Los países europeos ayudan a la cultura a hacer frente a la emergencia causada por el coronavirus

Laemergencia sanitaria debida al coronavirus Covid-19 afecta ya indiscriminadamente a todos los países europeos, pues los virus no conocen fronteras. Italia fue el primer país en cerrar todas las sedes culturales, y también el primero en tomar medidas para ayudar al sector, uno de los más afectados por la crisis: En concreto, con el decreto “Cura Italia”, el Gobierno concedió un subsidio de 600 euros a los trabajadores temporales, así como a los de las artes escénicas; la suspensión de pagos, retenciones, cotizaciones a la Seguridad Social y primas de seguro obligatorio a quienes dirigen teatros, cines y salas de conciertos; la creación del Fondo para la Promoción Integrada, dotado con 150 millones de euros para una campaña extraordinaria de comunicación en apoyo de las exportaciones y para reforzar las actividades de promoción del sistema del país; bonos para el reembolso de entradas de teatros, cines, museos y espectáculos diversos; los dos nuevos fondos de emergencia para el cine y el espectáculo del MiBACT, uno de parte corriente (para apoyar a los operadores) y otro en cuenta de capital (para inversiones destinadas al relanzamiento), con una dotación de 130 millones de euros.

¿Cómo están reaccionando otros países europeos ante la crisis que inevitablemente afectará al sector de la cultura? Uno de los primeros en mover ficha fue Francia: el Ministro de Cultura , Franck Riester, anunció ayudas por valor de 22 millones de euros, 10 de ellos al sector musical (parte de un plan más amplio de 45.000 millones de euros para apoyar a trabajadores y empresas). París también decidió la suspensión del pago del impuesto sobre las entradas para el mes de marzo, y se destinaron otros 5 millones de euros a la emergencia del sector de las artes escénicas. También se creó un fondo de emergencia, también de 5 millones de euros, para el sector editorial (apoyará a editores, autores y libreros). Otros 2 millones se destinan a un fondo para galerías de arte.

En Alemania, la Ministra de Cultura , Monika Grütters, prometió la semana pasada financiación para las instituciones culturales en dificultades y para los artistas, y pidió al Gobierno que convocara una mesa redonda con las asociaciones profesionales para debatir las ayudas al sector. Es probable que se concedan ayudas en forma de liquidez garantizada por el Kreditanstalt für Wiederaufbau (banco estatal de desarrollo), pero también se ha anunciado un paquete de ayudas para los autónomos y las pequeñas empresas del sector, que formará parte de un conjunto más amplio de medidas para contribuir a la recuperación de la economía. Por el momento, sin embargo, nada está escrito en piedra.

El Reino Unido ha creado un fondo de préstamos de 330.000 millones de libras, para garantizar préstamos de hasta 25.000 libras a las pequeñas empresas, y ha decretado la cancelación, durante un año, del impuesto sobre las propiedades comerciales, muchas de las cuales son utilizadas por instituciones culturales. De momento, sin embargo, no hay medidas específicas para el sector cultural, en el que, en el país, un tercio de los trabajadores son autónomos y que, como en el resto del mundo, corre el riesgo de verse gravemente afectado (una encuesta realizada por la Federación de Industrias Creativas reveló que el 54% de los trabajadores teme ver sus ingresos reducidos a la mitad).

En Portugal aún no hay medidas detalladas para la cultura, pero el Gobierno ha anunciado medidas para empresas y trabajadores: en concreto, los trabajadores que tengan que quedarse en casa para cuidar a niños menores de 12 años recibirán el 66% de su salario (la mitad pagado por la empresa y la otra mitad por el Estado). También se garantiza el 100% del salario a quienes tengan que permanecer en cuarentena. En cambio, no se han adoptado medidas específicas para los trabajadores precarios.

Suecia tampoco ofrece paquetes especiales para la cultura, pero ha empezado a tomar medidas de apoyo a los trabajadores. En concreto, ha abierto la posibilidad de que las empresas aplacen el pago de las cotizaciones de sus empleados, los impuestos sobre las nóminas y el impuesto sobre el valor añadido. Las medidas son retroactivas hasta el 1 de enero: así, Suecia ha dispuesto que las empresas que hayan pagado sus impuestos de enero a marzo y tengan problemas puedan obtener devoluciones de la Agencia Tributaria sueca. También se ha abierto un fondo de 5.000 millones de coronas (450 millones de euros) para garantizar préstamos a las compañías aéreas, uno de los sectores con más dificultades.

En la foto: París, Teatro Odeón. Foto Crédito

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