Así será la 18ª edición de la Quadriennale d’Arte di Roma, uno de los acontecimientos más esperados del panorama artístico contemporáneo italiano: se llamará Fantástica, se celebrará de octubre de 2025 a enero de 2026 en el Palazzo delle Esposizioni, estará comisariada por cinco comisarios diferentes (Luca Massimo Barbero, Francesco Bonami, Emanuela Mazzonis di Pralafera, Francesco Stocchi y Alessandra Troncone) y su esquema fue anunciado ayer por el presidente de la Quadriannale, Luca Beatrice. La exposición promete descubrir y profundizar en el panorama artístico de nuestro país a través de una selección de artistas jóvenes y de media carrera que han caracterizado la producción cultural italiana de las últimas décadas.
Organizada por la Fondazione La Quadriennale di Roma, con la colaboración de la Azienda Speciale Palaexpo y el apoyo de Intesa Sanpaolo como socio principal, la exposición contará con el patrocinio del Ministerio de Cultura, la Región del Lacio, Roma Capitale y la Cámara de Comercio de Roma. El proyecto comisariado se divide en una serie de secciones que explorarán temas cruciales del arte contemporáneo, como la autorrepresentación del artista, su autonomía y su relación con las instituciones, así como el cuerpo humano, animal y mecánico en una dimensión incompleta y en constante evolución.
El título elegido para la 18ª Cuadrienal, Fantástica, pretende evocar el poder simbólico e imaginativo del arte contemporáneo, invitando al público a entrar en un mundo de asombro y esperanza. La exposición está dividida en cinco capítulos, comisariados por cinco comisarios, como ya se ha mencionado, que han seleccionado a unos 50 artistas. La exposición dará cabida principalmente a artistas en su primera participación en la Quadriennale, con especial atención a la presencia de mujeres y a la diversidad cultural.
La exposición se basará en la “escritura polifónica”, se dijo durante la presentación, es decir, desarrollará marcos narrativos que no destacarán ninguna especificidad italiana, sino que entrecruzarán temas debatidos en todo el mundo. Se investigarán temas como los mecanismos de autorrepresentación, la elección de laexperiencia o la forma de representarse, la figura del artista, la reivindicación de la autonomía del artista incluso frente a clientes o instituciones, el estatus de las imágenes que nunca han sido tan omnipresentes en la historia de la humanidad, pero que tampoco han sido nunca tan irrelevantes en cierto sentido, y luego la historia del cuerpo humano.
La sección comisariada por Luca Massimo Barbero(Mi imagen es aquello con lo que me hago representar: el autorretrato. Comida, gatos, el gimnasio, yo mismo, viajes y ammenities varios) estará dedicada al tema delautorretrato desde una perspectiva particular. “Mi selección para la 18ª Quadriennale d’arte, paradójicamente, no presenta, salvo en algunos casos, el tema del autorretrato específicamente, sino que trata de la amplificación y el flujo de esa referencia, de la pura idea de ’estar representado’ por una imagen, a veces en el cuerpo de una obra”, dice Barbero. “Es una especie de querella entre lo visible tecnológico, incorpóreo, y la noción perversamente utilizada del original. La obra es, pues, aquí y en su cuerpo no tecnológico, como una comida posible, visual, preparatoria de historias sincopadas que quieren contar algo pero, de hecho, remiten a otro, es decir, a ’ser autor’. Imagino dos momentos, tan distintos como sea posible, uno más relacionado con el uso de las palabras, casi didáctico, por el que nos dejamos representar: el autorretrato, pero también la comida, los animales, la pintura y la escritura. Incluso, citando social-media, el término más amplio de paisaje; el otro, donde sólo queda el cuerpo de la obra muda, el menos narrativo, el cuestionamiento del visitante ante un espacio donde la imagen del yo se hunde (o rebota) en la obra”.
En cambio, la sección de Francesco Bonami está dedicada al tema de la memoria y la describe así: “He querido imaginar no una exposición, sino muchas pequeñas exposiciones dentro de una exposición que, a su vez, está dentro de un gran acontecimiento como la Quadriennale d’arte. Así pues, no quise pensar en un tema que unificara a los artistas que seleccioné, aparte del de su propia independencia y autonomía, cada uno ’una sala sólo para sí mismo’, precisamente. Para el público, el placer y la tarea, no la obligación, de encontrar conexiones, reales o imaginarias, entre los diferentes artistas, o quizás no encontrar ninguna, confirmando la autonomía o la insularidad de cada uno. Elegí artistas con los que nunca había trabajado, que nunca habían participado en la Quadriennale d’arte y que tenían menos de 50 años”.
