Terminamos nuestras conversaciones con los sindicatos de funcionarios del patrimonio cultural, después de hablar con CGIL, CISL y UIL, con las respuestas de Giuseppe Zicarelli, coordinador de Patrimonio Cultural de Confintesa FP.
Respecto a los cierres de museos, se ha dicho que la decisión se tomó para limitar las posibilidades de contagio, pero hay estudios que afirman que, respetando las medidas de contención del contagio, son los lugares más seguros de todos y, al fin y al cabo, la experiencia de España (donde varios museos nunca han cerrado) nos enseña que la apertura de espacios culturales podría coexistir fácilmente con la contención de Covid-19. ¿Cuál es su postura ante el cierre indiscriminado de museos?
Nuestra organización sindical no estuvo entre los firmantes ni del memorándum de entendimiento gobierno-sindicatos anti-Covid (firmado por CGIL-CISL-UIL) ni del entonces sector MiBACT por una razón muy sencilla, ya que no participamos en el proceso de acuerdo y, por tanto, en el momento formativo del mismo. Más allá de este aspecto meramente formal, contemplando el escenario global del periodo marzo-abril 2020, nos parecía absurdo que los lugares físicos donde se disfrutaba de la cultura, con los museos a la cabeza, donde era posible controlar y aplicar todas las medidas que se temían, desde el control de distancias hasta los equipos de protección individual para trabajadores y visitantes, estuvieran cerrados, mientras que los centros comerciales y otros lugares públicos de reunión y ocio nocturno incontrolados e incontrolables permanecieran abiertos. Desde el primer momento, nuestra pequeña organización sindical ha hecho un llamamiento para que tanto los niveles ministeriales centrales como los periféricos, cuando existan, aprovechen esta oportunidad “histórica” para ofrecer una oferta de calidad a los turistas y visitantes de los alrededores y a los residentes. Para nosotros, los museos son organismos vivos con los que los ciudadanos deben interactuar y poder sentirse a gusto en ese saludable proceso de reflejo de identidades y de apropiación y reconocimiento. Además de un lugar histórico de memoria, noble y artístico, para nosotros los museos deben ser una prolongación natural de la propia vivencia y, por qué no, también talleres culturales, laboratorios permanentes de la construcción evolutiva del propio conocimiento en constante progreso.
¿Por qué cree que al menos no hay diferencia entre grandes y pequeños museos? Hay grandes museos muy visitados en los centros históricos de las grandes ciudades (como los Uffizi, el Museo Egipcio de Turín o los museos cívicos de Venecia, por ejemplo), pero también hay pequeños museos provinciales, de fácil acceso para el público y los trabajadores, y ya de por sí poco visitados.
No se ha hecho ninguna diferenciación en el tratamiento de los cierres de museos por la sencilla razón de que todos reciben el mismo trato a nivel central tanto desde el punto de vista institucional como de gestión. Estoy totalmente de acuerdo en que al menos a los pequeños museos en el contexto de la pandemia se les podría haber dejado al margen de la lógica megageneralista y quizás permitir que las autoridades locales junto con los directores, caso por caso y en estrecha correlación con la situación sanitaria local, decidieran si mantenerlos abiertos de forma específica o cerrarlos. Ese generalismo y centralismo insensatos que matan la cultura y las instituciones culturales aunque no sea por encima de todo. Por cierto, precisamente para los grandes museos habíamos pedido que se “calibrara” una oferta cultural específica para los residentes, ya que notoriamente siempre están abarrotados y desalojados por hordas de turistas, nos parecía y nos parece una grata oportunidad de redención y atención debida.
En cuanto a las grandes ciudades, se ha dicho que el problema está sobre todo en el transporte y afecta especialmente a los trabajadores. ¿Ha pedido alguna vez al ministerio o a los organismos que gestionan los museos que obliguen a los empleados a reembolsarse el viaje por sus propios medios para que no tengan que coger el transporte público?
Dada la crónica y continua escasez de fondos, nadie se ha atrevido a pedir recursos específicos para la movilidad autónoma y específica de los trabajadores del Mic, pero reconozco que podría haber sido y es un excelente viático para adelgazar la abarrotada densidad del transporte público. Sin embargo, otro hecho que no debe pasarse por alto es que, en determinadas zonas y si se practica a gran escala, el uso del vehículo privado, además de sobrecargar aún más el tráfico, no es desde luego sostenible desde el punto de vista ético y medioambiental. Como medida provisional y bien diseñada, especialmente en lo que se refiere al horario, podría ser sin duda una opción viable y una medida para ayudar a reducir el riesgo subjetivo de los trabajadores.
¿Algún funcionario ha solicitado a su sindicato la apertura de museos? Y si es así, ¿en qué porcentaje?
Muchos de los compañeros que se reconocen y militan en nuestro sindicato han luchado en primer lugar contra los cierres y en segundo lugar por reaperturas racionales y compatibles con los correspondientes planes anticonflicto de cada instituto. Particularmente en las superintendencias e institutos de restauración había más de la mitad de los trabajadores que exigían y exigen una mayor presencia en su lugar de trabajo, y ello por una carga de responsabilidad y sana ética laboral de la que son orgullosos portadores, mientras que en las realidades museísticas eran muy pocos, del orden de no más del 5% de la plantilla pidiendo apertura o no cierre.
¿Qué cree que hay que hacer para abrir un museo con seguridad?
Ya todos los planes y protocolos adoptados por cada instituto individual son muy estrictos y seguros, tanto para la protección de los usuarios como de los trabajadores; si se quisieran reforzar aún más las medidas, lo único que habría que hacer es aumentar aún más el distanciamiento social y la densidad máxima de aglomeración por estructura y porciones museísticas específicas.
¿Ha presionado o está presionando al Ministerio de Cultura para que exija que todo se reabra cuanto antes, lógicamente con seguridad y de acuerdo con los protocolos vigentes?
Nuestra organización también ha estado al frente de esta cuestión, y lo viene haciendo desde hace tiempo, despertando la hilaridad y el nerviosismo tanto en la cúpula del ministerio como en la dirección política. Una nota no menor sobre este aspecto es que el ministro Franceschini nunca ha querido reunirse con los sindicatos para concertar las medidas que se temían; un aspecto aún más grave es que nunca ha activado todos los órganos internos a su disposición a nivel consultivo. Baste pensar en el Consejo Superior de Bienes Culturales y en los variados y altamente cualificados Comités Técnicos y Científicos, el Comité Único de Garantía, etc.
Museos cerrados, Confintesa: 'absurdo, pero muy pocos empleados de museos pidieron abrir' |
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