El 29 de junio, el Tour de Francia saldrá de Florencia. Así pues, del 26 al 28 de junio, en los días previos a la salida del Tour de Francia, en el interior de la Stazione Leopolda, en el marco de BECYCLE, un nuevo proyecto sobre el mundo del ciclismo realizado por Pitti Immagine y Stazione Leopolda srl, será posible admirar tres maillots llevados por Gino Bartali y revivir la última edición de laEroica a través de visores de realidad aumentada.
En el corazón de Florencia se instalará un espacio “Casa Eroica”, al igual que desde hace unos meses forma parte del itinerario expositivo de "Chianti Origo", el nuevo polo cultural instalado en los espacios de la antigua Cantine Ricasoli de Gaiole in Chianti. Entre espacios expositivos, multimedia e interactivos, es posible descubrir el nacimiento, la evolución y la afirmación formal de una verdadera red de eventos, capaz de implicar a decenas de miles de apasionados de todo el mundo, y moverse entre todos aquellos kits, objetos y complementos que hacen de la Eroica una marca única en el panorama deportivo. Para embellecerlo todo, también en la Leopolda, los productos oficiales Eroica que evocan el encanto del ciclismo de antaño en bicicletas de época por las blancas carreteras del Chianti.
Las estrellas absolutas del espacio habilitado por Opera Laboratori serán los recuerdos de Gino Bartali cedidos por laArchidiócesis de Siena - Colle di Val d’Elsa - Montalcino. Se trata de dos maillots que el gran ciclista florentino vistió a lo largo de 14 años: un maillot amarillo que llevó en 1938, año en que ganó su primer Tour de Francia; otro maillot amarillo de 1948, año de su segunda victoria en la Grande Boucle, en los días del atentado contra Palmiro Togliatti.
Bartali había regalado estos maillots, junto con aquel con el que se proclamó campeón de Italia en 1952, a Don Bruno Franci, a la sazón párroco de la iglesia de Santa Petronilla de Siena, con quien había entablado una estrecha amistad. Ambos se conocieron en la fiesta de la Asunción de 1935, en Vallombrosa, y desde ese día se estableció entre ellos una densa red de relaciones. En julio de 1937, el sacerdote sienés acudió a Marsella a la cabecera del campeón obligado a retirarse en su primer Tour de Francia. Al año siguiente, cuando Bartali ganó el Tour de Francia, el campeón regaló al sacerdote uno de los once maillots amarillos que lució en su primer triunfo. Bartali iba a menudo a Siena a visitar a su amigo el sacerdote y a rezar en su iglesia. También fue allí en junio de 1948, antes de partir para París, con la promesa de regalar a su amigo otro maillot amarillo en caso de éxito final. Y así lo hizo: Bartali regresó a la ciudad del Palio el lunes 9 de agosto para cumplir su promesa, entregando al Padre Bruno Franci el maillot que lució en la última etapa de la prueba, la Roubaix-París.
Los maillots se conservaban en la iglesia de Santa Petronilla donde, con el paso de las décadas, mostraban inevitablemente los signos del tiempo y el desgaste. De ahí el delicado trabajo de restauración que ha llevado a cabo Carla Molin Pradel, responsable técnica del centro de restauración textil de Opera Laboratori. Una restauración deseada hace dos años por Don Dino Arciero, párroco de la iglesia de Santa Petronilla, y un grupo de entusiastas del deporte y de la historia sienesa. Un proyecto que probablemente se habría quedado en el deseo sin el apoyo activo de Opera Laboratori.
Florencia, tres maillots restaurados de Gino Bartali expuestos para la salida del Tour de Francia |
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