Emanuela Mazzonis, de Pralafera, comisaria de la sección Il tempo delle immagini. Imágenes fuera de control..., centrada en laevolución y el papel de la fotografía en Italia de 2000 a 2025. “La fotografía”, explica, “ya no es una mera reproducción de la realidad, se convierte en un estímulo conceptual y visual para razonar sobre el estatus, la fragilidad y la manipulación de la imagen y, por tanto, sobre su valor intrínseco, sobre el tema de la observación como pretexto para una reflexión más amplia sobre la naturaleza del medio fotográfico con el fin de crear nuevas claves de interpretación y narrativas sociales”. En una época en la que compartir y aprobar imágenes parece ser más importante que las propias imágenes, parece necesario restablecer una relación veraz con la realidad y, por tanto, con las imágenes. La exposición pretende analizar y poner de relieve el poder que aún posee la fotografía, cuya peculiaridad no reside en reproducir temas, ni mucho menos en hacer compartibles esos temas, sino en ser capaz de transformarlos, estimulando nuestra mirada para que aprenda a observar de nuevo, para hacer visible lo invisible. Las imágenes del nuevo milenio son cada vez menos algo que mirar y cada vez más algo que experimentar y compartir como un gesto “social”. La exposición pretende ser, por tanto, una ruptura con el flujo incontrolable de imágenes que nos ’atacan’ a diario, una reflexión sobre su contenido, sobre su relación con el mundo que nos rodea y con nuestra percepción de la realidad".
En cambio, la sección de Francesco Stocchi se titula simplemente Quadriennale 2025 y explora el tema de la autonomía del artista. “Una exposición que se sirve de los artistas no sólo en su oferta semiótica, sino también en su realización más concreta”, afirma. “Así, se invitará a algunos de los artistas participantes a encargarse del montaje, a otros de la iluminación, a otros de la comunicación, etc., sin la ayuda de técnicos especializados. En un paisaje desprovisto de corrientes artísticas desde hace dos generaciones, en beneficio de los escenarios individuales, y lleno de especializaciones de la industria para apoyar la producción artística, se plantean dos escenarios: por un lado, en nombre de la renacida voluntad de insertar el arte en el mundo concreto, se aclama la no especialización invitando a los artistas a medirse en campos ajenos a sus competencias específicas (firmar ropa, proponer menús culinarios, idear listas de reproducción, sugerir libros o destinos de vacaciones); por otro, asistimos a una creciente hiperespecialización y a una rígida sectorialización de la producción expositiva. La lista de lo que no se puede hacer en un museo no deja de crecer, y el artista a menudo tiene que supeditarse a decisiones institucionales que ya no se pueden revisar. En este clima, la figura del artista se relativiza en beneficio de profesionales como diseñadores gráficos, publicistas, que son invitados a exponer del mismo modo que los artistas. Pronto todos seremos artistas, así que ya nadie será artista. Esta exposición quiere celebrar la total autonomía del artista. Es una lectura ampliada y actualizada del concepto de ”bel composto“, expresión que Filippo Baldinucci acuñó en 1682 al hablar de la capacidad del artista para fusionar pintura, escultura y arquitectura”.
Por último, El cuerpo inacabado es la sección de Alessandra Troncone sobre el tema del cuerpo. “La exposición”, dice la comisaria, “propone centrarse en la obra de artistas que, poniendo el cuerpo -humano, animal, mecánico- en el centro, sugieren nuevas formas de representación y de narración, cuestionando historias y relaciones sociales que pasan por el propio cuerpo, pero también aludiendo a fenómenos de hibridación que miran a posibles escenarios futuros. Si el cuerpo humano siempre ha sido proclive a modificarse y ”completarse“ en su relación con el otro, en las últimas décadas esta tendencia se ha ido perfilando cada vez más en paralelo a evidentes cambios sociales y medioambientales. Recientes descubrimientos en arqueología y paleontología han puesto de relieve cómo el propio concepto de evolución no responde a un principio lineal, mientras que la idea de un cuerpo fluido y modificable es ahora objeto privilegiado de las teorías del posthumanismo y el transhumanismo, que enmarcan el fenómeno en un plano filosófico, tratando de esbozar una antropología del futuro. La sección reúne a artistas nacidos entre los años ochenta y noventa ─ todos en su primera participación en la Ǫuadriennale d’arte ─ que, con diferentes lenguajes y medios de expresión, trabajan sobre una idea de la ”incompletud" del cuerpo, entendida no como fracaso o carencia, sino, por el contrario, como potencialidad y apertura a posibles nuevos desarrollos, en diálogo con las urgencias más actuales.
