En Londres, un grupo de veintisiete educadores de museos ha emprendido acciones legales contra la National Gallery por despido improcedente: los trabajadores que han decidido demandar al museo son artistas e historiadores del arte que prestaron sus servicios en el importante museo londinense hasta octubre de 2017. No sólo eso: los veintisiete educadores denuncian también discriminación por antigüedad, edad y género, y piden ser reconocidos como empleados del museo (con todo lo que ello conlleva en cuanto a salario mínimo, vacaciones, enfermedad, indemnización por despido) y no como profesionales externos llamados por contrato. Esto se debe a que los trabajadores, afirman en un comunicado, estaban en nómina de la National Gallery, tributaban en origen, debían llevar pases de personal de la galería y estaban obligados a asistir a cursos de formación y reuniones de personal, y recibían informes formales sobre sus actividades.
Los educadores, para cubrir los gastos que requiere su causa, lanzaron entonces una campaña de crowdfunding en el sitio web Crowdjustice (una plataforma que ayuda a financiar litigios judiciales), recaudando hasta ahora, un mes después de iniciada la campaña, la suma de más de 37.000 libras (frente a un objetivo de 65.000 libras). En el grupo hay personal “histórico” de la National Gallery, que puede llevar más de cuarenta años en activo, mientras que los más “inexpertos” tienen diez años de servicio a sus espaldas, y durante las horas que han pasado en el museo se han dedicado a impartir talleres, conferencias y cursos.
“Las personas que trabajan en el mundo de las artes”, explicó al diario digital Hyperallergic la abogada que supervisa a los educadores, Marie van der Zyl, “exigen certeza sobre sus derechos, y es esencial garantizar que se les emplea adecuadamente”. Uno de los veintisiete trabajadores, James Heard, el de mayor antigüedad (lleva cuarenta y cinco años trabajando en la National Gallery), declaró: “Nos estamos levantando para garantizar que quienes trabajan en las artes reciban un trato justo, y para proteger la profesionalidad de la enseñanza en el corazón del museo”. El Reino Unido está muy orgulloso de sus museos nacionales, y es vital que los educadores estén debidamente protegidos".
La National Gallery, sin embargo, rechaza las acusaciones, alegando que los despidos son el resultado de una reforma del departamento de educación del museo. “Los cambios”, explican en una nota también enviada a Hyperallergic, “reflejan la estrategia de la Galería en el desarrollo de sus programas para llegar progresivamente a nuevos públicos y mejorar las tecnologías digitales para amplificar el compromiso.” Y en concreto, la National Gallery añade que “todo el grupo [de trabajadores que lo demandaron, ed] había sido consultado tanto en grupo como a través de entrevistas individuales sobre el cambio, durante un periodo comprendido entre octubre de 2017 y enero de 2018. Los puestos de trabajo se ofrecieron a todos nuestros proveedores de servicios autónomos el año pasado. Todavía tenemos vacantes, aunque lamentablemente no todos los miembros del grupo han mostrado interés.” La Galería concluye afirmando que actuó dentro de la legalidad y de manera justa.
Ahora sólo queda esperar el veredicto de los tribunales ingleses: el enfrentamiento judicial tendrá lugar en noviembre.
En la foto: parte del grupo de 27 educadores que demandan a la National Gallery de Londres.
Nos despidieron sin causa justificada 27 educadores de museos emprenden acciones legales contra la National Gallery de Londres. |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.