Faenza, una inundación arrasa el archivo y las colecciones de la histórica Bottega Gatti

Un patrimonio artístico destruido por la riada que asoló Faenza a principios de mayo: se trata delarchivo histórico de la Bottega Gatti, taller de cerámica abierto en 1928 por Riccardo Gatti. La crecida del río Lamone afectó principalmente al distrito de Borgo Durbecco, a las afueras de la ciudad, y dividido del centro histórico por el propio río: Borgo Durbecco, donde se encuentra el almacén de Bottega Gatti, quedó sumergido, mientras que el centro de la ciudad se salvó. En el distrito, la situación se calificó de crítica, hasta el punto de que los socorristas tuvieron que desplazarse con lanchas neumáticas, y varias zonas permanecieron aisladas. Las lluvias se prolongaron ininterrumpidamente durante tres días, del 1 al 3 de mayo, dejando caer sobre la ciudad 104,6 mm de agua (en enero, el mes más lluvioso de este año, se registró un máximo de 89,8).

Los que acabaron bajo el agua, en el archivo de Bottega Gatti, fueron principalmente libros, matrices, pinturas, bocetos y cerámicas. Se trata de obras de importantes artistas, ya que el taller, desde 1928, ha acogido a muchos de los grandes que han pasado por Faenza para trabajar la cerámica. Ya en el año de su inauguración, Riccardo Gatti acogió a exponentes del futurismo, empezando por Giacomo Balla, Benedetta Cappa y Gerardo Dottori. A lo largo de los años, Gatti acogió a otros destacados artistas, como Guido Strazza, Alberto Burri, Enrico Baj, Sebastian Matta, Ugo Nespolo y Pablo Echaurren. En 1993, el testigo pasó a su sobrino Davide Servadei, ya sexagenario, que dirige el taller junto con su hijo Riccardo, de veintiséis años: Con él al timón, la Bottega Gatti ha acogido a artistas como Aldo Mondino, Ettore Sottsass, Mimmo Paladino, Arman, Giosetta Fioroni, Luigi Ontani, Carla Accardi, Agostino Bonalumi, Giuseppe Uncini, Hidetoshi Nagasawa, Emilio Isgrò, Dani Karavan, Enzo Cucchi, Sandro Chia, Alik Cavaliere, Luca Vitone, Alessandro Pessoli, Marco Nereo Rotelli y muchos otros.

La inundación pilló desprevenida a la Bottega, entre otras cosas porque, según declaró Servadei a la prensa local, no se había avisado antes de que se produjeran los hechos, por lo que ahora habrá que tirar la mayor parte del material (de hecho, muchos de los objetos se consideran irrecuperables), mientras que el resto tendrá que ser restaurado. También se han sumergido documentos como manuscritos y fotografías que atestiguan los casi cien años de historia de la empresa de Faenza, que celebrará su centenario en 2028: Servadei y sus colegas ya se habían puesto manos a la obra para llegar preparados al aniversario. Por ejemplo, se habían instalado nuevas estanterías, que quedaron anegadas por el agua. Entre las obras destruidas había una acuarela de Ontani, cuadros de Mimmo Paladino y una colección de carteles futuristas. En cambio, se salvaron algunos lienzos de Aldo Mondino, ladrillos de Giò Pomodoro y una gran pieza de cerámica de Carlo Zauli, pero será necesario repararlos. La colección de libros de artista de Servadei también quedó devastada: la esperanza, sin embargo, es que una lenta y meticulosa restauración compense los daños de la inundación (será una operación minuciosa, ya que habrá que desembalarlos página por página y volverlos a montar). Todavía no se ha hecho una estimación de los daños, pero se habla de cientos de miles de euros, si no de millones.

Hace unos días, el 10 de mayo, el taller recibió la visita de Mauro Felicori, consejero de Cultura de Emilia-Romaña, que expresó su voluntad de ayudar a la Bottega Gatti a recuperar su historia: “Esta mañana -dijo Felicori- he ido a Faenza para llevar la solidaridad de Emilia-Romaña a Davide Servadei, propietario de la famosa Bottega Gatti. El almacén que alberga su historia quedó sumergido por más de metro y medio de agua fangosa, que dañó cerámicas, cuadros, gráficos, volúmenes autografiados y revistas históricas, y documentos de archivo de casi un siglo de actividad. Tendremos que encontrar la manera de apoyar a la Bottega en su empeño por restaurar y reconstituir su memoria”.

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