Obligar a los turistas a no sentarse al borde de la Fontana de Trevi: éste es el objetivo de una moción propuesta por el concejal Andrea Coia, del Movimiento 5 Estrellas, y aprobada ayer por el Consejo Municipal de Roma con 24 votos a favor y una abstención. ¿Cómo? Con una barrera protectora que, según la moción, “impida que la gente se siente en el borde de la fuente”, y que deberá construirse “de acuerdo con los requisitos técnicos previstos por la superintendencia”. Además, la moción también pide la creación de una “guarnición fija que controle las vías de acceso a la Fontana de Trevi y a la zona del Coliseo” para combatir lasactividades no autorizadas. La guarnición también debería controlar las vías de acceso a la fuente.
La propuesta ya ha suscitado polémicas, algunas de ellas incluso internas: el concejal de Cultura , Luca Bergamo, y el concejal de Comercio , Carlo Cafarotti, se han mostrado contrarios a la idea de una “barrera protectora”, considerando más apropiado regular de otra forma el flujo de tráfico en la zona. Bergamo, que también es teniente de alcalde, opina que “es más eficaz regular los flujos en los alrededores de la Fontana de Trevi que erigir una barrera”. En Roma, como en otras ciudades de Italia y del mundo, el turismo de masas modifica, a menudo negativamente, las condiciones para disfrutar libremente de las bellezas de los centros históricos y de los alrededores“. El concejal añadió: ”para identificar intervenciones capaces de conciliar el derecho y el placer de apreciar la Fontana de Trevi con su mejor conservación, creo que es preferible una confrontación internacional de ideas sobre la gestión de los flujos en la zona que soluciones improvisadas. A través de la confrontación de ideas, no sólo surgen soluciones innovadoras, sino que se crea un debate sobre el futuro de los centros históricos en una época de turismo creciente, debate que considero indispensable".
La propia alcaldesa, Virginia Raggi, explicó la naturaleza de la posible barrera y se mostró a favor de la medida: “Quiero explicaros la idea para evitar polémicas infundadas”, escribió en su página de Facebook. "Sería una barrera similar a las que ya se han hecho para muchas otras fuentes de Roma, desde la Fuente de las Tortugas de la Plaza Mattei hasta la Fuente de los Cuatro Ríos de la Plaza Navona. Se trata de una barandilla metálica, de menos de un metro de altura, que rodea las fuentes en cuestión para impedir el acceso al monumento. “Es una solución que no ocultaría la vista de la Fontana de Trevi”, añadió Virginia Raggi, “y permitiría el tradicional lanzamiento de monedas, un ritual para cualquiera que visite nuestra ciudad”.
“También quiero añadir”, concluyó la primera ciudadana, “que de este modo nuestros policías podrían dedicarse más a vigilar toda la plaza, que hemos liberado de los puestos que obstruían la vista, para combatir la presencia de vendedores ilegales. Espero que la Superintendencia del Patrimonio Cultural evalúe positiva y rápidamente este proyecto, para que pronto podamos ver la plaza de la Fontana de Trevi completamente remodelada”.
En la foto: turistas en la Fontana de Trevi. Foto Crédito
Fuente de Trevi, una barrera contra los turistas que se sientan en el borde podría llegar pronto |
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