La sorprendente revelación de Tracey Emin: "Tuve cáncer". Pero nunca dejó de trabajar

Tracey Emin, la controvertida artista británica, uno de los principales miembros del grupo de Jóvenes Artistas Británicos, y famosa por sus obras extremadamente provocativas en las que investiga temas como el sexo y las emociones, reveló en una entrevista con la revista Artnet que había padecido cáncer de vejiga a principios de este año. La artista de 57 años (nació en Croydon, Inglaterra, en 1963) fue diagnosticada en primavera y operada en verano, y ahora afronta su recuperación. Sin embargo, incluso en las fases más delicadas de su enfermedad, nunca ha dejado de trabajar: en particular, en los últimos meses se ha concentrado en los trabajos para una exposición individual de su obra que se celebrará en Bruselas, donde expondrá veinticinco obras recientes sobre el tema delamor, en todos sus matices. La exposición, titulada Detalles del amor, está prevista para el 30 de octubre en la Galería Xavier Hufkens. “Toda la exposición -explica la artista- trata el tema de las cosas en las que uno se fija cuando se enamora. Por ejemplo, ’la lluvia es hermosa cuando estás enamorado’. Se trata de entender estas pequeñas cosas”.

El diagnóstico, según el artista, no detuvo sus planes: decidió abandonar Londres y trasladarse a Margate, una localidad costera de Kent (Inglaterra), y decidió dejar de beber y de tener contactos sociales durante un tiempo. Se dio prioridad, en definitiva, a su mundo interior, dijo el artista, con el objetivo de encontrar un lugar “puro” para pensar y crear. Decidí cambiar radicalmente mi vida, en una fracción de segundo". De momento, ya casi ha completado la mudanza, ha llorado la muerte de su gatito y está perdiendo peso: todos cambios que, según ella, le han dado fuerzas en su lucha contra el cáncer.

La operación no fue fácil, sobre todo para una artista conocida por explorar el mundo femenino en sus aspectos más viscerales. “Iban a extirparme el clítoris”, cuenta a Artnet, “pero yo se lo impedí. Les dije ’no me lo quitéis si podéis’. Y no me lo quitaron”. Lo más frustrante, según ella, fue no poder hacer, durante algún tiempo, lo que más le gusta: pintar. Esto, sin embargo, no le impidió fotografiar su propio cuerpo, como un “proyecto existencial”. Y de nuevo, esta experiencia la llevó a dejar de quejarse.

Debido a su estado de salud, y también a la situación de emergencia sanitaria en la que está sumida toda Europa, Tracey Emin no estará en Bruselas para la inauguración de la exposición (“es un puto desastre”, dijo con su elocuencia tan informal, sello de su personalidad), pero, de nuevo, es una artista a la que nunca le han gustado este tipo de mundanidades. Se contentará con que le informen desde lejos del resultado de su exposición dedicada al amor. Y en cuanto al porqué, su respuesta es contundente: “Tuve un puto cáncer, me cortaron la mitad del cuerpo, incluida la mitad de la vagina. Así que puedo percibir más que antes que el amor es un sentimiento permitido. A mi edad, el amor está en una dimensión y un nivel completamente diferentes. No quiero hijos, no quiero todas esas cosas que uno desea inconscientemente cuando es joven. Sólo quiero amor. Todo el que pueda tener. Quiero ser asfixiada por el amor, devorada por el amor. Creo que está bien”.

En la imagen: Tracey Emin en su estudio, 2016. Dr. Xavier Hufkens

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