Mattarella jura el cargo y lanza un mensaje inaugural: "La cultura no es lo superfluo

El Presidente de la República, Sergio Mattarella, elegido el sábado para un segundo mandato, ha prestado hoy juramento de fidelidad a la República y de observancia de la Constitución ante una sesión conjunta del Parlamento, completada por los delegados regionales que participaron en la elección.

En la Cámara de Montecitorio, el Presidente Roberto Fico declaró abierta la sesión e invitó al Jefe del Estado a prestar juramento de conformidad con el artículo 91 de la Constitución. A continuación, el Presidente Mattarella pronunció la fórmula de juramento y dirigió el mensaje de investidura.

En el transcurso de su extenso mensaje de investidura(unos cuarenta minutos), Mattarella dedicó un espacio nada desdeñable a la cultura y elarte, afirmando sin ambages que “la cultura no es lo superfluo”.

Italia es, por excelencia, el país de la belleza, de las artes, de la cultura“, afirmó el presidente. ”Por eso en el resto del mundo miran, con razón, hacia nosotros. La cultura no es lo superfluo: es un elemento constitutivo de la identidad italiana. Hagamos que este patrimonio de ingenio y realizaciones (que hay que preservar y apoyar) se convierta aún más en un recurso capaz de generar conocimiento, crecimiento moral y factor de desarrollo económico. Es un recurso importante sobre todo para aquellos jóvenes que ven en la universidad, la edición, las artes, el teatro, la música y el cine un lugar de aterrizaje profesional acorde con sus aspiraciones".

También hay lugar para el recuerdo: “Permítanme recordar, rendirle homenaje, a una gran protagonista de nuestro cine y de nuestro país: Monica Vitti”.

La cultura, la escuela, la educación y la lucha contra las desigualdades son vistas por Mattarella como pilares para crear la Italia del futuro: “Apoyamos una escuela que sepa acoger y transmitir la formación y la cultura, como conjunto de valores y principios que sustentan las razones de nuestro estar juntos; una escuela orientada a garantizar la igualdad de condiciones y oportunidades. Construir una Italia más moderna es nuestra tarea. Pero para que la modernidad sustente la calidad de vida y un modelo social abierto, animado por la libertad, los derechos y la solidaridad, es necesario asumir la lucha contra las desigualdades y la pobreza como eje vertebrador de las políticas públicas. En el último período han aumentado las tasas de empleo -y esto es un hecho importante-, pero todavía muchas mujeres están excluidas del trabajo, y la marginalidad femenina es uno de los factores que frenan nuestro desarrollo, además de un signo de atraso civil, cultural y humano. [...] Las desigualdades no son el precio que hay que pagar por el crecimiento. Son más bien el freno para cualquier perspectiva real de crecimiento. Nuestra tarea -como prescribe la Constitución- es eliminar los obstáculos. Junto a la dimensión social de la dignidad, está su significado ético y cultural, que concierne al valor de las personas y cuestiona el conjunto de la sociedad. Dignidad. Dignidad es eliminar las muertes en el trabajo, que hieren a la sociedad y a la conciencia de cada uno de nosotros. Porque la seguridad en el trabajo, de cada trabajador, tiene que ver con el valor que damos a la vida. No más tragedias como la del joven Lorenzo Parelli, que entró en la fábrica por un proyecto de escuela-trabajo. Casi todos los días se nos recuerda dramáticamente este deber primordial de nuestro país. Dignidad es oponerse al racismo y al antisemitismo, ataques intolerables no sólo contra las minorías sometidas a la violencia, física o verbal, sino contra la conciencia de todos y cada uno de nosotros. Dignidad es prevenir la violencia contra las mujeres, una lacra profunda e inaceptable a la que hay que oponerse enérgicamente y curar con la fuerza de la cultura, la educación y el ejemplo. Nuestra dignidad se ve cuestionada por las migraciones, sobre todo cuando somos incapaces de defender el derecho a la vida, cuando negamos la dignidad humana a los demás”.

Mattarella jura el cargo y lanza un mensaje inaugural: "La cultura no es lo superfluo

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