Los Carabinieri del Comando Tutela Patrimonio Culturale (TPC ) desmantelaron unaorganización criminal dedicada al tráfico internacional de bienes arqueológicos sicilianos. Los militares ejecutaron una orden de aplicación de medidas cautelares, dictada por el GIP de Caltanissetta a petición de la Fiscalía de la ciudad siciliana, contra veintitrés personas consideradas responsables de formar parte de unaasociación criminal transnacional dedicada al tráfico de hallazgos arqueológicos procedentes de excavaciones clandestinas en Sicilia. Esta es la conclusión de la investigación “Demetra”, iniciada en el verano de 2014 tras el descubrimiento de una excavación clandestina en el municipio de Riesi (provincia de Caltanissetta). Los Carabinieri, al darse cuenta de que no se trataba de un episodio aislado, profundizaron entonces en la investigación, logrando desenmascarar a la organización y recuperar más de veinte mil bienes arqueológicos sustraídos ilegalmente al Estado (el valor económico asciende a más de 40 millones de euros).
La operación “Demetra” tenía dos vertientes principales: la primera, de la que partieron las investigaciones, se centraba en un delincuente local, Francesco Lucerna, en torno al cual giraba un saqueo sistemático de yacimientos arqueológicos en las zonas de Nissena y Agrigento, cuyos hallazgos se destinaban a acaudalados coleccionistas del norte de Italia, conocedores del origen ilícito de los bienes. El grupo también contaba con falsificadores, con talleres identificados en la provincia de Catania. La segunda vertiente, de alcance internacional, se desarrolló profundizando en elementos surgidos en la primera fase de la investigación. En este contexto, se comprobó que los sujetos de Riesi y Gela estaban relacionados con un holding delictivo transnacional dirigido por el marchante de arte londinense Thomas William Veres. Gracias a una compleja red logístico-operativa que se extendía entre Italia, España y Alemania, la organización podía traficar con considerables cantidades de bienes arqueológicos sicilianos. Los hallazgos, procedentes de excavaciones clandestinas, pasaban a manos de contactos locales de la organización y luego se confiaban a “correos” que los exportaban clandestinamente a Alemania. Una vez llegados a su destino, se “limpiaban” mediante certificados de procedencia ficticios y se colocaban en el mercado legítimo del arte a través de casas de subastas que operaban en Múnich. Para aumentar aún más los beneficios, esta organización contaba también con falsificadores, cuya base logística estaba identificada en Riesi.
“La operación concluida”, comenta una nota del Ministerio de Cultura, “constituye una señal importante de la respuesta del Estado al fenómeno criminal del tráfico ilícito internacional de bienes arqueológicos. Sicilia, particularmente rica en vestigios del pasado, es objeto de incesantes e intensos saqueos de objetos destinados al mercado clandestino del arte. Fundamental a este respecto ha sido la actividad de cooperación judicial y policial internacional, que ha permitido reconstruir toda la cadena de tráfico incluso más allá de las fronteras nacionales”.
Imagen: Roma, edificio central de la Piazza Sant’Ignazio, sede del Comando Tutela Patrimonio Culturale de los Carabinieri.
Gran operación de los Carabinieri: desmantelada una organización internacional de traficantes de bienes arqueológicos |
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