Francia, miles de iglesias en peligro de deterioro y abandono. Un informe indica qué hacer


En Francia hay miles de iglesias en riesgo de deterioro por abandono. Así lo señala un informe de los senadores Ouzulias (Partido Comunista) y Ventalon (centro-derecha). Las razones del abandono son diversas. Pero los dos senadores indican también sus recetas para salvar las iglesias.

En Francia, miles de iglesias (entre dos mil y tres mil) corren el riesgo de deteriorarse, porque están en desuso, cerradas o son objeto de escasa atención. Este es el resultado del informe sobre el patrimonio religioso presentado el 6 de julio al Senado francés por los senadores Pierre Ouzulias (del Partido Comunista Francés) y Anne Ventalon (del partido de centro-derecha Les Républicains) y destinado a arrojar luz sobre el estado del patrimonio religioso. Según las dos senadoras, Francia, al igual que otros países occidentales, se enfrenta a un proceso de secularización constante de la sociedad, que se traduce en el riesgo de abandono de una parte de su patrimonio religioso, especialmente el alejado de las grandes ciudades: protegerlo, para Ouzulias y Ventalon, significa afrontar un reto social, fundamental sobre todo para las zonas rurales.

En Francia hay unos 100.000 lugares de culto en funcionamiento, y casi la mitad de ellos (más de 40.000), por diversas razones (sobre todo como consecuencia heredada de la Revolución Francesa), son propiedad de las administraciones municipales. También hay unos 40.000 edificios religiosos anteriores al siglo XX, y 15.000 en la lista de monumentos históricos. Se trata, según los dos senadores, de verdaderos bienes comunes que hay que proteger: las iglesias francesas se encuentran casi todas en buen estado de conservación, aunque a menudo adolecen de falta de atención, o de atención irregular. El informe indica que los edificios clasificados como monumentos históricos se encuentran en mejor estado que los que no pertenecen a esta categoría, que los problemas se encuentran más en las zonas rurales que en los centros urbanos y que las partes más descuidadas son los interiores de los edificios.



Tres son las principales amenazas que, según Ouzulias y Ventalon, ponen en peligro a las iglesias francesas: la secularización de la sociedad y el abandono de ciertos territorios; la disminución de los recursos de que disponen las administraciones municipales; y las fusiones entre parroquias y municipios. Además, existe el riesgo (aunque menor) de que los edificios pasen a manos privadas, los propietarios los descuiden y su demolición sea inevitable. Este riesgo afectaría sobre todo al patrimonio de menor calidad, o al más reciente. Además, las administraciones municipales tienen que hacer malabarismos con otros problemas, empezando por las relaciones a veces conflictivas con las parroquias y los fieles, la falta de fondos para las actividades de mantenimiento, la escasez de expertos adecuados en los municipios pequeños y la incapacidad de la administración central para hacerse cargo de las zonas más pequeñas. Según Ouzulias y Ventalon, se trata de una descentralización de facto que afecta a la gestión de las iglesias, lo que debe tenerse en cuenta para buscar soluciones a nivel de las colectividades territoriales.

Sin embargo, las acciones sobre el patrimonio religioso podrían ser de una importancia considerable, para despertar el interés del público por la pertinencia del patrimonio religioso y permitir así a las comunidades recuperar su posesión, para conseguir que este patrimonio genere rendimientos económicos, para conseguir que, dando también diferentes usos a las iglesias abandonadas, los costes de mantenimiento sean más soportables.

¿Qué hacer? Ouzulias y Ventalon lanzan sus propuestas. Mientras tanto, es necesario conocer el patrimonio: de aquí a 2030, será pues necesario que Francia ponga en marcha una gran operación nacional de catalogación del patrimonio religioso para disponer de una cartografía precisa del mismo y dotar a los conservadores y profesionales de bases de datos actualizadas y eficaces. Además, habrá que adoptar un plan nacional de protección del patrimonio religioso en peligro, evitando así la desaparición de ciertos tipos de edificios que ahora están muy amenazados. También será necesario recurrir a los Conseils d’Architecture, d’Urbanisme et de l’Environnement (CAUE, organismos que se ocupan del urbanismo y la planificación arquitectónica y medioambiental) para que estudien soluciones para cada edificio y propongan instrumentos, a nivel departamental (los departamentos son similares a nuestras provincias) para ayudar a los municipios en las operaciones de conservación preventiva de su patrimonio religioso. A continuación, habrá que garantizar la apertura de los lugares recurriendo a la vigilancia, incluso voluntaria, implicando a los jóvenes, mejorar la seguridad del patrimonio mueble en el interior de los lugares de culto (de hecho, muchos objetos valiosos no están suficientemente protegidos contra el robo y el vandalismo), desarrollar itinerarios turísticos en torno al patrimonio religioso a nivel territorial, y fomentar el uso compartido de estos edificios estableciendo normas con acuerdos entre las administraciones municipales, las parroquias y las diócesis.

Imagen: Saint-Saturnin-lès-Apt. Foto de Pays d’Apt Luberon Tourisme

Francia, miles de iglesias en peligro de deterioro y abandono. Un informe indica qué hacer
Francia, miles de iglesias en peligro de deterioro y abandono. Un informe indica qué hacer


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