Nunca mencionó a Jorit durante su discurso, por supuesto, pero la andanada lanzada hoy por el presidente de la República Sergio Mattarella durante su discurso con motivo del Día de la Mujer parecía tener un remitente preciso: se hablaba de arte callejero y de arte bajo las dictaduras. Por eso es fácil imaginar que el presidente quería comentar lo ocurrido anteayer en Soči, donde el artista callejero napolitano Jorit, alias Ciro Cerullo, se hizo una foto con el presidente ruso , Vladimir Putin , al final de uno de sus discursos durante un foro juvenil. “Para demostrar a Italia que eres humano como los demás, que la propaganda que difunden por todas partes no es real”, dijo Jorit al levantarse de su asiento en la tribuna cuando Putin terminó de hablar. Un movimiento orquestado por la propaganda rusa, según muchos: hoy en día es muy difícil para los italianos entrar en Rusia, y el Presidente Putin es prácticamente inaccesible. Imagínense que una persona pueda bajarse de una tribuna y acercarse despreocupadamente al número uno del Kremlin sin que nadie compruebe nada, o sin que la jugada esté organizada de antemano. Tanto es así que las reacciones en Italia no se han hecho esperar: no se cuentan los insultos en las redes sociales, las invitaciones a trasladarse a Rusia o a intentar pintar un mural con la efigie de Anna Politkovskaya en las calles de Moscú para poner a prueba la “humanidad” de Putin. Y las duras críticas también llegaron de los políticos: “idiota útil”, “propagandista”, “mercenario” son sólo algunas de las definiciones dirigidas a Cerullo por miembros del partido.
Hoy, por tanto, intervención de Sergio Mattarella. El tema elegido por la Presidencia de la República para el Día de la Mujer 2024 ha sido “la mujer en el arte”, para subrayar la contribución femenina a la imaginación, a la creatividad de las artes. Mattarella quiso destacar con cierto énfasis la contribución del arte callejero femenino: "Fijémonos un momento en esa forma de manifestación del disfrute público que acabamos de ver, representada por el llamado Street Art. Hemos escuchado a Chiara Capobianco. Recuerdo a otros artistas italianos como Alice Pasquini, Giovanna Pistone, Mp5, Ale Senso, para captar el significado de un diálogo continuo con la dimensión de lo vivo. La historia de la humanidad, incluso en lo que respecta al arte, se ha desarrollado en cambio, durante mucho tiempo, en un sentido dominado por los hombres: esto ha hecho que la civilización pierda recursos inestimables de sensibilidad y valor artístico".
Y aquí viene la punzada de Mattarella: “El arte -dijo- es también desafío, cambio, conocimiento. Los artistas miran lejos, más allá del velo de las apariencias; prevén o anticipan los cambios, ofrecen claves incisivas para interpretar el mundo y sus fenómenos. Nuestra Constitución afirma con eficaz sencillez: ”el arte y la ciencia son libres“. El arte, de hecho, es libertad. Libertad para crear, libertad para pensar, libertad de condicionamientos. En esta actitud reside su potencial revolucionario: y no es casualidad que los regímenes autoritarios miren con recelo a los artistas y los vigilen con espasmódica atención, espiándolos, censurándolos, incluso encarcelándolos. Las dictaduras tratan por todos los medios de promover un arte y una cultura de Estado, que no es sino un arte y una cultura ficticios, de régimen, que premia el servilismo de los cantantes oficiales y castiga y reprime a los ”artistas auténticos".
Servilismo de loscantantes oficiales, en resumen: en los regímenes, el arte no es libre. Es preocupante que estos intentos de penetrar en la propaganda rusa se produzcan a través deItalia y de un artista que, antes de ganarse una reputación de proputinita (esto ya se dijo el verano pasado, cuando Jorit fue a Mariupol para pintar un mural, por otra parte acusado de plagio, que debía representar “el sufrimiento de los niños del Donbass que crecieron durante ocho años bajo las bombas de Kiev y con el miedo de los batallones nazis”), sí gozaba de cierta consideración. Italia, por desgracia, suele considerarse eleslabón débil de Occidente a la hora de apoyar a Ucrania y contrarrestar la propaganda rusa. Los datos lo certifican: según un reciente informe (febrero de 2024) del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, de hecho, los italianos se encuentran entre los partidarios menos ardientes del apoyo a Ucrania (sólo el 18% de nuestros compatriotas cree que Europa debería apoyar a Ucrania para recuperar los territorios ocupados por Rusia: detrás de Italia sólo Grecia y Hungría, ambas con un 16%, porcentajes muy alejados del 50% de Suecia, del 48% de Portugal, del 47% de Polonia, pero también del 35% de Francia y España y de la media del 31%). Por tanto, es natural que la propaganda rusa intente apelar a los países donde el apoyo a Ucrania es más débil.
Mattarella, por su parte, nunca ha dejado de insistir en la importancia de apoyar a Ucrania. Lo hizo incluso el pasado 3 de febrero en Trento, saludando al alcalde de Lviv, renovándole “los sentimientos de amistad que tienen antiguas y sólidas raíces y que las dramáticas consecuencias de la brutal invasión de Ucrania han reforzado aún más”. La libertad, la independencia de Ucrania son uno de los valores fundacionales de Europa", había dicho Mattarella el mes pasado. Y hace unos días, el 26 de febrero, durante su discurso en Chipre en una reunión con el Presidente Nikos Christodoulides, Mattarella había sido aún más explícito: “Teniendo la paz y la estabilidad en el corazón, hablamos -también hice referencia a lo que está sucediendo en Ucrania, dos años después de la agresión desmedida de la Federación Rusa contra Ucrania- para reiterar, como hizo recientemente el Consejo Europeo, el pleno apoyo a Ucrania, para reiterar lo importante que es respetar la integridad territorial, la independencia, la dignidad de cada Estado. Porque es impensable que un país vecino más fuerte y más grande quiera imponer su voluntad y arrebatar territorio a un país vecino más pequeño. Es un principio general y la Unión Europea hace bien en mantener ese compromiso de apoyo a Ucrania”.
Contrarrestar la propaganda rusa enviando un mensaje inequívoco sobre lo que significa para un artista trabajar en apoyo de un régimen es una forma de dar una señal concreta, y un apoyo total a Ucrania.
Mattarella tras Jorit: 'el arte es libre, el de las dictaduras es arte ficticio y servil' |
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