La Toscana, con sus ricas y arraigadas tradiciones artísticas, siempre ha atraído a sus tierras a artistas, estudiosos y amantes del arte de todo el mundo, que siempre han encontrado aquí un terreno fértil para sus ideas, dada también la fuerte tradición de mecenazgo que a lo largo de los siglos ha apoyado las producciones de los artistas que han pasado por aquí. Hoy en día, además de los empresarios que siguen renovando esta tradición, cabe destacar el papel crucial que desempeñan las fundaciones bancarias toscanas, herederas del mecenazgo de siglos pasados, que siguen promoviendo y apoyando las artes y la cultura. Estas entidades, nacidas de la transformación de las antiguas cajas de ahorros y bancos territoriales, representan hoy un recurso fundamental para la conservación y valorización del patrimonio cultural toscano.
Las fundaciones bancarias toscanas tienen sus raíces en las cajas de ahorros y los monti di pietà, instituciones que han desempeñado un papel importante en el tejido económico y social de la región desde la Edad Media. La ley Amato (número 218 de 30 de julio de 1990) marcó un punto de inflexión, al separar las actividades bancarias de las filantrópicas y transformar estas instituciones en fundaciones dedicadas a promover proyectos de interés público. Las fundaciones bancarias son hoy entidades privadas sin ánimo de lucro, dotadas de autonomía de gestión, que persiguen fines socialmente útiles invirtiendo su patrimonio en actividades fructíferas cuyos beneficios se destinan a acumular recursos destinados a apoyar actividades colectivas. Arte, cultura, investigación científica, educación, actividades deportivas, vivienda social, salud pública, filantropía y asistencia a la tercera edad son algunas de las actividades que las fundaciones bancarias desarrollan constantemente. Pero eso no es todo: las fundaciones bancarias también suelen ser propietarias de grandes colecciones de arte que no pocas veces se abren al público, y a menudo se amplían mediante adquisiciones selectivas.
En Toscana hay actualmente once fundaciones bancarias activas: la Fondazione Cassa di Risparmio di Firenze, la Fondazione Cassa di Risparmio di Carrara, la Fondazione Livorno, la Fondazione Pisa, la Fondazione Banca del Monte di Lucca, la Fondazione Cassa di Risparmio di Lucca, la Fondazione Cassa di Risparmio di Pistoia e di Pescia, la Fondazione Cassa di Risparmio di Prato, la Fondazione Cassa di Risparmio di San Miniato, la Fondazione Monte dei Paschi di Siena y la Fondazione Cassa di Risparmio di Volterra. Cada una de estas fundaciones ha desarrollado su propia identidad y estrategia de intervención, aunque todas comparten el objetivo de apoyar el arte y la cultura como pilares del bienestar social y el desarrollo económico. Entre 2018 y 2021, último trienio del que se dispone de datos, las fundaciones bancarias toscanas destinaron más de 92 millones de euros solo al sector del arte y la cultura, una cantidad que constituye aproximadamente el 30 % de los desembolsos totales que las fundaciones toscanas han destinado a sus actividades: una cifra que bien pone de manifiesto la relevancia que las fundaciones bancarias toscanas asumen en el ámbito de la cultura regional. En total, tomando como referencia sólo el año 2020, las fundaciones toscanas han desembolsado sumas que ascienden a 120 millones de euros: la mayor parte corresponde a la Fundación CR Florence (54 millones de euros), seguida de CR Lucca (26,5), Pistoia y Pescia (16,5), Monte dei Paschi di Siena (8,6), Pisa (8), Livorno (2,2), Prato (1,3), Volterra (1,1), Monte di Lucca (900 mil), San Miniato (847 mil) y Carrara (431 mil).