Fantastica , sin embargo, no es sólo una reflexión sobre el arte italiano, sino también una investigación internacional. Muchos de los artistas seleccionados han vivido en el extranjero o son de origen extranjero, y han contribuido a la transformación en curso del concepto de “italianidad” en el arte contemporáneo. Cada capítulo de la exposición explorará temas universales, pero siempre con una fuerte impronta local, revelando cómo las influencias internacionales se entrecruzan con la identidad artística italiana.
Paralelamente a la exposición dedicada a los artistas contemporáneos, la Quadriennale presenta un proyecto expositivo especial que mira al pasado: I giovani e i maestri. La Quadriennale del 35. Comisariada por Walter Guadagnini, esta sección rememora la histórica II Quadriennale d’arte de 1935, considerada la exposición de arte italiano más importante de los años treinta. En aquella ocasión, cientos de pintores y escultores de diferentes generaciones se reunieron en el Palazzo delle Esposizioni, creando un acontecimiento que atrajo a más de 350.000 visitantes.
Esta exposición ofrece una selección de obras expuestas en 1935, entre ellas las de artistas como Scipione, Giorgio de Chirico, Gino Severini y Marino Marini, pero también figuras menos conocidas que fueron protagonistas de aquella temporada, como Mario Broglio, Osvaldo Licini y Cagnaccio di San Pietro. El proyecto tiene varios objetivos: en primer lugar, dar a conocer a los artistas más célebres de aquel momento histórico, y después mostrar al público contemporáneo cómo el arte italiano de los años treinta influyó en la escena internacional y sacar a la luz obras que no habían sido visibles durante décadas. También se pretende que la Cuadrienal se vea con los ojos de hoy, es decir, mostrando obras de artistas que en su momento sólo estuvieron presentes con una única obra pero que luego alcanzaron una gran resonancia (por ejemplo, Osvaldo Licini, Leonor Fini o Carlo Levi).
Habrá otro proyecto paralelo: se llama Noi nel mondo (Nosotros en el mundo), comisariado por Christian Caliandro, y se centrará en la percepción del arte italiano contemporáneo en el extranjero, explorando cómo se conocen y aprecian los artistas y las obras italianas fuera de Italia. Paralelamente a la preparación de la exposición, la iniciativa dará lugar a un informe bilingüe que se publicará en otoño de 2025 y recogerá testimonios y opiniones de críticos, comisarios, galeristas y coleccionistas, ofreciendo una panorámica de cómo se percibe el arte italiano en el mundo. Además, un podcast y una serie de vídeo-entrevistas contribuirán a profundizar en los temas tratados, acompañando al público en su aproximación al evento.
La comunicación visual de la 18ª Quadriennale se confía a Leonardo Sonnoli e Irene Bacchi, que han desarrollado un proyecto gráfico enraizado en la imaginería surrealista y el alfabeto fantástico. El título Fantastica se trata con un enfoque evocador, con un logotipo que no es una simple inscripción, sino un verdadero símbolo visual que recuerda las sugestiones del surrealismo. Este signo gráfico se convierte en el punto de partida de toda la identidad visual del evento, transmitiendo una idea del arte que desafía las convenciones e invita a descubrir nuevas realidades.
Para preparar la gran inauguración de octubre de 2025, la Quadriennale d’Arte pondrá en marcha una gira de presentación que recorrerá algunas de las principales ciudades de Italia, como Turín, Venecia, Milán, Florencia, Nápoles, Génova y Brescia. Esta gira de presentación involucrará al público en conversaciones con los comisarios y expertos, ofreciendo un avance de los temas y artistas que figuran en la exposición. Cada etapa del road show será una ocasión única de encuentro entre el arte, el público y las instituciones, con la participación del periodista y divulgador Nicolas Ballario, que entrevistará a Luca Beatrice, a uno o varios comisarios y a un representante de la institución anfitriona.
La exposición irá acompañada de un catálogo bilingüe (italiano e inglés), publicado por Marsilio Arte, que contendrá ensayos de los comisarios, descripciones detalladas de los artistas y las obras expuestas, y contribuciones de expertos de diversas disciplinas. Además, también se publicará una breve guía para facilitar el disfrute de la exposición.
La Cuatrienal de Roma 2025 será "Fantástica": presentada la próxima edición |
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