¿Qué está pasando en la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, donde los sindicatos han llegado incluso a denunciar un clima represivo para los trabajadores? Todo empezó hace unos días, cuando el Fp CGIL de Roma y Lacio publicó una nota en la que expresaba su oposición al acto que se iba a celebrar el 3 de octubre: la presentación del libro Perché l’Italia è di destra. Contra las mentiras de la izquierda, de Italo Bocchino, en presencia del Presidente del Senado, Ignazio La Russa. Según el Fp CGIL, se trataba de un libro “con claras connotaciones propagandísticas y provocadoras”, como escribieron en su nota, por lo que la presentación de este volumen habría sido impropia de un museo como el GNAM de Roma. “Los museos”, añadía el sindicato, “son un bien común para toda la comunidad y por ello no deben acoger iniciativas de motivación política, aunque se disfracen de actividades culturales como la presentación de un libro, arriesgándose a ser objeto de una connotación política totalmente ajena a los fines de las instituciones culturales”.
El Fp CGIL también hizo saber que el personal de la Galería había expresado su desacuerdo con el acto a la directora, Renata Cristina Mazzantini, pidiéndole que lo cancelara. El acto, de hecho, se celebró finalmente, con una secuela polémica adicional, ya que el Presidente La Russa sugirió, no sin una pequeña provocación, que el libro debería “adoptarse” en las escuelas, ya que podría ser “una gota de agua contra las mentiras que la izquierda cuenta a los niños en la escuela”. También estaba presente en la sala el Ministro de Educación, Giuseppe Valditara.
¿Todos de acuerdo? Ni mucho menos: Precisamente el 3 de octubre, día de la presentación del libro, el Fp CGIL publicó otra nota para hacer saber que el director Mazzantini "envió al Ministerio de Cultura y a ’autoridades competentes’ no especificadas lalista de los trabajadores que han expresado, por carta, su desacuerdo con la presentación del libro Perché l’Italia è di destra - Contro le bugie della sinistra’ (Por qué Italia es de derechas - Contra las mentiras de la izquierda) de Italo Bocchino en presencia del autor y del Presidente del Senado, Ignazio La Russa, en los locales de la Galería“. Para el sindicato, se trata de ”una decisión sin precedentes y peligrosa porque pone de manifiesto un clima represivo de toda forma de disidencia y de libertad de expresión que no debería encontrar legitimidad en una institución pública“. El Fp CGIL concluyó su nota reiterando que ”incluso el artículo 2 del estatuto del museo especifica que las exposiciones, conferencias, eventos, iniciativas y actividades educativas e informativas, aunque se realicen en colaboración con terceros, deben referirse a las áreas de competencia del museo, y la propaganda en apoyo de una alineación política no es una de ellas“. Por último, el sindicato estigmatizó ”el comportamiento de la directora que, en lugar de entablar un diálogo con sus empleados y sus representantes, decidió denunciar los nombres de los trabajadores “disidentes” ante terceras autoridades".
Sobre este hecho, la oposición anuncia ahora su disposición a presentar preguntas al Ministro de Cultura , Alessandro Giuli. Así lo ha manifestado Cecilia D’Elia, líder del grupo del PD en la Comisión de Cultura del Senado: “Presentamos una pregunta al Ministro de Cultura para que explique lo sucedido en la Galería Nacional de Arte Moderno, donde los trabajadores fueron denunciados ante el Ministerio y otras autoridades por haberse opuesto a la utilización de un espacio de la Galería, institución pública, para la presentación del último libro de Italo Bocchino, impugnando el carácter político y tendencioso de la iniciativa. Creemos que es necesario entender si hubo algún comportamiento perjudicial para la libertad de opinión de los trabajadores”.
En la misma línea se pronunció Elisabetta Piccolotti , de Avs, diputada de la Comisión de Cultura: “Es un acto de una gravedad sin precedentes y sin precedentes que la directora de la Galería Nacional de Arte Moderno, Renata Cristina Mazzantini, haya denunciado que algunos empleados eran culpables de impugnar la presentación del libro de Italo Bocchino que tuvo lugar ayer en el museo. Presentaremos una pregunta al Ministro de Cultura Giuli sobre lo ocurrido con los empleados de la Galería. El gobierno tendrá que responder por ello en las salas parlamentarias. Los nombramientos derechistas de los directores de las instituciones culturales compiten para ver quién es más celoso en complacer al gobierno, incluso en detrimento de sus trabajadores. La pretendida hegemonía cultural de la derecha no es más que represión y censura”. Veremos cómo responde el ministro.
Imagen: GNAM, la Sala Hércules. Foto: Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo
La CGIL denuncia un "clima represivo" en el GNAM de Roma. ¿Qué está ocurriendo? |
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