Empiezan a registrarse los primeros daños a bienes culturales en la guerra entre Israel y Hamás que estalló el pasado 7 de octubre con el ataque de la organización terrorista a los territorios israelíes limítrofes con la Franja de Gaza. El pasado 19 de octubre, de hecho, un bombardeo israelí alcanzó la Iglesia de San Porfirio, una iglesia ortodoxa que data del siglo XII y fue renovada en el siglo XIX, una de las más antiguas de la zona (la más antigua de Gaza), construida sobre un lugar de culto anterior que databa del siglo V.
La iglesia de San Porfirio, situada en el barrio de Zaytun, en el centro histórico de Gaza, alberga la tumba del santo homónimo, San Porfirio, que fue obispo de Gaza entre los años 395 y 420. Ya dañada en 2014 durante otro bombardeo israelí contra la Franja de Gaza, fue alcanzada de nuevo durante una incursión que, según las fuerzas armadas israelíes, tenía como objetivo un puesto cercano de lanzamiento de cohetes de Hamás. Testigos escuchados por la agencia de noticias AFP informaron de que el bombardeo no parecía tener como objetivo la iglesia, sino un lugar cercano al edificio. Hasta el momento de los daños, la iglesia de San Porfirio albergaba a civiles cristianos y musulmanes desplazados que habían optado por refugiarse en el edificio. Funcionarios de Gaza, según informa Al Jazeera, dijeron que había 16 víctimas, todas cristianas. También hubo heridos, algunos de los cuales fueron trasladados al hospital, mientras que otros, informó el párroco católico de Gaza, Gabriel Romanelli, fueron llevados a su parroquia debido a la falta de plazas en los hospitales. El bombardeo causó daños en la fachada exterior de la iglesia y el derrumbe de un edificio adyacente.
“Apuntar a las iglesias y sus instituciones, junto con los refugios que protegen a ciudadanos inocentes”, dijo el Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén en una nota, “en particular los niños y las mujeres que han perdido sus hogares debido a los ataques aéreos israelíes sobre zonas residenciales en los últimos 13 días, constituye un crimen de guerra que no puede ser ignorado.” El Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, también se pronunció: “El dolor de esas familias, que ya han sido juzgadas durante tanto tiempo, es enorme y estamos con ellas. Rezamos para que esta situación termine lo antes posible. Esperamos que la sensatez vuelva a quienes toman las decisiones. La guerra y las bombas nunca han resuelto los problemas, al contrario, siempre crean otros nuevos”. Según el ejército israelí, “Hamás coloca intencionadamente sus recursos en zonas civiles y utiliza a los residentes de la Franja de Gaza como escudos humanos”.
Imagen: Iglesia de San Porfirio en noviembre de 2022. Foto: Dan Palraz
Gaza, daños en la iglesia de San Porfirio tras un bombardeo |
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