La administración municipal de Pisa vuelve a ser noticia: esta vez el objeto de disputa ya no es elacueducto de los Médicis (hace unos meses el alcalde quería que se derribaran tres arcos para permitir el paso de la circunvalación), sino la construcción de la nueva mezquita de Porta a Lucca. Se trata de un proyecto al que la administración pisana, con mayoría de la Lega Nord, siempre se ha opuesto decididamente. Sin embargo, el enfrentamiento con la Superintendencia se ha agudizado considerablemente y ha superado el tono después de que el organismo aprobara el proyecto de la obra, concediendo la autorización paisajística para la construcción del edificio destinado a la comunidad musulmana de la ciudad (con la condición de que la construcción esté en armonía con el tejido edilicio existente: Entre las prescripciones impuestas por la Superintendencia, la construcción de la fachada no en Via del Brennero, según el proyecto original, sino en Via Chiarugi, y la inserción de algunos árboles).
Sin embargo, el concejal de urbanismo, Massimo Dringoli, no está de acuerdo. Mientras tanto, hace saber que, en su opinión, el ayuntamiento debería recurrir el dictamen de la Superintendencia, y anuncia que la administración consultará con sus abogados para evaluar qué hacer. Pero eso no es todo: Dringoli también lanza un duro ataque contra el organismo responsable de la protección del patrimonio cultural. La Soprintendenza -dice Dringoli- es la única institución verdaderamente fascista que sigue existiendo en Italia. Es una institución establecida por el fascismo y tiene poderes absolutos, por lo que es difícil ir en contra de sus opiniones. Pero también es cierto que cuando cambian los superintendentes, también cambian las cosas que se pueden o no se pueden hacer’ (sin embargo, hay que precisar que, en realidad, las superintendencias se establecieron mucho antes del fascismo).
Dringoli reiteró entonces que la voluntad de la administración es que la mezquita se construya en otra zona: de hecho, el concejal está convencido de que la construcción de la mezquita en la zona designada (justo fuera de las murallas y del centro histórico, y no lejos de la Piazza dei Miracoli) crearía “varios problemas que irían en detrimento de todos los pisanos”.
En la foto, el proyecto de la nueva mezquita
Pisa, la Soprintendenza aprueba la construcción de una mezquita, el concejal arremete: 'es un organismo fascista' |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.