La más activa de las fundaciones bancarias toscanas ha sido durante varios años la Fundación CR Florence, que en 2017 se hizo con el primer puesto en el ranking de fundaciones toscanas que más conceden, y lo ha mantenido desde entonces (anteriormente, la primacía la ostentaba la Fondazione Cassa di Risparmio di Lucca, actualmente segunda). Esta fundación, una de las principales protagonistas de la escena cultural toscana, nacida de la Cassa di Risparmio di Firenze, siempre ha tenido un fuerte vínculo con el territorio y sus instituciones culturales. A lo largo de los años se ha distinguido por su apoyo a varios proyectos de restauración de las joyas de Florencia y sus alrededores (entre los más recientes figuran los del refectorio del Museo Nacional de San Marcos, la Capilla de la Magdalena del Museo Bargello y la Capilla Bardi de Santa Croce). Además, la Fundación CR Florence es uno de los principales patrocinadores de las Galerías Uffizi. A través de la financiación de exposiciones, proyectos de investigación y restauraciones, la fundación ha contribuido a mantener la alta calidad de las exposiciones y a promover el conocimiento del patrimonio artístico florentino. En particular, la fundación se ha distinguido por haber firmado un memorando de entendimiento con el museo que dio lugar al nacimiento de los Uffizi Diffusi, a los que la fundación ha contribuido en el marco de su iniciativa “Piccoli Grandi Musei”, el programa plurianual del instituto para la valorización de los museos toscanos considerados menores. Otro ejemplo significativo de su compromiso es el Osservatorio dei Mestieri d’Arte, un ente instrumental de la fundación dedicado al apoyo y la promoción de la artesanía artística tradicional, un sector que representa una parte importante de la identidad cultural toscana.
La Fondazione Cassa di Risparmio di Lucca también considera la restauración y conservación del patrimonio artístico y arquitectónico como una de sus principales áreas de intervención. Entre los proyectos más importantes apoyados por la fundación cabe citar la restauración de amplias partes de las Murallas de Lucca, que fueron objeto de un extenso programa de restauración financiado en parte por la fundación (interviniendo en particular en Porta Elisa, la Casa del Boia, los paramentos exteriores y diversas obras en cuarteles, bastiones y otras zonas). La fundación también se ha distinguido por la valiosa restauración del Complesso di San Francesco, que puede contarse entre las intervenciones más importantes realizadas en Italia en los últimos años, ya que permitió la reurbanización, concluida en 2013, de un antiguo complejo monumental repleto de obras de arte de primer orden, que se ha convertido en una estructura multifuncional habitada por la ciudad y muy frecuentada. Además de los proyectos de restauración, la Fondazione CR Lucca participa activamente en la promoción de eventos culturales y exposiciones que enriquecen la oferta cultural de la ciudad. Algunas de las iniciativas más relevantes son el Festival Versiliana, el Festival Puccini de Torre del Lago, las actividades de la Fundación Ragghianti, la Bienal Cartasia (el mayor acontecimiento internacional dedicado al papel como forma de arte, que incluye exposiciones, talleres e instalaciones, celebrando la creatividad y la innovación en el campo del arte y el diseño, al tiempo que promueve el patrimonio industrial de la ciudad vinculado a la producción de papel), así como exposiciones en el Palazzo delle Esposizioni de Lucca.
La Fondazione Cassa di Risparmio di Pistoia e Pescia destaca por su ’Bando Restauro’ con el que cada año pone a disposición importantes recursos para intervenciones en el patrimonio de la ciudad, pero no solo. En 2018, la institución se convirtió en promotora de un nuevo sistema museístico, la Fondazione Pistoia Musei, gestionada por una sociedad instrumental, nacida a raíz de Pistoia Capitale Italiana della Cultura 2017, y compuesta por cuatro sedes (el Museo del Antiguo Palacio de los Vescovi, el Palacio de’ Rossi | Colecciones del Siglo XX, el Museo de San Salvatore y el Palacio Buontalenti): el sistema se creó tras la adquisición del Antico Palazzo dei Vescovi, finalizada gracias a la contribución de la Fondazione Caript junto con Intesa Sanpaolo. Además, la Fundación Monte dei Paschi di Siena tiene un vínculo histórico con la ciudad de Siena y su extraordinario patrimonio cultural: uno de sus proyectos más ambiciosos apoyado por la Fundación MPS es la restauración del Púlpito de Nicola Pisano en la Catedral de Siena, una de las catedrales góticas más importantes de Italia. Esta intervención permitió conservar y valorizar la extraordinaria obra de arte, una de las obras capitales del arte medieval italiano. Además de las obras de restauración, la Fundación MPS también apoya a la Fondazione Musei Senesi (mediante donaciones, recursos económicos, pero también humanos y logísticos) y a la famosa Accademia Musicale Chigiana, institución fundada en 1932 que promueve la formación musical y la organización de conciertos de alto nivel. Gracias al apoyo de la Fundación, la Accademia Chigiana se ha convertido en un centro internacional de excelencia para la música clásica, que atrae a estudiantes y artistas de todo el mundo.
