En Milán, el próximo sábado 21 de abril, el Cenáculo Vinciano podría cerrar sus puertas debido a una anunciada huelga de personal que, de confirmarse, impedirá a los visitantes ver la ÚltimaCena, la célebre obra maestra de Leonardo da Vinci. La huelga estará precedida el miércoles 11 por una asamblea (que mantendrá cerradas las puertas del Cenacolo durante un par de horas) y un flash mob (en el que los trabajadores escenificarán la ÚltimaCena de Leonardo) para informar al público sobre las condiciones de los trabajadores del Cenacolo. De hecho, los diez trabajadores de la taquilla y los ocho de la librería corren el riesgo de perder su empleo ante la renovación del contrato de concesión de servicios.
Como es bien sabido, la ley Ronchey prevé que el Ministerio de Cultura pueda externalizar los llamados servicios complementarios de los museos, como la taquilla, la librería, la cafetería y las visitas guiadas. Estos servicios suelen concederse a particulares que ganan concursos a partir de licitaciones ministeriales: en Milán (el Cenacolo es un museo perteneciente al ministerio), la licitación actual está a punto de expirar, pero los trabajadores se quejan de que no hay garantías sobre su reabsorción en la plantilla de la empresa que gane el contrato. El concurso, de hecho, incluye una cláusula que obliga al adjudicatario a absorber prioritariamente a los trabajadores que ya prestan servicio en el Cenacolo Vinciano, pero según los sindicatos esta cláusula no es suficiente para garantizar con certeza la continuidad. De ahí la proclamación de la huelga para el sábado 21 de abril, un día altamente simbólico, ya que esa fecha marcará el final de la Semana del Diseño de Milán, que atrae cada año a miles de turistas de toda Italia y del mundo.
El 20 de abril habrá una reunión con el director del Polo Museale della Lombardia en la que se hará balance de la situación: los trabajadores piden que se eliminen del anuncio todas las ambigüedades sobre la continuidad laboral (en otras palabras, que se les permita seguir trabajando entre los muros del refectorio de Santa Maria delle Grazie, sede del Cenacolo). Mientras tanto, mañana los trabajadores del Cenáculo se reunirán de 12 a 14 horas en asamblea, en la plaza frente a la iglesia de Santa Maria delle Grazie, y a ellos se unirán también, por solidaridad, los diez cuidadores, que en cambio están contratados por el Ministerio.
Milán, huelga en la Última Cena de Leonardo da Vinci: peligran puestos de trabajo |
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