En el mundo de la cultura existe una gran preocupación por lo que pueda ocurrir con los toques de queda que se están extendiendo como la pólvora en todas las regiones (y que pronto pueden convertirse en una realidad para toda Italia), o incluso con los nuevos cierres patronales que el Gobierno pueda imponer en los próximos días (si no horas) para mitigar la propagación del creciente contagio de Covid-19. Ya se sabe que los museos, cines, teatros y salas de conciertos no se consideran actividades que proporcionen bienes esenciales (aunque los museos sí forman parte de los servicios públicos esenciales), por lo que es de esperar que el sector, a pesar de haber respetado escrupulosamente las normas y de no haber registrado ningún caso de positividad, y mucho menos de contagio, entre el público, sea de los primeros en sucumbir.
Por ello, los iniciados empiezan a hacer los primeros llamamientos al Gobierno, pidiéndole que suavice las medidas restrictivas para el sector. Entre los primeros, Francesco Giambrone, presidente de laAssociazione Nazionale Fondazioni Lirico-Sinfoniche (ANFOLS), subrayó el 15 de octubre que los teatros de ópera “quieren seguir abiertos y son lugares seguros donde, gracias a la aplicación rigurosa de todos los protocolos , en toda Italia se están garantizando las medidas de seguridad para evitar contagios, incluso en las situaciones en las que se han registrado casos”, y recordó que “en estos meses posteriores al cierre, tanto el público como los trabajadores han demostrado un alto sentido de la responsabilidad en el respeto de todas las normas y las actividades se han desarrollado con total seguridad”. Un nuevo cierre conllevaría graves problemas de sostenibilidad para el sector, que persistirían incluso en el caso de una apertura de rango reducido, y por ello Giambrone hizo un llamamiento al ministro de Patrimonio Cultural, Dario Franceschini, “para que se prevean intervenciones económicas adecuadas que nos pongan en condiciones de continuar nuestras actividades, confirmando nuestro papel como servicio público que emplea a miles de personas y la importancia fundamental de las actividades culturales y escénicas en las estrategias de recuperación del país”.
La incertidumbre también se cierne sobre el mundo de las salas de cine, otro sector que se ha mostrado seguro, sin casos de positivos entre los espectadores, y respetuoso con todas las normativas: cines, teatros y salas de conciertos están obligados a hacer un seguimiento de todos los espectadores y a mantener listas durante quince días. Tenemos que encontrar soluciones que no vayan en contra de la normativa, sino que armonicen la situación que estamos viviendo, partiendo precisamente del hecho de que los cines y teatros, desde un punto de vista social, se encuentran entre las situaciones más seguras", subraya en una entrevista a Panorama Lionello Cerri, fundador y director general de Anteo SpazioCinema, una cadena de multicines que opera en Lombardía. Perder incluso la función de las 20.30 sería un desastre. Los cines y teatros se comprometen a cerrar sus salas a las 23.00 horas, pero como Agis y la Anec regional hemos pedido a la Región de Lombardía que permita al espectador esos 20-30 minutos que necesita para irse a casa. Todo puede ser fácilmente controlado por las autoridades, ya que el espectador dispondría de un billete que certificaría el día y la hora de la representación. Hay que encontrar fórmulas ingeniosas que sigan permitiendo a la gente experimentar su propia socialidad fuera de casa. Y también para evitar lo que en última instancia se asemeja a un encierro. Tenemos que encontrar soluciones que nos autolimiten pero nos garanticen la ciudadanía. No podemos pensar en llegar a una situación de cierre total, que sería un desastre colectivo para todos".
La propuesta de considerar la entrada (para el cine, para el teatro, pero en este momento también para el museo, en caso de un cierre prolongado) como medio de circulación para acudir al lugar del espectáculo, evento o visita también había sido lanzada en estas columnas por el director de Finestre sull’Arte, Federico Giannini, la semana pasada, antes de que se decretara el toque de queda (también para dar una señal de impacto importante, subrayó Giannini: “cerrar todo por la noche excepto cines y teatros sería también una medida de fuerte valor social, para comunicar que, en este momento, necesitamos la cultura más que nunca”), al igual que la apoyaron otras personalidades del sector, como por ejemplo el presidente del Teatro Elfo-Puccini de Milán, Firoenzo Grassi, quien desde las páginas de la edición milanesa del Corriere della Sera se dirigió al presidente regional Attilio Fontana con la petición de que se permitiera al público regresar a casa después de las once de la noche mostrando sus entradas a modo de “pase”. Los teatros, subrayó Grassi, “son lugares de máxima seguridad”.
En cuanto a los museos, Roberto Grandi, presidente de la Istituzione Bologna Musei, señaló a Bologna Today que los museos se encuentran entre los lugares más seguros, “en el sentido de que sólo entran unas pocas personas, 8 o 10, en espacios muy amplios”, pero también entre los más afectados, ya que tienen que prescindir de turistas extranjeros y estudiantes, con el resultado de que, al menos en Bolonia, la asistencia ha descendido un 50%. Sin embargo, según Grandi, los museos corren menos peligro que los teatros, pero siguen existiendo importantes problemas presupuestarios, que actualmente se están subsanando gracias a un mayor ahorro de costes y al aplazamiento de algunas exposiciones.
En el Parlamento, las preocupaciones e incertidumbres del sector fueron recogidas por la senadora Daniela Sbrollini, de Italia Viva, que dirigió una pregunta al ministro Franceschini el 21 de octubre, a raíz del dpcm del domingo 18: “considerando que”, escribió Sbrollini en su pregunta, “la ola de contagios que ha barrido el país en los últimos meses ha puesto en peligro la resistencia económica del sector de los espectáculos en vivo; no obstante, las medidas puestas en marcha hasta la fecha para apoyar los ingresos de los trabajadores han proporcionado una respuesta eficaz; cualquier medida restrictiva adicional, sin embargo, haría que las formas de apoyo al sector cultural estuvieran lejos de ser suficientes para garantizar un nivel de vida digno a quienes trabajan en el sector; los datos actualmente publicados al respecto demuestran que el sector ha alcanzado, en su conjunto, elevados niveles de seguridad gracias al cumplimiento de los protocolos higiénico-sanitarios, niveles que han permitido la asistencia de miles de espectadores a innumerables espectáculos, en los que se han registrado muy pocos casos de positividad al VOCID-19”, el senador pregunta “qué iniciativas concretas piensa adoptar el Ministro responsable para paliar y mitigar las medidas adoptadas por las CCAA, que corren el riesgo de afectar aún más al sector de los teatros, cines y espectáculos con público, teniendo en cuenta además la gran acción de prevención llevada a cabo por el sector en su conjunto durante los últimos meses y la necesidad de garantizar el necesario apoyo económico al sector”.
Imagen: Disturbios en el Teatro Duse de Bolonia (foto tomada el 15 de junio)
Preocupaciones del mundo cultural: un nuevo encierro sería un desastre |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.