Hallados lábaros fascistas robados del Archivo Central: incautados a un coleccionista

Los Carabinieri del Núcleo Tutela Patrimonio Cultural encontraron las pancartas de la Marcha sobre Roma robadas en junio del Archivo Central del Estado en Roma. El robo había sido denunciado inmediatamente y los militares habían iniciado investigaciones coordinadas por la Fiscalía de Roma, facilitadas gracias a que toda la colección robada estaba inventariada (la catalogación se había completado en 2018). El material robado estaba en posesión de un coleccionista, al que se le incautaron los objetos. También se le incautó un uniforme representativo del cuerpo diplomático donado a los Archivos Centrales por los herederos de Sergio Fenoaltea, miembro del Comité de Liberación Nacional, subsecretario del Gabinete del Primer Ministro en el gobierno de Bonomi II y durante mucho tiempo embajador de Italia (en China, Canadá, Bélgica, Estados Unidos).

Ya después del crimen, la hipótesis más acreditada era que los ladrones habían actuado para colocar los bienes en el mercado de recuerdos fascistas, objetos muy codiciados. Por el momento, sin embargo, aún no está claro cuál es el papel del coleccionista en el asunto: las investigaciones continúan y tratan de aclarar todos los aspectos del caso, desde la forma en que fueron robados los lábaros hasta los pasos posteriores.

Se trata de material de gran valor histórico: son los estandartes que los fascistas utilizaron para la marcha sobre Roma, el 28 de octubre de 1922. También están en la colección las banderas rojas de los movimientos obreros, que los fascistas robaron a los socialistas en los dos Años Rojos y en los meses que precedieron a la marcha sobre Roma, durante los numerosos asaltos escuadristas a las sedes del partido socialista, a los periódicos de los opositores, a las ligas campesinas y a las Cámaras del Trabajo.

Este material se expuso por primera vez en 1932 en la exposición Revolución fascista, con motivo del décimo aniversario de la marcha sobre Roma, tras lo cual, en 1934, los lábaros acabaron en la Galería Nacional de Arte Moderno de Valle Giulia, a la espera de ser expuestos en un museo que nunca llegó a construirse. Los lábaros fueron saqueados y dispersados tras la caída del fascismo, y otros materiales (incluida la colección de la exposición de 1932) fueron trasladados a Salò después del 25 de julio: las colecciones de Roma y Salò sólo se reunirían al final de la guerra, cuando todo el material fue trasladado por motivos de conservación al entonces Archivio del Regno, que más tarde se convertiría en el Archivio Centrale di Stato.

Hallados lábaros fascistas robados del Archivo Central: incautados a un coleccionista

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