El Museo Rodin de París, sede de las obras maestras del gran escultor Auguste Rodin (París, 1840 - Meudon, 1917), y que alberga obras tan famosas como La Cathedrale, la Danaide y el Pensador, corre el riesgo de verse en la tesitura de tener que vender algunas de las obras de Rodin para hacer frente a los problemas financieros que le afectan, especialmente debido a la crisis desencadenada por la pandemia de Covid-19. Así lo ha revelado el diario económico francés Les Echos.
El museo es un caso muy especial, porque no recibe ninguna ayuda pública y se autofinancia, principalmente gracias a los turistas: de hecho, el 75% de los visitantes vienen de fuera (un total de 551.000 visitantes registrados el año pasado), y de ellos el 25% son estadounidenses. Otra partida importante en el capítulo de ingresos es la venta de reproducciones en bronce de las esculturas de Rodin: pero también en este caso se trata de una fuente alimentada por el público. También está el alquiler de salas para eventos.
Todas actividades muy afectadas por el coronavirus. La reapertura está prevista para el 7 de julio, pero el museo Rodin espera una afluencia muy inferior a la normal. El instituto calcula que la crisis supondrá unas pérdidas de 3 millones de euros, y para hacer frente a los agujeros presupuestarios, el museo está considerando la posibilidad de vender algunas de las obras originales de Rodin para recaudar fondos.
Según se ha sabido, el museo posee también los derechos sobre la obra de Rodin: cada escultura del artista francés puede ser producida en doce ejemplares de bronce autorizados, considerados como originales, y la institución decide la fundición de estos ejemplares. Y todavía hoy, el museo Rodin produce originales, siempre que no superen el cupo de doce ejemplares. Algunas esculturas famosas, como el Pensador, ya han sido fundidas en los doce ejemplares autorizados, pero otras aún no han alcanzado el límite, aunque las ventas de estos originales son escasas y suelen destinarse a instituciones. Esta vez, sin embargo, el museo, según su directora Catherine Chevillot, podría romper con la norma e implicar a galerías privadas para vender las obras de Rodin.
“Ya tenemos acuerdos con galerías de arte contemporáneo de Francia, empezando por nuestra región”, explica Chevillot. “Haremos un intento el año que viene en Londres, y luego tenemos una obra en Gagosian, en Nueva York, con el objetivo de llegar a una nueva clientela”. Chevillot apela ahora a instituciones y mecenas: el museo prefiere encontrar otras fuentes de ingresos antes que vender sus obras.
En la foto: Auguste Rodin, El pensador (1903; bronce, 180 x 98 x 145 cm; París, Musée Rodin)
París, el Museo Rodin tiene problemas financieros y planea vender sus obras |
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