El Jardín de Boboli de Florencia cambia de cara: se ha puesto en marcha Boboli 2030, un maxiplan de más de 50 millones de euros destinado a un renacimiento total del espacio verde de los Médicis. Con sus más de 33 hectáreas de historia, arte y naturaleza, el Jardín de Boboli, a la vez pulmón verde y museo al aire libre en el centro de la capital toscana, representa uno de los ejemplos más brillantes de jardines formales del mundo. Poblado de estatuas y adornado con grutas e imponentes fuentes, el parque encargado en el siglo XVI por la duquesa Eleonora di Toledo se convierte así en protagonista de un potente programa de intervenciones que se desarrollará a lo largo de los próximos ocho años. En el corazón de Boboli 2030 se encuentra la puesta en valor del gran patrimonio arquitectónico del Jardín, la restauración y renovación de esculturas y fuentes, la mejora de su uso por parte de los visitantes, la creación de nuevos servicios, la apertura de nuevos espacios, la optimización de los recursos hídricos y un nuevo sistema de iluminación y videovigilancia.
Se acaban de terminar (o están a punto de terminarse) numerosas obras de restauración en Boboli (para las que se han necesitado más de 2.400.000 euros): la instalación de nueva señalización (180.000 euros); la restauración de la Fuente de los Monos (35.000 euros) y la Kaffeehaus (700.000 euros); la renovación de la primera parte del Jardín Principini (195.000 euros), la introducción de un innovador sistema de videovigilancia en el Pagliere (100.000 euros), y la remodelación y renovación de la entrada en la Piazza della Calza (110.000 euros) y el Jardín de la Camelia (875.000 euros). Precisamente la restauración del histórico Kaffeehaus es la intervención más reciente: las obras incluyeron la restauración de los frescos del siglo XVIII y la instalación de un nuevo sistema de aire acondicionado e iluminación. La gran cafetería ducal, tras años cerrada al público, reabrirá en octubre, equipada con mostrador, mesas dentro y fuera, aseos, y contará con un amplio jardín y una terraza panorámica con vistas al impresionante panorama de Florencia. En cambio, para el Jardín de la Camelia, situado entre el ala sur del Palacio Pitti y el bastión de la Meridiana, no sólo fue necesario consolidar estructuralmente los muros, sino también restaurar ampliamente las esculturas y pinturas murales de la gruta; se restableció la funcionalidad de los juegos de agua de la gruta. Se restauraron los juegos de agua de las fuentes y el sistema de drenaje, se construyó un nuevo sistema de riego para mantener las 39 variedades de camelias y se instaló un sistema de iluminación para permitir las aperturas nocturnas. También se completó la nueva señalización del Jardín, con 40 nuevos postes, 173 flechas y 118 carteles con mapas e indicaciones diversas, concebidos para dejar claras las pendientes y la duración de los senderos, a fin de ayudar incluso a las personas menos capacitadas.
Los próximos proyectos para el Jardín, cuyo coste asciende a más de 21.000.000 de euros, incluyen: la construcción de un ascensor subterráneo que conectará el Patio Ammannati con el Entresuelo de la Muletta y el Anfiteatro Boboli (3.000.000 de euros), para que el acceso sea menos fatigoso para las personas discapacitadas; la restauración arquitectónica y la puesta en servicio del palacete del Prato dei Castagni (1.450.000 euros); la renovación de la fachada del palacete del Prato dei Castagni (1.450.000 euros); la restauración de la fachada de la Muletta y del Anfiteatro Boboli (1.000.000 euros); la restauración de la fachada de la Muletta y del Anfiteatro Boboli (3.000.000 euros).000 euros); la renovación del estanque de Neptuno (1.400.000 euros); la renovación del estanque de la Isla (2.650.000 euros); la restauración de todo el patrimonio escultórico del Jardín (3.500.000 euros), con más de 300 estatuas de las épocas clásica, renacentista y barroca y la sustitución de las obras más sensibles a la intemperie por copias; la instalación de un sistema de más de 300 leyendas explicativas (200.000 euros). Y luego: un sistema de iluminación de bajo consumo, una moderna videovigilancia y un nuevo sistema acústico para los anuncios (2.400.000 euros); la puesta en marcha del aparato contra incendios del Jardín (250.000 euros); la restauración del edificio Pagliere (5.300.000 euros); restauración de la Palazzina di Annalena (1.650.000 euros); construcción de un baño para discapacitados en el interior del Anfiteatro (130.000 euros), para completar la reorganización ya realizada de los aseos de la zona.
La intervención prevista en la zona de la Muletta conectará el patio Ammannati y el Anfiteatro mediante un ascensor, rodeado por una escalera octogonal, cuya terminación acristalada evoca, por su forma, posición y proporciones, la capilla destruida de Cristina de Lorena. Además, el ascensor hará accesible por primera vez el entresuelo de la Muletta, con frescos de Salvator Rosa, Pietro da Cortona, Jacopo Chiavistelli, Andrea Ciseri y el Jardín de Giovan Carlo de’ Medici. En cuanto a la Vasca del Nettuno y la Vasca dell’Isola, tras una campaña de prospección y diversas investigaciones diagnósticas (12 escaneados en 3D de las esculturas de la Vasca del Nettuno y 60 escaneados en 3D de las esculturas de la Vasca dell’Isola), están previstas obras de limpieza del agua, optimización de los recursos hídricos y restauración de los elementos acuáticos. Ambas fuentes se someterán también a una restauración arquitectónica y escultórica.
