Recibimos y publicamos una carta abierta de un representante de los aprobados en las oposiciones a 268 funcionarios archiveros, convocadas en 2022 por el Ministerio de Cultura, que un año después de la conclusión de las pruebas orales siguen sin conocer el resultado de su examen. ¿El resultado? Los Archivos tienen grandes carencias de personal y, en vísperas de la publicación de la lista de clasificación, muchos de los aprobados no han aceptado destinos fijos. Sin embargo, el tiempo transcurrido es demasiado largo. A continuación reproducimos el texto.
Somos un representante de los candidatos seleccionados en la oposición para 268 funcionarios archiveros, convocada el 8 de noviembre de 2022 por la RIPAM, procedimiento que formaba parte de un proceso de selección más amplio que incluía la contratación de un total de 518 funcionarios técnicos. Hoy, dos años después de la convocatoria, nos encontramos viviendo una historia surrealista, que se hace aún más increíble si tenemos en cuenta la similitud con la vivida por nuestros compañeros participantes en la oposición convocada en 2016. [...]
En los institutos archivísticos en los que muchos de nosotros trabajamos como asesores, o con NIF o como empleados (funcionarios o auxiliares administrativos, técnicos y de usuarios) nos encontramos a menudo desempeñando funciones que sirven para suplir la ausencia total de funcionarios técnicos y permitir su funcionamiento institucional: de hecho, como es bien sabido, los Archivos y Superintendencias estatales están próximos al colapso por falta de personal técnico, hasta el punto de que a menudo son dirigidos por funcionarios jóvenes con otros perfiles, sin formación específica, que han acudido a los llamamientos de la Dirección General de Archivos. Baste pensar, por ejemplo, en algunas regiones donde muchos institutos de archivos carecen de archiveros y son dirigidos por arqueólogos, restauradores o funcionarios administrativos, a menudo destacados para la ocasión, y donde los trabajos de archivo y puesta en valor son realizados principalmente por auxiliares y colaboradores externos.
Dado que desde hace décadas no existe la posibilidad de convocar oposiciones para personal externo ni de promoción vertical para el personal interno del MIC, todos nosotros, gracias a la posesión de los títulos exigidos por la oposición y a las competencias adquiridas a lo largo de años de trabajo en los archivos, hemos aprovechado la oportunidad para crecer profesionalmente o estabilizarnos laboralmente. Al ser los más numerosos en términos de contratación, fuimos los primeros en realizar las pruebas escritas el 22 de mayo y de los primeros en comenzar con las pruebas orales el 4 de septiembre de 2023. Al final de las pruebas orales, el 18 de diciembre, 340 de nosotros fuimos considerados aptos. Pero a pesar de que han pasado entre 10 y 13 meses desde la celebración de las pruebas orales, en la actualidad, ninguno de nosotros conoce nuestra evaluación en las pruebas orales, y mucho menos nuestra posición en la lista de clasificación, ¡ya que no existe ninguna!
En estos días, alrededor de 170 futuros oficiales de restauración y bibliotecarios del MIC han sido convocados para elegir su ubicación. Desde julio, unos 700 nuevos funcionarios técnicos, entre arqueólogos, arquitectos, historiadores del arte, demoetnoantropólogos y paleontólogos, han tomado posesión de sus puestos, frente a las 250 contrataciones previstas en la convocatoria (y posteriormente ampliada) para esos perfiles técnicos. De hecho, el MIC fue autorizado a añadir otras 700 unidades a las 518 previstas inicialmente, y de hecho utilizó casi todos los recursos disponibles. Los únicos que faltan son los previstos para archiveros, cuyo listado de baremación parece que nunca fue remitido por el propio RIPAM al FORMEZ y al MIC, aunque el 19 de septiembre la Administración había anunciado su publicación para principios de octubre porque finalmente había sido validado el 12 de septiembre. Y, si en 2018 la justificación de la suspensión de la lista de baremación fue un recurso ante el TAR, hoy, según diversas fuentes, los retrasos deben atribuirse a que los concursantes carecen de la titulación exigida en la convocatoria, lo que hace injustificable una espera tan prolongada, dado que el tribunal debía haber finalizado su trabajo en primavera. En los últimos meses ha habido escritos de la ANAI, de la Asociación Nacional de Archiveros de Italia, de la CICOM, del Comité de Elegibilidad de Concursos del MIC, y peticiones de los sindicatos al ministerio, pero hoy, como en 2018, solo hay un traspaso de responsabilidades del MIC a la Comisión Interministerial del RIPAM.
Mientras esta última sigue perdiendo el tiempo y el ministerio -que ha pagado a manos llenas la provisión de un procedimiento de concurso que era absolutamente necesario para evitar el cierre de muchos institutos- nos da plazos que regularmente se incumplen, los institutos archivísticos languidecen sin personal técnico adecuadamente formado y 340 concursantes con sus familias llevan más de un año con la vida suspendida, incluso profesionalmente. Porque a la espera de la inminente publicación de sus escalafones, anunciada en varias ocasiones, muchos compañeros interinos o eventuales no han firmado contratos para no dejar un trabajo a medio hacer, otros han renunciado a contratos de duración determinada, y los empleados de los Archivos Estatales se han quedado y se quedan al margen de los proyectos, incluidos los de reorganización de los fondos, que requieren continuidad ante la incertidumbre de su futura presencia en la plantilla.
¡Y es precisamente por este motivo que hoy con esta carta abierta exigimos CLARIDAD! A pesar de que nuestra categoría, junto con la de bibliotecarios, está sufriendo más que las demás debido a una escasez crónica de personal y a la existencia de muy pocas vacantes en los últimos años, hemos visto cómo alrededor de 700 compañeros de otros perfiles profesionales han sido contratados rápidamente a partir de listas similares o incluso mayores que las nuestras: ¡y no estamos hablando sólo de los ganadores, sino también de cientos de candidatos aprobados cuyas cualificaciones han sido comprobadas, mucho más numerosos que los nuestros! Por ello, al considerar ya injustificables estos tiempos de espera, exigimos la PUBLICACIÓN DE LA GRADUACIÓN DE OFICIALES ARCHIVISTAS y EL DESBLOQUEO DE NUESTRA CONTRATACIÓN. De hecho, queremos recordar que detrás de los 340 códigos alfanuméricos que identifican a los candidatos seleccionados hay personas, vidas y familias que llevan esperando RESPUESTAS ¡incluso más de un año!
Ministerio Competencia 2022, archiveros: 'después de casi dos años no conocemos nuestra evaluación' |
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