Los restauradores españoles atacan de nuevo: Virgen María desfigurada, copia de Murillo


Un nuevo caso de restauración bochornosa en España, similar al ya famoso Ecce Homo de Elías García Martínez en el Santuario de Misericordia de Borja (Aragón), restaurado en 2012 por una vecina de 80 años, Cecilia Giménez, una inexperta pintora aficionada que llevó a cabo un repintado demoledor de la obra, desde entonces apodada Ecce Mono (“aquí está el mono”, en español) para enfatizar el mal resultado. Ahora ha ocurrido algo muy parecido en Valencia, donde un coleccionista privado confió una Virgen María, copia de un original del gran Bartolomé Esteban Murillo, a un restaurador para un simple trabajo de limpieza.

El restaurador, sin embargo, parece haberse especializado en muebles y no en cuadros (y, a la vista de los resultados, uno se pregunta sin duda cómo se las arregla con los muebles), por lo que el coleccionista encontró en sus manos no una Virgen delicada y hermosa, de rasgos adolescentes, como era originalmente, sino una especie de monstruo imposible de ver: el desconsiderado restaurador, de hecho, desfiguró por completo el rostro de la Virgen. Al parecer, el coleccionista, incrédulo, pidió explicaciones al “profesional” (las comillas son obligatorias), y éste se justificó diciendo que sólo había intentado resolver el problema que presentaba el cuadro. Ahora el coleccionista ha recurrido a otro restaurador con la esperanza de reparar el daño (pero esta vez ha buscado antes la ayuda de un especialista en pintura).



Pero lo que da que pensar es que casos como éste, como el delEcce Homo y otros ocurridos recientemente en España, no parecen ni mucho menos aislados. Así lo explicó a los medios ibéricos María Borja, coordinadora de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), según la cual casos similares son "desgraciadamente mucho más frecuentes de lo que pensamos. Sólo conocemos los casos que la sociedad denuncia a través de la prensa o las redes sociales, pero hay muchas situaciones en las que personas sin formación han intervenido sobre las obras. Las obras sufren estas intervenciones poco profesionales que pueden provocar cambios irreversibles’.

Pero, ¿por qué esta suciedad ocurre con tanta frecuencia en España? Según Borja, porque la profesión de conservadores y restauradores no está regulada: el objetivo de ACRE es precisamente cambiar el estado de cosas. Por ejemplo, la ley que regula el patrimonio cultural en la Comunidad Valenciana no especifica quién debe ser el profesional habilitado para trabajar en bienes culturales. En definitiva, no existe ninguna obligación legal para que los propietarios recurran a profesionales formados en el sector para trabajar en las obras. “Esta falta de legislación -señala Borja- da lugar a intervenciones desastrosas de las que nos enteramos de vez en cuando, lo que hace saltar serias alarmas cuando se trata de esculturas románicas o imágenes renacentistas de gran valor”. Todo ello a pesar de que en España hay muchos profesionales bien formados, con estudios y experiencia a sus espaldas. A esto se suma la falta de actividad inspectora por parte de las autoridades encargadas de la protección, que, según ACRE, no sería suficiente. En definitiva: para evitar casos como éste, lo que hace falta en España es un verdadero avance que garantice tanto a las obras como a los restauradores.

Abajo, la desafortunada Virgen antes, durante y al final de la intervención.

Los restauradores españoles atacan de nuevo: Virgen María desfigurada, copia de Murillo
Los restauradores españoles atacan de nuevo: Virgen María desfigurada, copia de Murillo


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