Mattarella inicia las obras de la Biblioteca de Historia del Arte en el Quirinal: "La cultura es nuestra alma

Esta mañana se ha celebrado una ceremonia en el Palacio del Quirinal con motivo del inicio de las obras de la nueva Biblioteca de Arqueología e Historia del Arte de Roma, que se instalará en el Palacio San Felice, dentro del complejo del Quirinal. El edificio, que albergaba las dependencias de servicio del Quirinal, será restaurado con un proyecto de Mario Botta, que presentó su propuesta de forma gratuita. A la ceremonia de esta mañana asistieron el Ministro de Cultura, Dario Franceschini (presente por enlace de vídeo), el arquitecto Mario Botta, la secretaria general de la Fundación Giorgio Cini, Renata Codello, y la directora de la Agenzia del Demanio, Alessandra Dal Verme.

En la actualidad, la Biblioteca, la más importante del sector en Italia con un patrimonio de más de 400.000 volúmenes, fundada en 1875 y punto de referencia internacional, se encuentra en el Palazzo Venezia: sin embargo, los espacios del histórico edificio renacentista que fue sede de los embajadores venecianos en Roma entre los siglos XVI y XVIII ya no son adecuados para albergar la gran biblioteca. Los nuevos locales del Palazzo San Felice se abrirán en torno al gran patio con la palmera en el centro, con vistas a la Via della Dataria (que se convertirá en una especie de plaza con cafetería), y contarán con salas de conferencias y multifuncionales en la planta baja, en la primera planta los almacenes, que dispondrán de nada menos que 15.000 metros lineales de estanterías, en la segunda planta las salas de lectura y estudio, y en la tercera un espacio expositivo con terrazas. La finalización de las obras, financiadas con más de 10 millones de euros, está prevista para diciembre de 2024. Tres años, por tanto, para la nueva Biblioteca.

“El Ministerio”, ha declarado el Ministro de Cultura , Dario Franceschini, “se ha comprometido tanto en la búsqueda de los recursos como en el apoyo al Quirinale en esta operación que da un gran mensaje al país: el Palazzo San Felice será un lugar maravilloso, abierto a la ciudad”. El proyecto del arquitecto Botta deja claro que no será sólo un lugar de conservación, sino un lugar de vida y actividad. Traeremos del Palazzo Venezia la maravillosa Biblioteca de Arqueología e Historia del Arte, una de las instituciones más importantes del país, hay más de 400.000 volúmenes, incunables, material fotográfico, un archivo infinito que hoy se encuentra en un espacio inadecuado en el Palazzo Venezia, y puesto que hemos hecho la elección de crear como uno de los nuevos museos autónomos el Palazzo Venezia y el Vittoriano juntos (y esto será también un gran retorno a Italia y a la ciudad de Roma), la elección de llevarla al Palazzo San Felice le dará una nueva centralidad. Una operación que me alegra mucho que empiece hoy".

“Traigamos vida, traigamos actualidad a este lugar de historia y memoria”, subraya Mario Botta. “Tomamos un trozo de la Roma antigua para actualizar Roma: esta es nuestra tarea, una tarea generacional que quiere que cada generación interprete lo mejor posible la contemporaneidad y, por tanto, su manera de ser hombres en la tierra de hoy. Cargamos con el peso de una responsabilidad que va más allá de lo poco que conseguimos hacer, y que nos empuja a interpretar lo mejor no tanto para nosotros mismos, sino para las generaciones venideras. Creamos un futuro”.

“Estoy realmente muy satisfecho”, ha declarado el Presidente Sergio Mattarella, “de que antes de que finalice mi mandato de siete años se empiece a trabajar para realizar este gran proyecto, una elección de gran significado. Subrayo que se trata de una gran operación cultural, que da a la ciudad de Roma, en su centro, un lugar de estudio dinámico, que conserva un gran patrimonio de la cultura de nuestro país y que mira hacia el futuro, porque es recogiendo y poniendo a disposición de los estudiosos, los de hoy y los del futuro, este gran patrimonio que contendrá la biblioteca, como proyectaremos hacia el futuro la cultura que nuestro país ha acumulado a lo largo de los siglos. La cultura que es el alma de nuestro país y que hace más tranquilizadoras sus perspectivas de futuro, porque sin esa dimensión, cualquier otra actividad, compromiso o vertiente de la vida social pierde sentido y apenas encuentra dimensión y conciencia propias. Estoy muy agradecido por lo que se ha hecho. Tres años es un tiempo razonablemente corto para una obra tan exigente, y es un gran logro: el proyecto que nos donó el arquitecto Botta y que con tanta habilidad y sabiduría de imagen y división hace posible que realmente este edificio y este complejo sean una realidad viva en el centro de la ciudad. El Quirinale está encantado de haber puesto este edificio a disposición para este fin, y lo que estamos realizando juntos y empezando hoy es realmente una gran contribución al futuro de nuestro país”.

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