“Se informa a los ciudadanos que, de conformidad con el Decreto de Alcaldía núm. 9 de 10 de abril de 2019, el Archivo Histórico permanecerá cerrado al público desde el lunes 15 de abril de 2019 hasta una fecha por definir”: un breve aviso en la página web del Ayuntamiento de Lodi para informar a los ciudadanos del cierre del Archivo HistóricoMunicipal, el centro que conserva la documentación producida en la ciudad a lo largo de los siglos (también hay documentos antiguos, como actas notariales del siglo XIV y documentos manuscritos medievales, precioso material más reciente, como los borradores y cartas de Ada Negri, la gran poetisa de principios del siglo XX, nacida en Lodi, y colecciones enteras como el Archivo del Ospedale Maggiore desde el siglo XII hasta 1964, todos los volúmenes de edictos napoleónicos y todos los registros del ayuntamiento desde 1490 hasta 1778) y se ocupa de su protección y valorización (esta última mediante encuentros, exposiciones, presentaciones de libros, visitas guiadas y actividades educativas).
Los locales de via Fissiraga, que el Archivo ocupa desde 1987, ya no se consideran adecuados para albergarlo: según la oficina técnica municipal, hay varios problemas críticos, empezando por el riesgo de infiltraciones que podrían amenazar los documentos antiguos, pasando por el sistema eléctrico no conforme, el sistema de prevención de incendios que tampoco cumple las normas, las salidas de emergencia defectuosas y el montacargas defectuoso. Por estos motivos, se decidió cerrar el edificio, y en breve habrá que tomar una decisión sobre el traslado. Mientras tanto, el cierre al público es total: ciudadanos y estudiosos no podrán consultar los documentos, ni acudir a la sala de lectura. Y los académicos ya han expresado su disconformidad, sobre todo por el hecho de que el cierre se haya decidido sin un plan de acción largamente establecido detrás.
Pero eso no es todo: los voluntarios que prestan servicio en el archivo también protestan. Vincenzo Dossena, presidente de la Asociación ArchiviAmo, que colabora con el Ayuntamiento de Lodi y la Biblioteca, ha declarado en un artículo en el diario Il Giorno que “el Ayuntamiento habla de problemas de seguridad, pero casi ningún archivo en Italia está a la altura, y hasta ahora, para otras estructuras, se han hecho excepciones: hacía falta algo de valentía”. Según Dossena, la Asociación había propuesto de hecho mantener abierto el Archivo, incluso poniendo a dos archiveros, pero el resultado fue nulo, y justo a tiempo llegó el anuncio del cierre por parte del teniente de alcalde, Lorenzo Maggi. Tanto peor cuanto que, según Dossena, las dos archiveras, Eleonora Gaboardi y Alice Ledronio, estaban en activo, remuneradas, gracias a un proyecto de diez mil euros destinado a “crear un vivero de jóvenes archiveros”, y tras el cierre del Archivo Histórico las dos licenciadas seguirán cobrando pero no podrán realizar su trabajo. El teniente de alcalde, que forma parte de una mayoría liderada por la Liga, señala con el dedo a sus predecesores, que según él crearon la situación de abandono. Dossena, sin embargo, replica diciendo que hasta ahora, sin embargo, se había permitido trabajar con derogación.
Y ciertamente, si la situación es tan grave como parece, quizá se debería haber pensado en un plan de actuación a tiempo, para que no condujera a un cierre indefinido.
En la foto: una sala de los Archivos Históricos de Lodi
Lodi, se cierra el Archivo Histórico La ubicación actual pone en peligro valiosos documentos antiguos |
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