Francia impone el pase verde para ir al museo (y al cine, teatro, restaurante... )

No importa que los museos sean lugares donde el alejamiento físico es, en la inmensa mayoría de los casos, espontáneo: en Francia, a partir del 21 de julio, para ir a cualquier museo o lugar de cultura hay que tener un pase verde, o pass sanitaire como lo llaman los franceses, pero el fondo es el mismo: hay que demostrar estar vacunado o curado de Covid-19, o presentar un frotis negativo tomado como máximo 48 horas antes. Lo mismo se aplica a espectáculos, conciertos y parques de atracciones.

El anuncio lo hizo el Presidente Emmanuel Macron, que se dirigió a la nación esta tarde a las 20.00 horas. La decisión de imponer la tarjeta sanitaria se tomó por temor a la propagación de la variante Delta, y de hecho hará prácticamente imposible la vida cultural y social para quienes no estén vacunados, a menos que quieran hacerse un frotis antes de hacer nada: porque la tarjeta no sólo se exigirá para entrar en los recintos culturales. De hecho, a partir de agosto, el pase también será obligatorio para entrar en teatros, cines, bares y cafeterías, restaurantes, centros comerciales, residencias de ancianos, así como en algunos medios de transporte (aviones, trenes, autobuses de larga distancia). No sólo eso: para animar a la población a vacunarse, Macron también ha anunciado que se suprimirá la posibilidad de realizar frotis gratuitos. A partir de la entrada en vigor de las medidas, quien quiera hacerse la prueba tendrá que pagar.

’La tarjeta sanitaria’, dijo el ministro francés de Sanidad , Olivier Véran, ’significará que si te vacunas tu vida no cambiará. Ya no estaremos en la situación del año pasado, cuando paramos comercios, bares, restaurantes, museos. Si permitimos el acceso a los vacunados, no habrá peligro". Pero para muchos esto no son buenas noticias. Hay, por ejemplo, quienes temen que los franceses, para no verse sometidos a la estricta norma, limiten su vida social y, por tanto, no vayan de compras a centros comerciales, no acudan a bares ni restaurantes, renuncien a lugares de cultura, etc.: en resumen, podría ser un boomerang. Y también hay algunas zonas grises, como señaló inmediatamente la SNCF, la compañía nacional de transportes ferroviarios, que escribió en una nota que quedan muchos elementos por aclarar (por ejemplo, sobre quién tendrá que controlar los pases, y de qué manera: de hecho, el Gobierno aún no ha tomado ninguna decisión al respecto). ¿Aceptarán los franceses la nueva norma?

Francia impone el pase verde para ir al museo (y al cine, teatro, restaurante... )

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