Paolo Salvati, artista contemporáneo al que aquí en Finestre sull’ Arte tuvimos el placer de entrevistar el año pasado, nos ha dejado: aquí está el enlace al post con la interesante entrevista y las reflexiones del pintor sobre el arte. Paolo Salvati falleció el pasado 24 de junio, y el funeral, que se celebró en privado, tuvo lugar el 26 de junio, en Roma, en la basílica de Santa Maria in Monte Santo, en la Piazza del Popolo, el templo tradicionalmente conocido por ser la iglesia de los artistas de la capital. Sin embargo, sólo hoy la familia ha querido difundir la noticia del fallecimiento.
Paolo Salvati, Jesús, 1980 |
Recordamos a Paolo Salvati recorriendo los hitos de su carrera artística con una crítica escrita por Andrea De Liberis en enero de 2010.
"Cada uno de sus lienzos iluminados y al mismo tiempo difuminados de imaginación cerebral anuncia un nuevo diálogo como esperaban las nuevas exigencias, ya acostumbradas al formalismo de la escuela académica".
Estas palabras fueron pronunciadas en Roma, en julio de 1973, por el general Mariano Venturini, coleccionista, crítico e historiador del arte. Explican, en síntesis, el genio creativo del artista Paolo Salvati, una extraordinaria capacidad expresiva a través del arte del color, su obra es siempre recordada como una orgullosa redención lírica de tanto intrusismo científico y racionalista, cualidades sólo superadas por su humanidad.
Pintó importantes obras de gran intensidad lírica como la Piedra azul pintada de 1973 a 1974, los lienzos Sogni di Primavera e d’Estate (Sueños de primavera y verano) de 1974 a 1975, los lienzos Árboles azules de 1980, pintó una serie titulada Fronde Rosse (Franjas rojas) de 1980 a 1994, la Montaña amarilla de 1991, paisajes, marinas y numerosos retratos. Participó en las Exposiciones de Artes Plásticas y Figurativas de Trinità dei Monti y de la Galleria Alberto Sordi, antes Galleria Colonna de Roma. Trabajó como miniaturista y retratista en la Piazza Navona de Roma entre los años setenta y noventa, pintó miniaturas al óleo sobre tabla que representaban monumentos romanos y paisajes fantásticos, y dibujó numerosos retratos. Las obras de Paolo Salvati forman parte de importantes colecciones privadas y públicas. El 13 de diciembre de 2005 fue reconocido institucionalmente como Ciudadano Ilustre de la Región del Lacio, LR. 21/99 medida n.º 1103. En diciembre de 2010, pintó magistralmente una serie de retratos sobre lienzo en técnica mixta para las etiquetas de una producción de Bottiglie d’Autore titulada UNICA, una combinación de fuertes identidades que expresan el arte del color y el sabor del vino de nuestra tierra, aún inédita.
Numerosas exposiciones colectivas, extemporáneas y personales dedicadas a su obra. Los días 20 y 21 de octubre de 2012, el piloto Andrea Palma corre en el Autodromo Nazionale di Monza durante los entrenamientos y en carrera, exhibiendo una réplica de un retrato pintado por Salvati: una impresión en color colocada en el capó del Ferrari F430. El 27 de diciembre de 2012, a propuesta de la Presidencia de la República, recibió la insignia honorífica de Cavaliere dell’Ordine al Merito della Repubblica Italiana, condecorado con el n.º 324601. Para Salvati, el arte es lo único en este mundo que, a pesar de nacer en lo inmanente, consigue a través del pensamiento y del alma humana tocar el umbral de lo trascendente. Como artista profundamente religioso, encuentra a través de su pintura el medio que nos permite acercarnos y comprender a Dios. No podemos sino aceptar este principio irrefutable, porque detrás del misterio de la vida, sólo a través del arte es posible percibir al creador supremo de la naturaleza que nos rodea. Es esa misma naturaleza la que dio a nuestro artista la capacidad de mezclar colores y transfundirlos en sus obras, como un medio de comunicación inmediato para todos nosotros. El esteticismo que nos transfunde a través de los colores hábilmente yuxtapuestos, la técnica luminosa de grandes pinceladas y la destreza gestual dejan traslucir el alma del maestro, sostenida por la pasión como hilo conductor de su vida. Salvati es, por tanto, un artista con mayúsculas que merece entrar en el gran libro de la historia del arte, precisamente en esta época de crisis existencial general, sin dejar de estar ligado a la tradición, se erige como una novedad absoluta en el campo de la estética. En sus paisajes, la creatividad artística se desarrolla a través de la síntesis de armonías pictóricas, expresión de una poética refinada que se manifiesta en la explosión de colores, transmitiéndonos esa sensación de serenidad y de ósmosis con la naturaleza, un raro ejemplo en el arte contemporáneo".
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.