Guercino robado y chapuzas periodísticas


Como de costumbre, cuando se habla de historia del arte en los periódicos generalistas, vemos errores e inexactitudes. Incluso en el caso del Guercino robado.

A estas alturas, todo el mundo sabe que la Madonna con San Juan Evangelista y San Gregorio Maravilloso, de Guercino, fue robada. Al fin y al cabo, la historia del arte suele ser noticia en los principales medios de comunicación, bien cuando se produce una venta multimillonaria en alguna subasta, bien cuando se “descubren” improbables “obras maestras” o, como en este caso, cuando se roba una obra de arte de cierta importancia, sobre todo de forma temeraria, como ocurrió en Módena.

Guercino, Madonna con san Giovanni Evangelista e san Gregorio Taumaturgo
Guercino, Virgen con San Juan Evangelista y San Gregorio Maravilloso

Sin embargo, hay noticias en las noticias, a saber, la noticia de que los periódicos confirman su dejadez al hablar de historia del arte. ¿Usar los términos correctos? Imagínese. ¿Informarse con precisión antes de escribir tales cosas? Por favor. ¿Usar fuentes distintas de Wikipedia? De ninguna manera. ¿Tener a alguien en la redacción que esté al menos un poco familiarizado con un tema que no es tan fácil como la historia del arte? Demasiado laborioso y probablemente demasiado caro. Y el resultado es que se producen artículos con errores clamorosos.



El primero: la fecha de la obra. Casi todos los periódicos y todos los sitios web, y cuando decimos todos nos referimos a todos los que informaron de la noticia, atribuyeron la fecha de 1639 al cuadro de Giovan Francesco Barbieri conocido como Guercino. Ahora bien, nadie espera que los periodistas vayan y recuperen el Libro de Cuentas de Guercino para descubrir que el 25 de junio de 1630, Paolo Antonio Barbieri, hermano del artista, escribió: “Del noble señor duque de Módena, hemos recibido el cuadro del altar en los Padres Teatinos, con la Virgen, San Juan y San Gregorio el Maravilloso, que son en todas las figuras nº 3, ducados 300 - y este residovo, y Schudi 250”. Nadie espera que el periodista medio de la gaceta local o del periódico generalista vaya a leer los estudios de Denis Mahon o de otros expertos en la materia. Pero habría bastado con que los periodistas se hubieran tomado la molestia de consultar cualquier libro sobre el artista en el que la fecha de 1629-1630 figurara correctamente. Por ejemplo, el librito sobre Guercino de la serie Dossier d’ Art escrito por Luigi Ficacci habría bastado: no cuesta ni 5 euros. Para los más ahorradores, incluso cero euros: el tiempo necesario para encontrar la librería más cercana, echar un vistazo al librito de Ficacci, anotar la fecha correcta y entregar un artículo corregido a los editores. Pero cuesta demasiado esfuerzo: así que mejor echar un vistazo a Wikipedia, que da la fecha de 1639 y es, al parecer, la fuente preferida por casi todos los periódicos italianos (o al menos por el primero que dio la noticia, y que luego retomaron todos los demás). Para que conste, elúnico periódico que dio la fecha correcta fue la Gazzetta di Modena, que, sin embargo, corrigió un artículo que había salido el día anterior: alguien debió de indicárselo.

¿Y qué hay del ligero uso de términos precisos y específicos? Por ejemplo: Il Fatto Quotidiano escribe que “La Virgen con los santos Juan Evangelista y Gregorio el Maravilloso, óleo sobre lienzo de 293x184,5 centímetros y fechado en 1639, ha desaparecido de la iglesia de San Vincenzo en Corso Canalgrande”. Fechado en historia del arte tiene un significado muy preciso: significa que en el cuadro figura exactamente una fecha determinada. No se trata de sutilezas académicas aburridas: es el nivel básico de precisión en el campo de la historia del arte.

Por último, está la siempre odiosa tendencia a considerar el valor económico de la obra como uno de sus parámetros fundamentales. Si fuera por los grandes medios de comunicación, las obras podrían reescribirse así: "Guercino, Virgen con San Juan Evangelista y San Juan Maravilloso; 5-6 millones de euros; óleo sobre lienzo, 293 x 184,5 cm; 1629-1630; Módena, San Vincenzo". No está claro por qué el lector de la gaceta local, así como el del diario nacional, deberían interesarse por el valor económico de una obra, más aún en un caso como éste, con un cuadro a todas luces invendible: ello se debe a que se trata de una de las obras más conocidas y estudiadas de Guercino, por lo que ningún coleccionista, ni siquiera el más desaprensivo, correría el enorme riesgo de comprarla. Al tratarse, por tanto, de una obra invendible, ni siquiera tiene sentido ponerle una cifra. ¿Cuándo comprenderemos que el valor de una obra reside en su historia, en su significado, en su importancia en la carrera de un artista, en su importancia para la comunidad local, en los valores que transmite, y no en lo que pueda valer? La sensación que se tiene al leer las noticias en los periódicos es de una tristeza desarmante.

Si los periódicos han perdido miles de lectores en los últimos años, no es sólo porque las noticias puedan encontrarse gratuitamente en la red. Así que, queridos periodistas de periódicos generalistas tradicionales, cuando intentéis entender por qué vuestro número de lectores ya no es cuantitativa y cualitativamente lo que era, leed este post y haceos algunas preguntas.


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