Mientras las obras maestras de Capodimonte están en el Louvre, en Nápoles las molestias en el museo (a precio completo)


La imposibilidad de ver obras maestras fundamentales no es el único inconveniente del Museo Nacional de Capodimonte de Nápoles: de hecho, los visitantes se ven obligados a afrontar el cierre de salas y la reducción del horario de apertura. Y todo ello pagando el precio íntegro de la entrada.

Los visitantes del Museo Nacional de Capodimonte este verano no sólo se verán obligados a deambular por las salas de un museo desprovisto de la mayoría de sus obras maestras, enviadas a Francia para la ya famosa exposición del Louvre en la que se exponen unos 70 cuadros del núcleo de la colección de Capodimonte (entre otros: Crucifixión de Masaccio,Antea de Parmigianino, Virgen del Divino Amor de Rafael,Atalanta e Hipómenes de Guido Reni, Flagelación de Caravaggio, cartones de Miguel Ángel), un asunto al que ya hemos dedicado dos editoriales. De hecho, hay algunos inconvenientes en el museo que impiden una visita completa y satisfactoria.

Los visitantes del Museo Nacional de Capodimonte encuentran un cartel que les alerta de algunas... novedades en el itinerario. Sin embargo, no se trata de novedades positivas. La única planta que ofrece un horario regular es la primera, la que alberga la colección Farnesio, que, sin embargo, es también el núcleo que ha visto las sustracciones más importantes para la exposición del Louvre: por tanto, el público puede visitar libremente esta parte del museo, de 8.30 a 19.30 horas, pero sin poder ver las obras principales, que permanecerán en Francia hasta enero.

La segunda planta, la de las obras de Nápoles y de las escuelas napolitanas a lo largo de los siglos, está en cambio abierta exclusivamente con visitas acompañadas de una hora de duración cada una, tiempo considerado por muchos insuficiente para visitar las vastas salas de la segunda planta. Además, las visitas comienzan a horas fijas y sólo hay cuatro al día (a las 10.30 h, 12 h, 15 h y 17 h), y están sujetas a disponibilidad.

Por otro lado, la tercera planta, que albergaartedel siglo XIX ycontemporáneo, está cerrada y no se puede visitar, y se desconoce cuándo volverá a abrir. Por último, horario reducido también para la exposición Gli spagnoli a Napoli (Los españoles en Nápoles): la muestra, instalada en la Sala Causa, de hecho sólo abre de 10.00 a 17.30 horas. Y si por casualidad se encuentra en Nápoles en días festivos, o en domingo, o incluso en días de entrada gratuita, verá un porcentaje aún menor del museo, porque en estas ocasiones la primera planta permanece totalmente cerrada al público, al igual que la tercera.

¿Por qué ocurre esto? Esencialmente por problemas de personal: Capodimonte, como tantos otros museos, sufre de escasez de personal que impone cierres puntuales. Al perjuicio de no poder visitar el museo en su totalidad, y quién sabe por cuánto tiempo más, se añade la burla de pagar el precio completo: independientemente de los cierres, de hecho, el público está obligado a pagar la entrada completa de 15 euros, el mismo precio que pagaría si pudiera verlo todo. Otra medida cuestionable de la dirección de Bellenger, que sin duda no será bien recibida por el público. Dada la imposibilidad de ver el museo en su totalidad, lo menos que debería garantizar el director Sylvain Bellenger es un descuento significativo en el precio de la entrada. Que esperemos llegue más pronto que tarde.

Mientras las obras maestras de Capodimonte están en el Louvre, en Nápoles las molestias en el museo (a precio completo)
Mientras las obras maestras de Capodimonte están en el Louvre, en Nápoles las molestias en el museo (a precio completo)


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