se pregunta por qué hicieron falta varias mentes para pensarlo), están tomadas de un libro de texto de geografía de los años 50 y “plantean preguntas sencillas pero universales”. Todo ello en diálogo con el espacio vacío del centro de la sala. Si imprimieras un folleto, lo harías más rápido. Voto: 2

Japón
Japón

Gran Bretaña

Un interesante homenaje a las vocalistas negras británicas: éste es el proyecto de Sonia Boyce. Entras y oyes cantar por todas partes, en las paredes figuras geométricas e imágenes que ambientan y casi parecen traducir lo que cantan las artistas en las pantallas. Música negra. Votación: 7 y medio

Gran Bretaña
Gran Bretaña

Islandia

Perpetual motion, de Sigurður Guðjónsson, es un vídeo en el que un “flujo de energía” recorre continuamente los conceptos de espacio, energía y tiempo. Fabrizio Plessi lleva años haciendo las mismas cosas (de hecho, las hace mejor, y es el original) y, sin embargo, hacía tiempo que no le veíamos en la Bienal. Para la próxima edición, se propondrá disfrazarlo de vikingo. Entonces, Perpetuo: quitarán el vídeo en noviembre como sea. Perpetuo por tiempo limitado. Voto: 3

Islandia
Islandia

Italia

Gian Maria Tosatti nos lleva al interior de una fábrica. A quien tenga un poco de memoria, le recordará mucho a ciertos proyectos de Mike Nelson, desde El arrecife de coral hasta el pabellón de Gran Bretaña en la Bienal de 2011. Allí hablaba de memoria histórica, aquí de “historia de la noche” y “el destino de los cometas” para ofrecer al público una alegoría del milagro económico italiano desde su auge hasta su declive y luego hasta los cometas finales (¿o luciérnagas? que igual no están en el mar). Al alma poética de nuestro director, la máquina de coser Singer le recordaba a la que utilizaba su bisabuela costurera. Al resto del equipo, más prosaicamente, una instalación de Kounellis, igualmente hecha de máquinas de coser. En resumen, sobre originalidad habría mucho que discutir. Sin embargo, la atracción de Tosatti es perfecta para la Bienal del Luna Park. Y hay que reconocer que la atracción es evocadora y de gran impacto. Metal industrial. Valoración: 6 y medio

Italia
Italia

Kosovo

Jakup Ferri presenta un entorno rebosante de bordados, pinturas y arte outsider como si lloviera: como si no hubiera suficiente en la exposición internacional. En cualquier caso, después de salir de la oscuridad que envuelve Arabia Saudí y Argentina, un poco de color no viene mal. Dentro Fuera. Puntuación: 4 y medio

Kosovo
Kosovo

Letonia

Cuando uno llega al pabellón, tiene la impresión de entrar en una pequeña tienda de baratijas: son las cerámicas del dúo Skuja Braden (Inguna Skuja y Melissa D. Braden), todas dispuestas en mesas y estanterías. La instalación, dicen, “explora las áreas mental, física y espiritual dentro del hogar de las artistas”. En los jarrones se representa a gente trompeando desde todos los lados y en todas las posturas, y sobre la mesa central se cierne también una araña de falos que parecen llover sobre el público en cualquier momento. Haríamos cualquier cosa para que nos invitaran a cenar a su casa. Le damos una generosa suficiencia porque es divertido, pero sobre todo es uno de los raros momentos en que vemos cerámica en la Bienal. Gallos locos. Votación: 6 y medio

Letonia
Letonia

Luxemburgo

Este es el proyecto de una gloria artística local, Tina Gillen, que crea un entorno con pinturas e instalaciones que hacen referencia al tema de la vivienda, uno de sus caballos de batalla, pero también al paisaje. Los cuadros son de tamaño monumental, se caracterizan por su planteamiento geométrico y minimalista, y el diálogo con la instalación de madera es acertado. Es el contenido el que resulta quizá un poco esquivo cuando se lee en relación con las Salas de Armas, como quiere hacer Gillen. La obra, sin embargo, se sostiene. Beach House. Calificación 7½

Luxemburgo
Luxemburgo

Malta

El pabellón de Malta es quizás el más peculiar: el comisariado se confía a la extraña pareja formada por un conocido caravaggista, Keith Sciberras, y un contemporáneo, Jeffrey Uslip, para dar vida a un singular homenaje a Caravaggio imaginado por Arcangelo Sassolino y dos artistas malteses, Giuseppe Schembri Bonaci y Brian Schembri. La Decapitación del Bautista, cuadro de Merisi conservado en la catedral de La Valeta, su única obra firmada, se evoca con una instalación en la que gotas de acero fundido caen en charcos de agua aludiendo a elementos de la Decapitación. La luz caravaggesca está ahí, la instalación es poderosa, pero la conexión con Caravaggio se le ha escapado a muchos (la reevocación de la obra es, sin embargo, ante todo un hecho mental, una idea que hay que experimentar, y así es como quizá deba leerse la instalación). Caravaggio en la Bienal. Puntuación: 6 y medio

