Polémica en Nápoles por un episodio ocurrido en el Palacio Real el 10 de mayo, durante una velada de gala organizada con motivo del evento Wine&TheCity: cuatro mujeres decidieron hacerse unos selfies en el trono de Fernando II y Francisco II de Borbón (arriesgándose a dañar la obra, que acababa de ser restaurada, y las alfombras de la sala) y publicarlas en las redes sociales. Para acceder al trono, las cuatro mujeres tuvieron que atravesar barreras de protección: aún no está claro cómo pudieron eludir la vigilancia. Irónicamente, la velada, que también tuvo un coste elevado (75 euros de entrada), pretendía recaudar fondos para una iniciativa de utilidad social.
La denuncia partió del consejero regional Francesco Emilio Borrelli, de Los Verdes, y del locutor de radio Gianni Simioli. “Una cosa es abrir monumentos y museos para recaudar fondos para conservarlos y garantizar el bajo coste de las entradas, y otra muy distinta poner en peligro esas estructuras y lo que contienen”, dijo Simioli, que añadió: “ese trono, aquel en el que se sentaron los reyes Fernando II y Francisco II, los últimos soberanos borbónicos del Reino de las Dos Sicilias, realizado en la década de 1840 y rodeado por un dosel de terciopelo rojo del siglo XVIII, fue objeto de una restauración de dos años y solo en abril de 2017 volvió a volvió al Salón del Trono”, prosiguieron Borrelli y Simioli, subrayando que “sentarse en ese trono, entre otras cosas, es un comportamiento no solo prohibido, sino también de muy mal gusto, que demuestra una vez más cómo ciertas personas no respetan Nápoles ni su patrimonio monumental”. La concejala concluyó entonces: “Pedimos a quienes deberían haber garantizado el control de la sala del trono que entiendan cómo fue posible que esas mujeres atravesaran las zonas protegidas”, añadieron Borrelli y Simioli, reiterando que “abrir los espacios de los museos, incluidos los palacios reales, a eventos privados para aumentar los ingresos está muy bien, pero siempre y en todo caso debemos garantizar la seguridad del patrimonio histórico y artístico, sobre todo frente a ciertas personas que no tienen ningún respeto por la ciudad”.
La respuesta de Donatella Bernabò Silorata, una de las organizadoras de Wine&TheCity, no se hizo esperar y fue extremadamente dura contra el gesto de infinita estupidez de las cuatro mujeres: “este comportamiento no sólo es deplorable, sino que constituye un delito penal severamente castigado por la legislación italiana y que debe condenarse sin lugar a dudas”. Como organizador de Wine&Thecity, también me gustaría señalar que: - El Palazzo Reale fue concedido a la Asociación Cultural Wine&Thecity por la larga experiencia que tenemos en la gestión de eventos en lugares de interés histórico y artístico. Ya hemos trabajado en sinergia con la Superintendencia en otras ocasiones, así como en numerosos museos públicos y privados de la ciudad en más de diez años de experiencia.
- Por el uso del Ambulacrum y por la apertura extraordinaria del Museo del Apartamento Histórico pagamos 8.934 euros, incluidas las horas extraordinarias de los cuidadores, y cumplimos todos los dictados exigidos.
- A la velada asistieron 282 personas, entre ellas el alcalde de Nápoles. Los participantes no eran invitados, sino personas que pagaban una entrada, parte de cuya recaudación se donó a un proyecto social: el Club Ronin de Karen Torre.
- La velada estuvo jalonada por un preciso programa cultural con una instalación de videoarte site-specific, la lectura de pasajes de literatura sobre la intoxicación por parte de dos actrices de renombre, una “alfombra musical” respetuosa con el lugar y acordada con la superintendencia, una parte gastronómica a cargo de un chef con estrella y un catering profesional.
Por lo tanto, no puedo sino condenar sin atenuantes el comportamiento pernicioso de las damas que desprestigia la organización de Wine&Thecity, siempre atenta a la valorización de nuestro patrimonio. No depende de nosotros ni nos interesa identificar la identidad de las cuatro mujeres y sus posibles delitos. Los nueve mil euros que Wine&Thecity ha pagado a la Superintendencia y a los empleados del Palacio Real en concepto de seguridad durante la velada del evento sólo nos permiten tomar nota del comportamiento irresponsable de las damas y de las estúpidas fotos que sólo perjudican a la ciudad de Nápoles. Así pues, corresponde al Superintendente y a la dirección del Palacio Real decidir si denuncian o no este patético gesto. A nosotros de Winte &Thecity nos queda la confianza de la Nápoles culta y caballerosa y la cercanía y amistad de muchos operadores culturales y turísticos".
Nápoles, insulto en el Palacio Real: cuatro mujeres se hacen un selfie en el trono borbónico |
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