Las murallas de Lucca, uno de los ejemplos europeos más extraordinarios de muralla moderna conservada en su totalidad, han sido transenadas en algunos puntos. ¿El motivo? Demasiados turistas se asoman y se caen (el último caso el 14 de mayo, pero la lista es bastante larga), por lo que el alcalde Alessandro Tambellini, después de que el responsable del sector de Obras Públicas y Urbanismo recibiera informes del inspector jefe de la policía judicial de la Fiscalía de Lucca y de los agentes de la Unidad de Policía Judicial de Edificios y Medio Ambiente de la Policía Municipal, decidió instalar barreras en los puntos considerados de mayor riesgo de caída. En concreto, las barreras se instalarán en la plataforma de San Frediano, donde el parapeto es muy bajo, en el baluarte de San Donato, que se distingue por sus muros de poca altura, y también en el baluarte de San Colombano, el baluarte de La Libertà, el baluarte de San Salvatore y el baluarte de San Martino.
La peligrosidad de estas zonas de las murallas ya está ampliamente señalizada mediante carteles que ordenan a los ciudadanos y turistas no acercarse a los bordes de las murallas, so pena de multa, pero evidentemente el riesgo de ser multado no es suficiente, por lo que se hizo necesaria la ordenanza firmada el 27 de agosto por el alcalde. La instalación de las barreras provisionales comenzó pocas horas después de que el alcalde la firmara. Sin embargo, el ayuntamiento hizo saber en una nota que, “debido a evidentes problemas de fuerza mayor”, no había podido “acordar con la Superintendencia las modalidades de ejecución de las intervenciones realizadas esta mañana, pero mantiene no obstante su compromiso y colaboración con el órgano periférico del Ministerio de Cultura (beneficiario de la financiación de 2 millones de euros para las Murallas) para completar la planificación compartida de las intervenciones definitivas para mejorar la seguridad del monumento”.
Una solución drástica desde el punto de vista delimpacto paisajístico, y que siempre se había descartado precisamente porque los transennas no son precisamente bonitos de ver. Y una solución que también se deriva del desarrollo de un incidente en agosto del año pasado, cuando dos turistas franceses (un padre y un niño de seis años) cayeron de las paredes, sufriendo graves heridas, porque el hijo no se había dado cuenta de que las paredes estaban caídas, y el padre le había seguido para intentar salvarle de la caída: La familia decidió entonces demandar al ayuntamiento por falta de seguridad, y el proceso judicial sigue su curso (además, el ayuntamiento había demandado a su vez a los padres por negligencia infantil).
Por todas estas razones, en esencia, tendremos que acostumbrarnos a ver, quizá durante mucho tiempo, las murallas de Lucca, uno de los monumentos más famosos de Italia, alteradas en su aspecto.
Foto: una sección de las murallas de Lucca. Foto Crédito Carlo Pelagalli
Lucca, demasiados turistas se caen de los muros, y el alcalde ordena instalar barreras |
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