Malta
Malta

Nueva Zelanda

Si quiere saber cómo se identifica el género no binario en Samoa, visite el pabellón de Nueva Zelanda, donde Yuki Kihara trae una serie de fotografías de fa’afine (que significa “como una mujer”), término con el que se identifica a las personas no binarias. En cierto modo, también se trata de descolonizar a Gauguin. Pero Paradise Camp, con esas imágenes saturadas casi hasta lo inverosímil, nos pareció más bien un álbum de fotos de un viaje al Pacífico. Pueblo de vacaciones. Puntuación: 4

Nueva Zelanda
Nueva Zelanda

Países Nórdicos

Para la ocasión, el Pabellón Nórdico se ha convertido en el Pabellón Sami, exponiendo obras de Pauliina Feodoroff, Máret Ánne Sara y Anders Sunna que representan el Sápmi, la patria de los samis, el último pueblo indígena de Europa. Entre pintura, escultura e instalaciones olfativas, la amalgama es excelente. Mención especial para el joven pintor Anders Sunna que, en nuestra opinión, es la revelación de esta Bienal por sus cuadros eficaces, de fuerte connotación política. Una forma diferente y poco convencional de hablar de descolonización. Muchos Sami. Voto: 9

Países nórdicos
Países nórdicos

Perú

Un viaje a la historia de Perú en los años 80, en la época de Sendero Luminoso, de la mano de Herbert Rodríguez que reúne en una instalación sus obras de los años 80, cuando participó activamente en los enfrentamientos. Un interesante viaje a una historia poco conocida en nuestras latitudes. Algunas dudas sobre la disposición de las obras y la presentación al público. Anarquía en el Perú. Calificación: 6 y medio.

Perú
Perú

Polonia

La artista polaca Malgorzata Mirga-Tas reinterpreta los frescos del Palacio Schifanoia de Ferrara en clave romaní. Es curioso que en la Bienal que pretende superar el llamado tópico renacentista del hombre que es la medida de todas las cosas, llegue la obra renacentista que lo desmiente. Por lo demás, el habitual arte outsider que sin duda divertirá a los conocedores del arte del siglo XV. Gitano Del Cossa. Voto: 5

Polonia
Polonia

Serbia

Tenemos el mar a tres kilómetros de nuestra oficina, así que vemos la instalación de Vladimir Nikoli&cacute prácticamente todos los días, pero entendemos el entusiasmo que puede despertar en un país sin salida al mar. Hay dos vídeos gigantescos, uno que proyecta imágenes del mar y otro que muestra al artista nadando en la piscina. Obsérvese que el artista ha necesitado tres años de trabajo para llegar a pensar de este modo en el valor del agua. El sabor de la sal. Votación: 3

Serbia
Serbia

Eslovenia

Si no te has empolvado bastante los zapatos paseando por los jardines y exteriores del Arsenale, el pabellón esloveno te da el golpe de gracia: hay arena en el suelo, pero tampoco de la gruesa. Es la arena fina, al estilo de Romaña, que se te mete en los zapatos como un placer. Ponga los pies en alto. El porqué de esta idea, sin embargo, se nos escapa. Es una pena, porque Marko Jakše, con su surrealismo desconcertado, es uno de los artistas más apreciables de esta Bienal y sus cuadros atraen y fascinan. Playa Tropicana. Votación: 7 y medio

Eslovenia
Eslovenia

España

Ignasi Aballí modifica los cubos del Pabellón de España para “corregir” el edificio, ligeramente desalineado con sus vecinos, Bélgica y los antiguos Países Bajos (ahora Estonia). En el interior no hay nada, se lo decimos nosotros. Aparte de la luz que entra por las ventanas e interactúa con las paredes blancas, para Aballí se trata también de una obra de arte. Nuestro Luca Rossi, que lleva años machacándonos en las redes sociales con el mismo concepto, estará encantado; puede decir que tiene un epígono ibérico. ¿Listo el topógrafo? Voto: 3

España
España

Estados Unidos

Todos conocemos a Simone Leigh y Estados Unidos se confirma como uno de los pabellones de mayor calidad. Tras las últimas excelentes ediciones (memorable la de Mark Bradford en 2017) aquí llegan las mujeres negras de Simone Leigh reflexionando sobre el cuerpo femenino, la diáspora africana, los afroamericanos, todo ello con obras monumentales en bronce y cerámica. También se transforma el exterior. Una obra excelente. Black Power. Voto: 8

