Pompeya, hallado el esqueleto de un hombre cojo: un descubrimiento estremecedor

Se ha hecho un nuevo descubrimiento en las excavaciones de Pompeya y, esta vez, es desgarrador: se trata del esqueleto de un hombre de 35 años, aplastado y decapitado por una roca de 300 kilos.El esqueleto fue encontrado tendido de espaldas, presumiblemente porque, en su huida, miró por encima del hombro para ver avanzar la lava y, en ese momento, una roca le golpeó en el torso, cortándole muy probablemente la cabeza.

Lo que hace aún más desconcertante el descubrimiento es que su tibia, señala la antropóloga Valeria Amoretti, muestra huellas (aún evidentes después de dos mil años) de una desagradable infección ósea que debió causarle un gran dolor y le dificultó la huida. Esto significa que el pobre hombre intentó escapar de una muerte segura cuando ya era demasiado tarde y cojeando, mientras la lluvia de ceniza ya había roto los tejados, derrumbado las casas y dos metros de lapilli ya se habían depositado tras él.
Un descubrimiento “dramático y excepcional”, como lo calificó el director Massimo Osanna.

El hallazgo tuvo lugar en Regio V, justo en la esquina entre Vicolo dei Balconi (la calle sacada a la luz hace poco más de una semana) y Vicolo delle Nozze d’Argento. “Lo encontramos en un ensanchamiento donde pudo haber una fuente”, dijo el director Osanna a los micrófonos de ANSA, “una esquina de la calle que todavía estaba cubierta por una buena capa de capa piroplástica”.
El del fugitivo claudicante es “un descubrimiento que añadirá una nueva pieza importante a la historia de Pompeya”, concluye Osanna. “Este hallazgo excepcional”, añade el director, “remite al caso similar de un esqueleto encontrado por Amedeo Maiuri en la Casa del Herrero y objeto de estudio reciente”. Se trata de los restos de un individuo cojo, también probablemente impedido de escapar por dificultades motrices y dejado in situ en su momento. Más allá del impacto emocional de estos descubrimientos, la posibilidad de cotejar estos hallazgos, de comparar patologías y modos de vida, y la dinámica de huida de la erupción, pero sobre todo de investigarlos con herramientas y profesionalidad cada vez más específicos y presentes sobre el terreno, contribuyen a un relato cada vez más preciso de la historia y la civilización de la época, que es la base de la investigación arqueológica".

Fuente ANSA

Pompeya, hallado el esqueleto de un hombre cojo: un descubrimiento estremecedor

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