El proyecto del "Prato dei Castagni" también se caracteriza por la sociabilidad: prevé una sala de juegos de 117 m2, una heladería-cafetería de 128 m2 y una gran terraza exterior con 40 plazas a la sombra de cipreses. También se llevará a cabo una renovación arquitectónica general, habrá un nuevo sistema de iluminación y se construirá un camino exterior para garantizar la plena accesibilidad a los espacios. En el edificio Annalena, destinado al Departamento de Educación, se construirán nuevas aulas, laboratorios, despachos y salas de estudio: 233 metros cuadrados, preparados para acoger a más de 100 personas. También figura en el orden del día la restauración del Pagliere, el edificio situado en el corazón del jardín de las Caballerizas Reales. Un nuevo sistema de iluminación y climatización permitirá abrir, en la planta baja del palacio, una taquilla y librería, una zona de bar y un almacén de 814 metros cuadrados para la colección de alfombras y tapices. En la primera planta, en cambio, se abrirá al público un amplio espacio expositivo de más de 800 metros cuadrados, que se convertirá en el centro de las Galerías Uffizi para exposiciones temporales.
Posteriormente, un último tramo de inversiones de 16 millones de euros afectará a otras intervenciones. Se trata de la finalización del Jardín de los Principini, que se extenderá a lo largo de tres terrazas (150.000 euros), así como de la remodelación de las entradas a Forte Belvedere, Porta Romana y La Specola, por un presupuesto previsto de 650.000 euros. Las principales intervenciones de esta última parte de Boboli 2030 serán la restauración integral del Anfiteatro y del jardín situado frente a él (4.000.000 de euros); la restauración arquitectónica, escultórica y vegetal del Prato delle Colonne (1.400.000 euros) con la construcción de nuevos sistemas de drenaje del agua; el aseguramiento de los muros limítrofes y las puertas históricas del Parque Monumental de las Caballerizas Reales (1.400.000 euros); la restauración del camino que lleva de la Sughera al Lavacapo (3.000.000 euros); la construcción de un nuevo y ampliado Gabinete Fotográfico con un amplio espacio para la recepción del público (1.000.000 euros) en el interior de la Infermeria dei Cavalli. Por su parte, en el edificio Mascalcia (800.000 euros) se crearán nuevos espacios de catalogación y archivo, mientras que en la Palazzina di Annalena se llevará a cabo una importante obra de eficiencia energética (850.000 euros). También está prevista la renovación de la Palazzina di Giove y de la Vecchia: en la Palazzina está previsto un gran laboratorio de restauración de 142 metros cuadrados (200.000 euros) y en la Vecchia 60 metros cuadrados de nuevas oficinas para el departamento de botánica y vestuarios para los jardineros (36.000 euros). También está prevista la restauración de la Mula, la Torre Mascherino (280.000 euros) y la fuente Mostaccini (35.000 euros). En total, los costes de los 40 proyectos, modulares y escalonables, ascienden a unos 40 millones de euros, a los que se añadirán otros 12 millones para el mantenimiento ordinario y extraordinario del verde: es decir, una inversión de entre 6 y 7 millones de euros en el presupuesto de cada año hasta 2030 para los Jardines de Boboli y el Giardino delle Scuderie Reali.
“El calentamiento global impone sufrimientos y penurias a los jardines históricos más importantes de Europa, que requieren respuestas rápidas y contundentes para proteger nuestro patrimonio en el presente y para las generaciones futuras”, afirma Eike D. Schmidt, director de las Galerías Uffizi, de las que depende el Jardín de Boboli. “Este extraordinario desafío también ofrece la oportunidad de explotar métodos que nunca se han utilizado antes, ya que podemos aprovechar tecnologías sostenibles desde el punto de vista medioambiental que sólo se han desarrollado en los últimos años. Pienso también en los cerca de cincuenta pisos y dos hectáreas de jardín ocupados, hasta hace unos años por particulares, en el marco del escándalo del rent-a-poli: ahora que por fin los hemos liberado, están siendo renovados y devueltos al uso público, con servicios para los ciudadanos impensables hasta ahora. Servicios que se irán sumando a la oferta museística año tras año: desde los vanguardistas almacenes para una de las mayores colecciones de tapices y alfombras del mundo, al centro de exposiciones contiguo; a las tres zonas de restauración en el Kaffeehaus, el Prado de los Castaños y la Pagliere; a los nuevos laboratorios de restauración; al Centro de Educación en la Palazzina di Annalena con nada menos que seis aulas; a los subtítulos resistentes a la intemperie que harán de cada paseo por el jardín una experiencia esclarecedora e intelectualmente enriquecedora. Al presentar el plan director junto con la restauración de la Kaffeehaus y otros diez proyectos que acaban de terminarse o están en proceso de finalización, además de otros doce proyectos en curso, queremos subrayar y demostrar de forma tangible que ”Boboli 2030“ no es sólo un capricho o una lista de buenas intenciones. Por el contrario, se trata de un compromiso concreto, que en los próximos ocho años será realizable y se llevará a cabo gracias al duro trabajo y la abnegación de nuestros arquitectos, botánicos y administradores, y que se financiará en su mayor parte con los ingresos por entradas de las Galerías de los Uffizi. La perspectiva no es sólo devolver a Boboli las glorias de los tiempos de los Médicis y los Lorena, sino ir más allá, convirtiéndolo en el mejor museo al aire libre del mundo”.
En la foto: el Anfiteatro
Florencia, un maxiplan de 50 millones de euros para los jardines de Boboli. He aquí todas las intervenciones |
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