Estados Unidos de América
Estados Unidos de América

Sudáfrica

Sudáfrica quiere que pensemos en cómo la pandemia puede producir oportunidades presentando obras de artistas que trabajaron durante la pandemia (por lo que el mismo argumento puede extenderse a prácticamente toda la Bienal). Tres artistas, Roger Ballen, Lebohang Kganye y Phumulani Ntuli, entre fotografía e instalaciones. El pabellón quiere conducir al público a un “proceso de autodescubrimiento”, pero averiguar ya lo que las obras quieren decirnos sería de por sí un excelente resultado. Pandemónium. Puntuación: 4

Sudáfrica
Sudáfrica

Suiza

Nada más entrar, montones de basura esparcidos por todas partes y te preguntas si hemos ido en la dirección correcta. Luego lo mismo pero bañado en luz naranja y finalmente un ambiente oscuro. Esos enormes troncos de madera son esculturas inspiradas en la estatuaria popular (lo será), y los cambios de luz imaginados por la artista, Latifa Echakhch, pretenden hacernos “ver” la música del percusionista Alexandre Babel, uno de los dos comisarios. Mostrar la música es una de las hazañas más difíciles para un artista. Notas de dolor. Puntuación: 4

Suiza
Suiza

Turquía

Junto con Bélgica, nos encontramos en el pabellón más lírico de la Bienal. Füsun Onur, artista experimentado, nos cuenta la historia de un viaje de Estambul a Venecia con sus pequeños personajes hechos de alambre, como los que hacíamos con una jaula de espumoso cuando éramos niños. Una de las obras más delicadas de la Bienal de Venecia. Minimalismo y poesía. Calificación: 8 y medio.

Turquía
Turquía

Ucrania

La fuente de Pavlo Makov es un proyecto en el que el artista ucraniano lleva trabajando varios años y que simboliza la paradoja, leemos en la presentación, del “río que desemboca en otro, y sin embargo ambos se secan y se secan”. La obra funciona, lástima que se haya instalado en lo que es prácticamente una zona de paso y que las luces procedentes del pabellón de Kosovo, situado al lado, amortigüen un poco su carga. Además, seamos realistas: Makov (en la foto de la izquierda) trabajó en este proyecto en Kharkiv bajo las bombas, los comisarios llevaron las piezas de la fuente a Venecia como pudieron y la obra ya está allí. Aplausos para este gran equipo que a pesar de todo consiguió estar allí. Valor y respeto. Puntuación: 7 y medio

Ucrania
Ucrania

Hungría

El pabellón húngaro trae a Venecia las obras de Zsófia Keresztes, que cita a Schopenhauer y crea una exposición en cuatro secciones (que, para ser sinceros, parecen todas un poco iguales) con grandes esculturas cubiertas de mosaicos y atadas unas a otras con cadenas que se arrastran por todo el pabellón. Se supone que son fragmentos de cuerpos que intentan “alcanzar su forma definitiva”. Un viaje onírico un poco alargado. Fragmentos de serpiente. Puntuación: 5 y medio.

Hungría
Hungría

Uruguay

Gerardo Goldwasser aborda el tema de la autopercepción refiriéndose a la industria de la moda que, ese “yo”, tiende a reprimirlo un poco. Entramos entonces en una sastrería muy particular donde todo es idéntico, igual, negro. El sastre con una cinta métrica sobre los hombros, de pie frente a la instalación principal, es simpático. Sartoria portami via. Valoración: 5 y medio.

Uruguay
Uruguay

Uzbekistán

Al final de la Bienal, Uzbekistán contará el número de personas que, habiendo entrado por la puerta principal a velocidad de vértigo, tropezaron en cuanto se encontraron en el suelo reflectante. La obra es una instalación de Charlie Tapp/Abror Zufarov y CCA Lab que se erige como un “reflejo” (en este punto sospechamos que los uzbekos han querido utilizar el término literalmente) del primer texto científico en el que el álgebra se convierte en una disciplina por derecho propio (es obra de un científico nacido allí, Muhammad ibn Musa al-Khwarizmii). La conexión entre el tratado y los arbustos voladores se escapa. El público suele ir a ver Uzbekistán para pasar el tiempo mientras hace cola para entrar en el Pabellón de Italia. Busca a alguien que te guarde el sitio. Reflexión deprimida. Puntuación: 4

Uzbekistán
Uzbekistán

Venezuela

Cuatro artistas, Palmira Correa, César Vázquez, Mila Quast, Jorge Recio, siguen uno de los temas principales de la exposición, el del cuerpo, declinado en cuatro niveles: cuerpo como metáfora de la vida, cuerpo social, cuerpo como hogar, cuerpo como microcosmos. Que, sin embargo, se mezclan un poco dentro del pabellón. Vídeo, pintura, fotografías de dibujos infantiles, hay un poco de todo, quizás con menos elementos el discurso se hubiera sostenido mejor y la sensación de debilidad del proyecto menos evidente. Es mi cuerpo el que cambia. Valoración: 5 y medio

Venezuela
Venezuela

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