Florencia, el cordón del Santo Spirito no dura ni medio día: destrozado por los manifestantes


En Florencia, el cordón instalado para delimitar el cordón de Santo Spirito contra la movida, que costó la friolera de 40.000, duró menos de medio día: fue previsiblemente destruido durante una manifestación. ¿Y qué ocurre ahora?

Decenas de miles de euros tirados a la basura: el cordón en la plaza de la basílica de Santo Spirito de Florencia, instalado hace unos días para crear una zona de seguridad e impedir que los clientes de los bares de la plaza ocuparan la plaza, duró menos de veinticuatro horas. La noche del viernes 18 de junio (el mismo día en que los obreros municipales terminaron de instalar el cordón), varios manifestantes, al grito de “la plaza es de los que viven en ella”, ocuparon la plaza, arrancaron las cuerdas (incluso las utilizaron para jugar a saltar) y volcaron las bases de hormigón. El final que habría tenido la cordonatura era, por otra parte, ampliamente previsible: se han levantado numerosas protestas en los últimos días(incluso en estas páginas), en parte porque se trata de una intervención que, aunque reversible, desfigura la estética de la plaza, y en parte porque la prohibición de acceder al patio de la iglesia a los clientes de los bares (obligados así a ocupar sus puestos en las mesas que... asediar ese mismo patio de la iglesia, abriéndose paso bajo los escalones) se consideraba un acto de coacción.

El resultado del experimento, que sólo puede calificarse de fracaso, es por tanto una conclusión inevitable. Sólo el acordonamiento costó 40.000 euros (y la operación incluye otros 40.000 euros para los sistemas de videovigilancia e iluminación, por un total de 80.000 euros): dinero de los contribuyentes literalmente malgastado, también porque, para hacer cumplir la prohibición de acceso al cementerio, habría sido necesario enviar a la policía al lugar para vigilar. A propósito de los controles, la prefecta de Florencia , Alessandra Guidi, ha intervenido hoy en una entrevista al Corriere Fiorentino: “Intervenir con la fuerza”, ha dicho en referencia a la manifestación del viernes por la noche, controlada por unos cincuenta agentes, “habría puesto en peligro a cientos de ciudadanos”. Las críticas son bienvenidas, pero deben ser constructivas y proactivas, evitando tonos despectivos que pueden acabar caldeando los ánimos y provocar derivas difíciles de controlar’. Y la propia prefecta habló de la inutilidad del cordón: “Hasta ahora, la situación en Santo Spirito estaba bajo control, con sólo las jardineras [estaban en la misma posición que el cordón antes de su instalación, ed.]. Esta invasión del patio de la iglesia fue provocada por una reacción relacionada con la protesta contra los bordillos”, aunque Galli está de acuerdo en que “este tipo de delimitación ayuda a dejar claro el mensaje, incluso que existe un peligro, se están desprendiendo trozos de yeso del patio de la iglesia”.

Al final del acto, sin embargo, 43 personas fueron identificadas y acusadas de manifestación no autorizada, insultos a órganos del Estado, violación de la ordenanza y daños agravados, lo que les acarreará fuertes sanciones administrativas y probablemente penales. Por parte del Ayuntamiento de Florencia, la teniente de alcalde Alessia Bettini intervino con una nota oficial en la que hablaba de “incivismo”: “Desgraciadamente -declaró-, los episodios de esta noche han demostrado que hay quienes manifiestan su disidencia con actos de incivismo; sobre esto esperamos que haya una condena firme por parte de todos. Lo hemos dicho desde el principio: los bolardos representan una medida de urgencia, adoptada de acuerdo con la Prefectura, el párroco y los ciudadanos, en respuesta a actos de incivilidad respecto a continuos llamamientos por nuestra parte que, por desgracia, han sido sistemáticamente desoídos. Se trata de una medida experimental, temporal y removible. Pedimos a quienes han criticado el aspecto estético en los últimos días que hagan también propuestas; por nuestra parte, relanzaremos el concurso de ideas para una plaza que se viva de forma civilizada, abierta y con respeto a un cementerio que es lugar de culto y uno de los lugares más bellos de nuestra ciudad”. Condena también de la concejala de Seguridad Benedetta Albanese: “Estos actos de incivismo y vandalismo deben ser aislados y condenados”, dijo, “porque la seguridad urbana significa poder vivir de forma respetuosa en las plazas. Por este motivo, en la Piazza Santo Spirito hemos reforzado la iluminación, instalado cuatro nuevas cámaras y tomado medidas para proteger a todos, gestionando estas zonas con controles coordinados entre la policía local y las fuerzas del orden”. Incluso en vista de la transición a la zona blanca, el comportamiento de ayer no es una forma correcta de interpretar la socialidad y el respeto de las normas necesarias para salvaguardar los derechos y libertades de todos. Por tanto, continuaremos con nuestra presencia y controles, sancionando los comportamientos ilícitos".

¿Qué ocurrirá ahora? Está claro que volver a enmoquetar no tendría ningún sentido. Algunos vecinos han vuelto a la carga con la idea de una verja, que no sería mal recibida ni siquiera por el prior de Santo Spirito, notoriamente contrario a la “movida”. El prefecto, por su parte, está filtrando la hipótesis de que podría introducirse un número cerrado para las entradas. Pero mientras tanto, el problema parece lejos de resolverse.

En la foto, el cordón tras la manifestación del viernes. Foto de Matteo Torelli

Florencia, el cordón del Santo Spirito no dura ni medio día: destrozado por los manifestantes
Florencia, el cordón del Santo Spirito no dura ni medio día: destrozado por los manifestantes


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