La difícil situación de los trabajadores precarios de la cultura: el 56% de ellos sufrió una disminución de sus ingresos debido a los cierres patronales


Una encuesta de Mi Riconosci ofrece una instantánea de la situación de los trabajadores precarios de la cultura tras el cierre: la mitad sufrieron un descenso o cero ingresos.

Hay que hacer algo cuanto antes: la prolongación del bloqueo debido a la emergencia sanitaria corre el riesgo de causar daños graves e irreparables no sólo a los ciudadanos (la prolongación de la contención doméstica repercute en la fragilidad psicológica de muchos, en las víctimas de la violencia, en los discapacitados), sino también en las actividades económicas, incluidas las de los trabajadores de la cultura. El terrible drama que están viviendo los trabajadores de la cultura debido a la pandemia del coronavirus Covid-19 corre el riesgo no sólo de tener graves consecuencias en sus vidas, sino de paralizar todo un sector. Estos son los resultados de una encuesta realizada entre el 13 de marzo y el 3 de abril por activistas de la asociación Mi riconosci (siempre activa en el ámbito de la protección de los derechos de los trabajadores de la cultura), que llevaron a cabo una encuesta en la que participaron casi dos mil trabajadores (1889 para ser exactos).

Ya se han presentado algunos resultados parciales (las estadísticas completas se darán a conocer el martes 14 de abril). De los encuestados, nada menos que el 56% se queja de paros laborales y de ingresos nulos o a la baja, el 24% de interrupciones de la actividad con consecuencias económicas inciertas, el 11% de una caída drástica de la actividad o del bloqueo de pedidos. Sólo para el 4% de los encuestados no hay consecuencias inmediatas, mientras que al 3% no le han cambiado el contrato y al 1% se lo han cambiado a peor. Por otra parte, el 0,6% ha sido despedido, mientras que el 0,2% ha pasado a la modalidad de trabajo inteligente y el mismo porcentaje del 0,2% ha sido despedido. La mayoría de ellos (más de 900) afirman haber perdido todos sus ingresos como consecuencia de la emergencia.

En cuanto a la posibilidad de soportar económicamente este régimen de descanso forzoso (es decir, poder aguantar sin ayuda), la mayoría (51%) estima que no podrá aguantar más de dos meses: el 3% ni siquiera una semana, el 5% dos semanas, el 21% alrededor de un mes, el 22% alrededor de dos meses. Por otra parte, el 16% cree que puede aguantar sin ayuda unos tres meses, el 13% hasta seis meses, el 5% hasta un año. Sólo el 12% tiene otros ingresos o recibe ayuda. Aún así, más del 30% de los encuestados cree tener más de 50 compañeros en la misma situación. Y sólo el 22% considera adecuadas las medidas adoptadas por el gobierno: entre las medidas más solicitadas están la ampliación de las redes de seguridad social, más trabas para las empresas, más protección contractual, desgravaciones fiscales para las empresas que operan en el sector e inversiones públicas.

La mayoría de los encuestados (32,9%) trabaja con un número de IVA, a los que hay que añadir un 14,9% de trabajadores que trabajan de forma ocasional o con retención en la fuente, pero también hay trabajadores con un contrato por cuenta ajena (12,8% de duración determinada, 10,7% indefinidos). Todos los demás encuestados trabajan con formas atípicas: contratos de guardia, co.co, por proyecto, y también los hay que trabajan sin ningún contrato.

La difícil situación de los trabajadores precarios de la cultura: el 56% de ellos sufrió una disminución de sus ingresos debido a los cierres patronales
La difícil situación de los trabajadores precarios de la cultura: el 56% de ellos sufrió una disminución de sus ingresos debido a los cierres patronales


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