El Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales busca colaboradores externos (arqueólogos, arquitectos, ayudantes técnicos de obra, ingenieros, historiadores del arte, técnicos contables) para las superintendencias... con quince años de experiencia. La singular convocatoria de selección se ha publicado hace unas horas y expirará el 25 de enero, pero ya está dando mucho que hablar entre los enterados precisamente por esta barrera de entrada no tan ágil.
Se trata, por supuesto, de un trabajo que requiere competencias: los colaboradores están llamados, dice la convocatoria, a “apoyar las actividades de las Superintendencias para asegurar el cumplimiento de las funciones de protección y valorización del patrimonio cultural en sus respectivos ámbitos territoriales de competencia”. Para participar en el proceso de selección, los funcionarios deberán contar con varios años de experiencia en los sectores y áreas indicadas para cada figura profesional. De hecho, esta experiencia plurianual es de quince años para los perfiles que requieren titulación universitaria (arqueólogo, arquitecto, ingeniero e historiador del arte), mientras que se reduce a ocho para los ayudantes de obra y los técnicos contables. Además, para todos los perfiles que requieren al menos quince años de experiencia, se exigen también al menos tres años de experiencia en tareas de colaboración con las administraciones públicas. La experiencia requerida se refiere, para arqueólogos e historiadores del arte, a actividades como documentación, catalogación, peritaje, evaluaciones, elaboración de presupuestos, valorización en museos, montaje de exposiciones y realización de actividades educativas, mientras que para los arquitectos hablamos de conocimientos de procedimientos administrativos, coordinación de obras públicas o privadas, redacción de planes de seguridad, etc. El requisito de experiencia se reduce, alternativamente, a diez años (dos de ellos como colaborador de una autoridad pública) si el candidato es doctor.
Paradójicamente, no se exige experiencia laboral (en este caso para el perfil de arqueólogo e historiador del arte) si el candidato es profesor universitario en materias afines (disciplinas arqueológicas e histórico-artísticas), y en este caso también se concede una pequeña excepción sobre la titulación que, dice la convocatoria, “puede ser también en ámbitos diferentes” a los exigidos por los requisitos. Y muchos se preguntan por qué, por tanto, un profesor universitario, que a menudo no tiene experiencia “sobre el terreno”, puede tener tal descuento en la experiencia profesional.
La principal acusación de los populares es que se trata de un proceso de selección que excluye a los jóvenes: teniendo en cuenta que normalmente un ciclo de licenciatura se completa a los 24-25 años (a los que se añaden otros tres de doctorado) si se han superado todos los exámenes, salvo en casos excepcionales la convocatoria está vetada a los menores de 39 años. Una medida de la paradoja reside en el hecho de que, por ejemplo, el actual director del Parque Arqueológico de Paestum, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Italia, en el momento en que fue nombrado director (tenía 34 años) no habría podido participar en una selección similar, porque había terminado el doctorado hacía cinco años y, por tanto, aún no había acumulado diez años de experiencia profesional.
Hay que decir que los sueldos no son bajos: estamos hablando de 32.000 euros para las figuras que requieren un título universitario y de 25.000 para las figuras técnicas, por un encargo de un año. La remuneración se abonará una vez que el colaborador haya informado de la actividad realizada, previa comprobación por el Jefe de la Oficina u otro funcionario en quien delegue, previa presentación de una factura por parte del profesional, que deberá disponer, por tanto, de un número de IVA. Los colaboradores a los que se encomiende la tarea de gestor único del procedimiento podrán percibir una remuneración adicional de 8.000 euros anuales. Además, el anuncio se ha impuesto de forma centralizada a todas las Superintendencias de Italia, que por tanto tendrán que elegir necesariamente a los colaboradores entre un grupo muy limitado de personas con una dilatada experiencia y profesores universitarios.
En resumen, el anuncio sólo lleva unas horas en línea, pero la opinión de las bases, sobre todo de las más jóvenes, ya es bastante clara. La asociación Mi Riconosci es muy crítica: “Ya habíamos impugnado el hecho de que, con el Decreto de agosto, se decidiera proporcionar una lluvia de encargos en colaboración en lugar de proceder a concursos y contrataciones, aplicando así una medida carente de toda previsión o planificación”, explica Flavio D. Utzeri, activista y arqueólogo. “Las exigencias de la reciente convocatoria van mucho más allá. En lugar de utilizar las colaboraciones de seis meses para que trabajen las personas más capaces sin distinción de edad, para permitir que muchos y muchas tengan ingresos y, al mismo tiempo, para incorporar nuevas fuerzas a los ministerios, se imponen criterios totalmente arbitrarios. Estos requisitos apartan a dos o tres generaciones enteras de profesionales de la posibilidad de obtener un cargo”. Por ello, la asociación exige la retirada del anuncio.
Imagen: Sede de MiBACT
MiBACT busca colaboradores... con 15 años de experiencia profesional (o alternativamente profesores) |
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