La Fundación Pisa, creada por la Cassa di Risparmio di Pisa, es otro ejemplo de cómo las fundaciones bancarias pueden contribuir a la vida cultural de una ciudad. La fundación está especialmente comprometida con la promoción del arte contemporáneo, con especial atención a la creación de espacios expositivos y la realización de eventos culturales. Uno de los proyectos más importantes apoyados por la Fundación Pisa es el Palazzo Blu, un espacio expositivo que muestra la colección permanente de la organización (importantes obras de arte medieval, así como una sección dedicada a Orazio Gentileschi y Artemisia Gentileschi, de origen pisano) y que acoge exposiciones de arte moderno y contemporáneo. Gracias a sus exposiciones, este centro cultural se ha convertido en un punto de referencia no sólo para los habitantes de Pisa y la Toscana, sino también para turistas y amantes del arte. Las exposiciones organizadas en el Palazzo Blu abarcan desde los grandes maestros del arte moderno hasta las vanguardias contemporáneas, ofreciendo un panorama rico y variado. La fundación también apoya el Festival Anima Mundi, un festival de música sacra en el que participan artistas y orquestas de renombre internacional, y el Festival del Libro de Pisa, uno de los acontecimientos literarios más importantes de Italia, un evento anual que reúne a editores, autores y lectores, ofreciendo un rico programa de encuentros, conferencias y presentaciones de libros y que representa una importante oportunidad para el intercambio cultural, ayudando a promover la lectura y la cultura literaria.
El mecenazgo de las fundaciones bancarias toscanas no se limita a la conservación y promoción del arte, sino que también se extiende a la dimensión educativa y social. Muchos de los proyectos apoyados por estas fundaciones están dirigidos a escuelas y jóvenes, con el objetivo de acercar a las nuevas generaciones al arte y la cultura. La Fundación CR Florence, por ejemplo, organiza talleres didácticos y cursos educativos en museos y sitios culturales, involucrando a estudiantes de todas las edades en actividades que estimulan la creatividad y el interés por el patrimonio cultural. Estas iniciativas no sólo enriquecen la oferta educativa de las escuelas, sino que también contribuyen a crear un público más consciente y entusiasta. La Fondazione CR Lucca también promueve proyectos educativos dirigidos a escuelas de todos los niveles, que incluyen visitas guiadas a museos y sitios culturales, talleres educativos y cursos de formación. También apoya a institutos de formación artística, como el Istituto Superiore di Studi Musicali ’L. Boccherini’ de Lucca. Gracias al apoyo de la fundación, el instituto puede ofrecer becas y organizar conciertos y clases magistrales, contribuyendo a la formación de jóvenes talentos en el campo de la música.
El mecenazgo de las fundaciones bancarias de la Toscana es, por tanto, un valioso recurso para la conservación y valorización del patrimonio artístico y cultural de la región. Gracias a su apoyo, muchas obras de arte han sido restauradas y puestas a disposición del público, contribuyendo a mantener viva la tradición cultural toscana. Además, su compromiso con la innovación y la educación garantiza que el arte siga siendo una parte fundamental de la vida y la identidad colectiva de la región.
Las fundaciones bancarias toscanas, con su capacidad para movilizar recursos y crear sinergias entre los sectores público y privado, representan un ejemplo virtuoso de cómo el mecenazgo puede contribuir al bienestar social y al desarrollo cultural. Su papel es crucial no sólo para el presente, sino también para el futuro de la cultura toscana, ya que siguen garantizando que la belleza y la historia que caracterizan a esta tierra también puedan ser apreciadas y amadas por las generaciones venideras.
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