Mantua, dura polémica contra la exposición de Hermann Nitsch en el Palazzo Ducale: los defensores de los animales inician un bombardeo de correos

En Mantua se ha recrudecido la polémica en torno a la exposición de Hermann Nitsch (Viena, 1938) prevista en el Palacio Ducal entre mayo y junio. Veintisiete asociaciones de defensa de los derechos de los animales, reunidas en un comité denominado “La unión hace la fuerza”, quieren impedir que el artista austriaco, padredel accionismo v ienés y uno de los nombres más importantes del arte del siglo XX, celebre la exposición. Nitsch es conocido por utilizar sangre animal en sus performances, y por este motivo los defensores de los derechos de los animales piden a la Superintendencia que no autorice la exposición.

Como protesta, iniciaron un mail bombing (es decir, un envío masivo de correos) a las direcciones de los organizadores, la Soprintendenza y la administración local. Calificando a Nitsch de “presunto artista”, los defensores de los derechos de los animales escriben: “Nos parece absurdo y totalmente inaceptable que se publiciten y apoyen iniciativas basadas en el sufrimiento ajeno, y desearíamos que la autoridad municipal competente prohibiera esta infamia. Pedimos a la Superintendencia de Bienes Culturales que anule o no autorice la exposición, y reclamamos también una postura seria e irrevocablemente contraria por parte del alcalde, de los destinatarios de esta carta abierta y de la ciudad de Mantua. Recordamos que la ley 189/2004, en sus artículos 544 bis/ter y quater prohíbe, respectivamente, la matanza, el maltrato y la explotación de animales para espectáculos. En este caso están todos presentes”.

Las protestas ya han tenido un primer efecto, puesto que la Curia de Mantua ha retirado su patrocinio a la exposición, deseada por el director del Palazzo Ducale, Peter Assmann. De hecho, la exposición tendrá referencias religiosas, ya que Mantua alberga la reliquia de la “preciosísima sangre de Cristo”, es decir, según la tradición cristiana, la sangre que San Longinos, el centurión de guardia durante la crucifixión, habría llevado a la ciudad lombarda, lugar donde sufrió el martirio. Sin embargo, la respuesta del Palazzo Ducale no se hizo esperar: el gabinete de prensa del museo, contactado por Repubblica, hizo saber que, en su opinión, las polémicas de los defensores de los animales parecen superficiales y simplistas, que la exposición se celebrará, que Nitsch es un artista consagrado y, sobre todo, que no “mata a ningún animal para sus obras, sino que utiliza cadáveres ya sacrificados para transmitir con sus performances un mensaje fuerte e impactante”. Al fin y al cabo, esta es una postura que Nitsch ha manifestado en repetidas ocasiones, ya que sus exposiciones suelen ser objeto de ataques y boicots.

En la foto: Hermann Nitsch en un momento de la performance 128. Aktion el 22 de octubre de 2009. Fotografía Crédito Roland Rudolph para la Fundación Nitsch.

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