Hong Kong, retirada de la estatua conmemorativa de la masacre de la plaza de Tiananmen

En Hong Kong se está borrando el recuerdo de la masacre de la plaza de Tiananmen, de la que fue responsable el régimen comunista de China en la primavera de 1989, cuando ordenó reprimir por la fuerza las protestas estudiantiles inspiradas por los vientos de cambio que llegaban de Europa: no se conocen las cifras oficiales de la matanza, pero se calcula que murieron entre cientos y miles de personas. En la gran ciudad china, antigua colonia británica, había hasta el miércoles una estatua conocida como La Columna de la Vergüenza, que representaba cadáveres apilados para recordar a los cientos o quizás miles de manifestantes que habían salido a la calle por la democracia y que fueron masacrados por las autoridades chinas.

Hasta el miércoles, la ciudad era uno de los pocos lugares de China donde había monumentos conmemorativos de la Plaza de Tiananmen: en el país, hablar de aquellos sucesos es casi tabú. La estatua, obra del artista danés Jens Galschiot, se erigía desde 1997 (el mismo año en que China recuperó la soberanía de Hong Kong tras 156 años de dominio británico) en el campus de la Universidad de Hong Kong. Se trata de una escultura de gran tamaño, ocho metros de altura, realizada en cobre y de gran impacto. Galschiot había donado la estatua a la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos de China, la organización que dirige la única conmemoración pública de la masacre en China, que se celebró regularmente hasta 2019 (a partir del año siguiente se prohibió, oficialmente para limitar la propagación de la infección por Covid-19).

La orden de retirar la estatua data del pasado octubre, y ya entonces Galschiot se declaró conmocionado por esta decisión (la calificó de “acto brutal”), y ya ha emprendido acciones para exigir una indemnización en caso de que la estatua resulte dañada (“se trata de una escultura dedicada a las personas que murieron en Pekín en el 89”, dijo, “así que cuando se destruye todo así, es como ir al cementerio y destruir sus lápidas”). Oficialmente, la estatua sería retirada por estar... envejecida y ser insegura. “La decisión de retirar la estatua”, explicó la Universidad de Hong Kong en una nota, “se basa en asesoramiento jurídico externo y en una evaluación de riesgos, y se tomó en interés de la universidad, que está preocupada por los posibles problemas de seguridad derivados de la fragilidad de la estatua”.

El miércoles por la tarde, la estatua fue vallada con lonas, tras lo cual fue desmontada y los trozos colocados en un camión y retirados. La BBC informa de que los guardias impidieron a los periodistas acercarse a los obreros que realizaban los trabajos y también les prohibieron filmar el acto.

La estatua era uno de los pocos monumentos públicos destacados que recordaban la represión y el pasado más libre de Hong Kong", declaró a la BBC Ian Chong, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Singapur. Según Chong, con la retirada de la estatua “desaparece otro foco público de conmemoración de la masacre, y parece indicar que los gobiernos de Hong Kong y Pekín ya no tolerarán más muestras públicas de recuerdo de los sucesos del 4 de junio”. La BBC explica además que la retirada de la estatua se produce tras unas elecciones parlamentarias en Hong Kong con escasa participación, en las que los candidatos favorables a Pekín llegaron al poder.

La retirada de la Columna de la Vergüenza se produce en un momento muy tenso en China, ya que Pekín introdujo el año pasado una estricta ley de seguridad nacional que penaliza la secesión, la subversión, el terrorismo y la connivencia con fuerzas extranjeras. Los activistas prodemocráticos llevan tiempo denunciando que la ley se utiliza para reprimir a la sociedad civil, encarcelar a activistas y restringir las libertades fundamentales.

En la foto, el Pilar de la Vergüenza. Fotografía de May James/Hong Kong Free Press.

Hong Kong, retirada de la estatua conmemorativa de la masacre de la plaza de Tiananmen

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