No queda mucho tiempo para salvar Venecia y la laguna": con estas palabras concluyó la Subsecretaria del Ministerio de Cultura y Turismo, Anna Laura Orrico, su visita de dos días a la laguna, durante la cual pudo admirar la isla de Lazzaretto Vecchio, la Basílica de San Marcos y el Fuerte de San Felice en Chioggia.
Venecia y la laguna poseen un extraordinario patrimonio histórico, artístico y arquitectónico, pero también un enorme potencial sin explotar. Lugares de gran valor cultural que hay que recuperar y potenciar, entre otras cosas porque nuevas atracciones permitirían descongestionar los flujos turísticos de los destinos más concurridos, como la plaza de San Marcos y el Rialto. Algunos proyectos ya existen, como MiBACT nos comprometemos a finalizarlos para devolver a la ciudad y al territorio tesoros que puedan enriquecer, diversificar y mejorar la oferta cultural", afirmó Orrico.
"Para la isla de Lazzaretto Vecchio, donde está prevista la construcción del Museo Arqueológico de la Laguna“, añadió, ”ya se han asignado 11 millones de euros: el objetivo es firmar las directrices en agosto y empezar las obras lo antes posible". En cuanto al Fuerte de San Felice, existe un acuerdo de valorización entre el Ministerio de Infraestructuras y Transportes, el Ministerio de Defensa, el Ayuntamiento de Chioggia, la Oficina de Bienes del Estado y el Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales para la restauración y valorización del lugar, con el fin de convertirlo en un baluarte cultural que complemente la rica oferta turística de la zona. Se trata de definir algunos aspectos técnicos, y voy a actuar inmediatamente con el MIT para encontrar una solución muy rápidamente“. ”Junto a estas intervenciones“, concluyó, ”hay que hacer, sin embargo, un discurso general: Venecia y la laguna son extremadamente frágiles, el modelo de oferta turística de los últimos años ha tenido un impacto devastador en muchos aspectos y, por lo tanto, debe ser absolutamente revisado. Hay cuestiones extremadamente críticas, consecuencia inevitable de decisiones equivocadas tomadas en el pasado, y hay cuestiones bien conocidas, desde la necesidad de definir soluciones a largo plazo para prohibir el paso de grandes barcos por la laguna hasta la necesidad de reducir el número de turistas y, más en general, de detener los proyectos con fuerte impacto medioambiental y adoptar nuevas estrategias en nombre de la sostenibilidad. Es absolutamente necesario un cambio de ritmo, una señal de clara discontinuidad con el pasado. No queda mucho tiempo para salvar Venecia y la laguna".
Orrico: "Para salvar Venecia y la laguna no queda mucho tiempo |
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