El bochorno del Ministro de Cultura , Gennaro Sangiuliano, ha dado la vuelta a la red en pocas horas. Ocurrió anoche, en la ceremonia de entrega del Premio Strega, ganado por el libro Come d’Aria, de Ada D’Adamo, fallecida el 1 de abril. La ceremonia de entrega del premio, retransmitida por Rai Tre, fue conducida por el cómico Geppi Cucciari, que durante la velada cedió la palabra al ministro, quien irónicamente dirigió una invitación al público a leer. El ministro, que había votado a los finalistas del Premio Strega, lo hizo todo él mismo: invitó al público a leer, y luego admitió que no había leído los libros que tenía que votar. “Quiero decir que lean, que es una cosa fundamental, muy bonita, que te enriquece, que te hace vivir momentos existenciales. He escuchado las historias que se expresan en estos libros que son finalistas esta noche: son todas historias que te atrapan, que te hacen pensar. Toma: intentaré leerlos”.
Geppi Cucciari respondió entonces, visiblemente avergonzado: “Ah, ¿no los ha leído?”. El ministro, evidentemente consciente de que había cometido una flagrante metedura de pata, intentó salvarse en un rincón, pero para entonces el daño ya estaba hecho: “Sí, los he leído porque he votado, pero quiero, cómo decirlo, profundizar en estos volúmenes”. Y Geppi Cucciari, puntualmente: “Es decir, más allá de la portada”. Un aplauso para nuestro ministro".
Hoy mismo, el ministro se ha visto obligado a hacer una nueva aclaración, tratando de enmendarse: “Lamento que se hayan tergiversado mis palabras, evidentemente he leído los libros del Premio Strega, pero no con la calma que habrían merecido, teniendo, como comprenderán, muchos compromisos. Creo que a cualquiera que ame la cultura se le ha ocurrido coger un libro entre las manos para releer algún pasaje que le haya ”impactado". Pero a estas alturas ya no cuentan las caricaturas del ministro que no lee los libros que ha votado.
Y pensar que Sangiuliano es muy vocal en el tema de la lectura. Todos los días, o casi todos, publica en Twitter sus recomendaciones de lectura del “libro del día”. Y en mayo, en una entrevista sobre el tema, declaró: "A mi manera, me he impuesto leer un libro al mes. Es una cuestión de disciplina. Como ir a misa. Mientras que, incluso entre los periódicos, hay quien se detiene a leer tuits o Instagram’. La pobre cifra que hizo anoche corre, pues, el riesgo de superar todas las buenas intenciones.
La metedura de pata del ministro Sangiuliano: no leyó los libros que votó. Luego aclara |
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