Esta mañana se han celebrado en el Recinto Ferial de Padua los actos de inauguración de Padua Capital Europea del Voluntariado, a los que también ha asistido el Presidente de la República , Sergio Mattarella. El voluntariado“, ha dicho el Presidente con este motivo, ”es una energía indispensable de la sociedad. Un patrimonio generado por la comunidad, que repercute en la calidad de nuestras vidas, empezando por quienes lo necesitan, o luchan por superar los obstáculos al ejercicio de sus derechos’.
Una energía indispensable, sí, pero cuando no se convierte en un sustituto del trabajo remunerado: durante años, en el sector del patrimonio cultural, los abusos del voluntariado han contribuido a dañar las profesiones culturales. Esto es lo que denuncian los activistas de Mi Riconosci? profesional del patrimonio cultural, un colectivo activo desde hace tiempo en la defensa de los derechos de los trabajadores de la cultura. Algunos activistas se presentaron en la Feria de Padua con una pancarta (en la que se leía “El trabajo debe ser remunerado / No a los abusos en el voluntariado”) y folletos informativos, algunos de los cuales estaban repartidos en puntos estratégicos de la feria.
Los activistas relataron que fueron bloqueados por la policía, que obligó a retirar la pan carta y los folletos esparcidos por la feria: tras lo cual, se identificó a los miembros del colectivo presentes. La intención era llegar a la sala donde iba a hablar Mattarella para desplegar la pancarta, objetivo que fracasó. Por ello, los activistas se limitaron a repartir octavillas entre el público presente. Esperábamos poder plantear una cuestión seria en medio de unas celebraciones demasiado acríticas“, dijeron, ”pero no lo conseguimos. Sabíamos que sería difícil, seguiremos luchando para acabar con la utilización del voluntariado como sustituto del trabajo’.
Mi Riconosci dejó entrever que no se opone, por supuesto, a un voluntariado que contribuya al bienestar colectivo, a un voluntariado que intervenga en situaciones de emergencia, y en general a un voluntariado que no cree conflictos entre voluntarios y profesionales, o que no garantice el beneficio privado donde podría intervenir lo público, sobre todo si el voluntariado se convierte en un medio de procurarse mano de obra a coste cero. “El sistema”, explican también los activistas en su folleto, “está muy extendido y es capilar: cientos y cientos de museos y bibliotecas, en el Véneto y en Italia, consiguen mantenerse abiertos sólo gracias al trabajo gratuito de miles de personas clasificadas como ”voluntarios“. Sustituir a un trabajador por un voluntario es legal, gracias a las malas leyes. ¿Abordará Padua este dramático problema este año?”. También es un problema que afecta de cerca al Quirinal, como explicamos ayer en un artículo sobre los guías voluntarios del palacio.
Lo que se necesita urgentemente, explica el colectivo, “es una ley que regule el voluntariado, impida los abusos, evite el uso de trabajadores contratados gratuitamente y, por último, devuelva el voluntariado al ámbito que le corresponde: el de la ayuda desinteresada para contribuir al crecimiento social y cultural de la comunidad”.
Padua, activistas del patrimonio despliegan una pancarta contra el abuso de voluntarios: bloqueados e identificados |
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