Museos, las reservas se hacen obligatorias pero se cobran: las bases denuncian la situación


Hay protestas por el nuevo régimen de venta de entradas de varios museos en la reapertura de emergencia tras la crisis sanitaria del coronavirus: muchas instituciones han hecho obligatoria la reserva, pero no han eliminado las tarifas de preventa, incluso para los visitantes que tendrían derecho a entradas gratuitas. Así ocurrió, por ejemplo, en Pompeya, el Coliseo, la Scuderie del Quirinale y otros recintos culturales.

Por ello, las bases se movilizaron para denunciar esta situación. Los primeros en empezar fueron los activistas de Mi Riconosci? profesional del patrimonio cultural, que dedicaron un artículo a esta práctica en su página web, publicado el 2 de junio: en el artículo, los activistas piden que se supriman las tarifas de venta anticipada en los museos que han impuesto la reserva obligatoria, y ponen el ejemplo de los Museos Vaticanos, donde la tarifa de venta anticipada, que era de 4 euros, se anuló precisamente porque los museos han impuesto la reserva obligatoria. Mi Riconosci señala con el dedo a los concesionarios de los servicios complementarios, que cobran las tarifas de preventa. “En tiempos como éstos”, dicen los activistas del movimiento, “se espera que renuncien a algunos ingresos, sobre todo quienes más han ganado en los últimos años. Y se espera que el Ministerio alce la voz contra quienes obligan incluso a los niños a pagar por una preventa que no existe”.



A Mi Riconosci se une también hoy Italia Nostra, según la cual la reapertura de los museos debe ser una oportunidad para recuperar el papel social de los museos, que, según la asociación, se ha abandonado en favor del consumo turístico: el interés de los italianos por los museos, según Italia Nostra, ha quedado demostrado por el gran seguimiento que han tenido las iniciativas en línea de muchos museos italianos. Los resultados parecían, por tanto, buenos para que la cultura volviera a ser un servicio social de primer orden, pero en contra de esta tendencia, señala Italia Nostra, se ha vuelto a proponer el modelo de las últimas décadas, orientado únicamente a la recaudación de recursos.

“La condición más odiosa”, escribe la asociación en una nota, “es la de tener que pasar por un sistema de reservas aparentemente inocuo, que limita el derecho de fruición y, debido a las normas de contención del virus, hace pagar a los ciudadanos una tasa suplementaria. ¿Por qué cobrar? Y si los costes ya no corresponden a los malvados pactos delegados por el Estado (suponiendo que los pactos de costes entre el Estado y los concesionarios existan y se respeten) ¿por qué hacerlos pagar a las familias italianas?”.

Según Italia Nostra, “ir al museo, al Coliseo, no puede ser como ir a un concierto o a un partido de fútbol y no debería exigir una entrada que se ha vuelto muy cara”. A continuación, la asociación pone el ejemplo de la Pinacoteca de Brera, que ha permitido la entrada gratuita a todo el mundo durante todo el verano: La elección adoptada por la dirección de la Pinacoteca de Brera“, concluye Italia Nostra, ”es en este caso ejemplar, porque refuerza la relación con la comunidad que acoge la Pinacoteca, abriéndoles el gran contenido emocional y creativo del museo, hoy guardián de nuestra educación sentimental y no lugar de rancia y polvorienta nobleza“. Por último, Italia Nostra pide al Gobierno que ”tenga el valor de reiniciar Italia desde una visión fuertemente innovadora y social, basada en el disfrute inclusivo de nuestro patrimonio cultural, que identifique en cada ciudad de arte italiana el lugar, el Ágora, donde los ciudadanos puedan experimentar la felicidad cotidiana de pertenecer a este maravilloso país, sin tener que preocuparse por cuánto gastan".

Museos, las reservas se hacen obligatorias pero se cobran: las bases denuncian la situación
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