Mujeres masturbándose y coitos varios, la exposición de Antoni Miró es un caso en España: se pide la anulación. Las fotos

Hay mujeres masturbándose, parejas que se unen en el coito en diversas posturas, y también sexo oral, copulación anal, falos en erección: la exposición de Antoni Mir ó (Alcoy, 1944) que se inaugurará dentro de unos días en la Marina de Valencia, España, en un espacio público, es decir, en un concurrido paseo marítimo, es un muestrario de erotismo. Las obras de Miró, reunidas en una serie titulada Suite Erótica y expuestas en la muestra Antoni Miró en La Base (promovida por la Concejalía de Cultura de Valencia), se inspiran directamente en la cerámica griega: las suyas son figuras bidimensionales que parecen salidas de jarrones de más de dos mil años de antigüedad. Sin embargo, han causado escándalo y levantado polémica en el país precisamente por su contenido, que no ha gustado a mucha gente. Y todos los periódicos nacionales hablan de ello.

Entre los detractores están los miembros del Foro de la Familia, una asociación que tiene como objetivo la promoción y defensa de la persona y la familia. “La exhibición pública de estas figuras representando felaciones, masturbaciones, con los genitales al descubierto y reproduciendo diversas prácticas eróticas, con mucho contenido sexual explícito y de muy dudoso gusto”, señala un representante del Foro, Vicente Morro, “podría vulnerar la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección del Menor”. Y es que, en opinión de Morro, “exponen a los niños, sin ningún tipo de protección ni información o advertencia, a escenas inapropiadas para su edad, y sin que sus padres puedan pasear libremente por la zona sin evitar verlas”. Morro también se cebó con el comisario de la exposición, el crítico de arte Fernando Castro Flórez, que había restado importancia a la polémica: “los niños son menos ignorantes de lo que se piensa”, dijo, “y parece que nos preocupa más el erotismo que la corrupción o el terrorismo”. Y en declaraciones a Efe, añadió: “Si nos escandalizamos por unas imágenes que reproducen las obras de la cuna de la civilización, mejor desenchufamos todo y nos vamos”. Morro arremetió contra el crítico: “Castro -dijo en un comunicado- se arroga el derecho de imponer a los padres cómo educar a sus hijos. Si la excusa es el arte, habría que distinguir entre el uso artístico del cuerpo humano desnudo, como hizo Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, y otros usos, como las prácticas sexuales explícitas”. El Sr. Castro pretende justificar su iniciativa, la invasión de una vía pública, con algún tipo de lección de educación sexual, y esto es inaceptable. El señor Castro debería saber que la educación en moral y valores es tarea de los padres, y es a ellos a quienes corresponde este derecho".

Por ello, el Foro de la Familia exigió la retirada de las obras de Miró. Sin embargo, hay que decir que sus razones no son aisladas. “No se puede interferir en la labor de los padres, ni imponerles el momento en el que deciden hablar con sus hijos de temas sexuales”, declaró el pedagogo Javier Urra al diario Las Provincias. ’Todo tiene un tiempo, y esta sociedad está sometiendo a los niños a mucho sexo. Hay que dejarles crecer’. Para Urra, es mejor que determinadas obras permanezcan dentro de los museos, ’donde se puede observar, valorar y disfrutar del arte en todas sus formas, en todos sus contenidos y sin ninguna limitación. Pero el espacio público no puede ser utilizado para herir la sensibilidad de los padres, según un criterio personal y subjetivo, y para dañar el correcto crecimiento y maduración de la personalidad de los niños, tal y como recoge nuestra Constitución Española’. Y concluye: ’las expresiones o manifestaciones de un individuo no pueden lesionar los derechos de los demás’. De acuerdo con él está el abogado José Domingo Monforte, que declaró al mismo periódico que la Suite Erótica supone ’una intromisión en la libertad ideológica y educativa de los padres como tutores de los intereses de sus hijos’. Y también según él, la exposición contraviene los principios de la ley orgánica de protección de menores. Otros juristas, sin embargo, opinan lo contrario, alegando que no se trata de pornografía y que las escenas de Miró no pretenden excitar.

Antoni Miró se declaró sorprendido por la polémica. Mis obras“, declaró a la agencia Europa Press, ”representan las escenas más normales del mundo. La mayoría de la gente las considera normales, y hay más opiniones a favor que en contra“. En cuanto al hecho de que sus obras puedan dañar a los niños, Miró cree que se trata de una ”excusa“, y que en realidad las obras molestan a ”algunos padres que son un poco retrógrados. Siempre hay gente malpensada que se aferra a ideas muy extrañas y antediluvianas“. Por el contrario, para Miró, sus obras pueden ser ”una magnífica oportunidad para hablar a los niños de sexualidad“. Sin tener en cuenta, añade el artista, que ’son obras de hace dos mil quinientos años, son imágenes que los griegos pintaban en las cerámicas que utilizaban a diario’. Es bueno que ’hablemos de arte, que lo discutamos y que veamos que hay mucha gente que trata este tema con normalidad, y que no son muchos los que quieren permanecer en su ignorancia. Y es bueno que la gente que va a la Marina pueda hacer ejercicio tanto mental como físico”.

También defiende al artista el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que también pone en entredicho a Italia. “En muchos museos de Italia y de muchos otros lugares es posible encontrar figuras de este tipo y nunca pasa nada, por no decir ’nada’. Para algunas personas estas obras serán sin duda objetables, pero para muchas otras es un problema que ya está totalmente superado”. Por ahora, sin embargo, no se prevén retrasos ni suspensiones: la exposición abrirá regularmente sus puertas el 25 de septiembre y permanecerá abierta hasta el 30 de diciembre. A continuación, fotos de algunas de las obras que han causado polémica.

Antoni Miró, Suite Erótica

Antoni Miró, Suite Erótica

Antoni Miró, Suite Erótica

Antoni Miró

Mujeres masturbándose y coitos varios, la exposición de Antoni Miró es un caso en España: se pide la anulación. Las fotos

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