Serán unas Navidades sin dinero para los trabajadores de las taquillas del Parque Arqueológico de Pompeya y del Parque Arqueológico de Herculano. Desde el año 2000, los dos sitios arqueológicos han confiado los servicios externos de venta de entradas y recepción del público a empresas privadas (hoy los gestiona la sociedad Opera Laboratori Fiorentini) y, con el cierre de los museos establecido por el Gobierno, se han quedado todos en casa: los empleados contratados pueden acogerse al plan de indemnización por despido previsto por la legislación vigente, pero los trabajadores reclaman tres meses de atrasos porque desde septiembre no les llega ningún cheque del Estado. Por ello, ayer los trabajadores del parque se manifestaron ante la sede del Inps en Nápoles.
Ahora, dado que las concesiones se renuevan cada cuatro años y los trabajadores se quejan de la incertidumbre que se crea con cada renovación (ya que si el concesionario pierde el contrato, los trabajadores podrían correr el riesgo de encontrarse sin su puesto de trabajo), los empleados que protestaron ayer en la capital de Campania piden ser contratados por la administración pública. Pedimos de una vez por todas la internalización", ha declarado Luigi Napolitano, responsable sindical de Cobas Trabajo Privado. "Hacemos un llamamiento a Franceschini para que establezca un criterio de justicia. Durante veinte años hemos gestionado flujos turísticos sólo para las excavaciones de Pompeya de cuatro millones de visitantes al año, por dieciséis euros la entrada. Hemos hecho ganar al Estado y a las empresas miles de millones de euros en estos veinte años. Y nos hemos dejado el alma en estos años por las excavaciones de Pompeya, cuarenta grados a la sombra en verano, bajo cero en invierno, oficinas de información, recepción, venta de entradas: sin nosotros millones de turistas no habrían podido disfrutar de estos yacimientos arqueológicos. Y ahora nos han pagado con el abandono total, tenemos que esperar los tiempos bíblicos del Inps, nos han reducido el sueldo a la mitad desde el último cierre durante tres meses a nuestro regreso. Tenemos que esperar una media de cuatro o cinco meses para la integración, tenemos familias, tenemos hijos, y esto no está bien’.
Los Cobas anuncian ahora que, si la situación se prolonga, el próximo encierro se celebrará en Roma, frente a la sede del Ministerio de Cultura y Turismo. Mientras tanto, el Inps ha prometido que a principios de enero se abonará a quienes tengan derecho la indemnización por despido correspondiente a los meses de septiembre, octubre y noviembre.
En la foto, un momento de la protesta.
Pompeya, trabajadores de taquilla sin indemnización por despido desde hace meses: 'pedimos la internalización' |
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