El presidente de la República Francesa , Emmanuel Macron, visitará el Louvre el próximo martes, tras las noticias filtradas sobre el precario estado del museo. Anteayer, en efecto, el diario Le Parisien publicó una nota confidencial (o mejor dicho: que debía permanecer confidencial, pero que fue interceptada por el diario parisino) escrita por la directora del Louvre, Laurence des Cars, a la ministra de Cultura Rachida Dati el 13 de enero. El principal problema del museo es su masificación , que hace que la experiencia del visitante sea deficiente, incluso teniendo en cuenta lo anticuado de sus instalaciones.
Varios edificios del museo, escribe Des Cars, “están alcanzando un nivel de obsolescencia preocupante”. El director constata “un aumento de los desperfectos en los espacios museísticos, a veces muy deteriorados. Algunos ya no son estancos, mientras que otros sufren preocupantes variaciones de temperatura que ponen en peligro la conservación de las obras”. Además, Des Cars señala con el dedo el modelo de “Gran Louvre” deseado en los años 80 por François Mitterrand, que ya no se adapta a las cifras que debe soportar el museo: el museo, con la pirámide de Ieoh Ming Pei construida entre 1983 y 1988, se diseñó con la estructura actual para hacer frente a 4 millones de visitantes al año, pero el Louvre ha pasado a acoger a más de diez (mientras que en 2024 serán 8,7 millones).
La consecuencia es que el Louvre se ha convertido en un “calvario físico” para los visitantes: acceder a las obras lleva tiempo y no siempre es fácil. El visitante no tiene espacio para hacer una pausa. La alimentación y las instalaciones sanitarias son insuficientes y están muy por debajo de las normas internacionales. La señalización debe rediseñarse por completo". También existen dudas sobre la idea de conservar la Gioconda en el interior de la Sala de los Estados: según la directora, el público llega en masa a ver la obra pero sin tener las “claves para entenderla”, lo que, en su opinión, cuestiona la “misión de servicio público” del museo. Por lo tanto, se necesitan importantes obras de renovación para responder a las demandas.
Macron tomó inmediatamente cartas en el asunto. “El Louvre es un símbolo de Francia, es un orgullo francés”, reza una coma invertida enviada porel entorno de Macron a la agencia AFP. “Sería un error permanecer sordo y ciego ante los riesgos a los que se enfrenta hoy el museo”. Según AFP, el presidente sigue muy de cerca el expediente y se prepara para hacer anuncios sobre la situación del museo, que se esperan por tanto para el martes, día de cierre semanal del Louvre.
En la foto: el Louvre. Foto: Mika Baumeister
Louvre, situación crítica: el Presidente Macron toma medidas |
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